¿Con amigos así, para qué enemigos?
Armando Ríos Ruiz lunes 15, Abr 2024Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
La calidad de amigo del Presidente no tiene parangón. Parece que en él puede más el prurito de decir las cosas abiertamente, sin reparar en que puede lastimar severamente a alguien a quien ha hecho sentir que es su amigo, pero por quien no siente gran cosa. Como ocurrió con Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, ex presidente de la Suprema corte, cuando dijo que intervino en sus decisiones.
Y como muchos han observado, no mostró siquiera la mínima congoja porque carece totalmente de esa capacidad. No la siente por los que mueren por falta de medicinas. No la sintió por los que murieron por su causa durante la pandemia. No la siente por los que diariamente mueren a causa del descomunal aumento del crimen organizado, gracias a su permiso para operar.
Muchos observan que padece una o varias enfermedades psiquiátricas que se incubaron en él desde su niñez, a causa de delitos de bastante peso cometidos en el seno familiar y eso lo ha convertido en una especie de desajustado, que no es capaz de sentir lástima por nadie y que lo impulsa más bien a utilizar a las personas para su provecho personal.
Otro ingrediente en su contra, es el inmenso poder que le da la investidura presidencial para el cual jamás se preparó y que a estas alturas lo hace aparecer como un hombre desconectado de la realidad. Con una visión sombría del país que concibió quien sabe cuándo, a donde quiere con vehemencia arrastrar a los mexicanos para repetir la historia que hoy hace vivir a todo un país.
Su pecho no es bodega, dice. Y se le hizo gracioso decir en una mañanera que intervino en decisiones del Poder Judicial cuando Arturo Zaldívar era su presidente. Por esa razón era frecuente ver al abogado en Palacio Nacional o en la fastuosa residencia virreinal en donde despacha el Mandatario. Este le ordenaba y el otro acataba no de gratis, sino a cambio de un cargo futuro.
¨Pero fue traicionado por el amigo influyente. Además, sin poder espetarle su traición a la amistad. Sino con una condición de lacayo, que lo obliga a aguantarse y a exponer sus pobres argumentos ante los medios de comunicación, como en busca de una tabla de salvación o de la intervención poderosa de la influencia, que no aparece, salvo en la voz de la candidata Claudia Sheinbaum, quien no atina más que a decir que este caso no ayuda a México.
No podía esperarse otro argumento, por una razón poderosa en su nula inteligencia para discurrir por iniciativa propia. El gran jefe no ha dicho nada del asunto y, por lo tanto, no tiene ningún tema a la mano que la ayude a verter alguna tesis que considere adecuada, sólo por provenir del mero patrón.
La hoy presidente de la Suprema Corte, Norma Piña, fue quien ordenó la investigación en contra de Zaldívar, a raíz de una denuncia que recibió el Consejo de la Judicatura, que también depende de ella. Se han añadido muchas más de abogados que fueron limitados igualmente por intervención del mismo personaje.
“El documento, el cual exhibió el periodista Arturo Ángel en sus redes, señala que el expresidente de la Suprema Corte de Justicia, “vulnera autonomía independiente de titulares de órganos jurisdiccionales del Poder Judicial de la Federación, con la intención de satisfacer intereses personales y de terceros”.
La periodista de Especiales Grupo Imagen, Yoali Reséndiz, recabó información y grabó un diálogo entre el ex ministro presidente de la Corte con el periodista Ricardo Rafael de la Madrid, a quien le demanda entrega superior al millón de pesos por atraer el caso de Juana Hilda, ligada al asunto del secuestro y asesinato del hijo de la señora Isabel Miranda Torres.
Por casos como éste, revelador de la influencia que ejercía el Presidente en la Corte, cuyas puertas están cerradas hoy, es que ideó La elección de ministros por voto popular. Sería la única manera de manejarlos a conveniencia. Como títeres. Obedientes a sus caprichos y con el fin de los contrapesos de la Presidencia para hacer y deshacer.