Los que lloran por Argentina
Alberto Vieyra G. jueves 23, Nov 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Con un aplastante 55.69% de la votación nacional, Javier Milei se convirtió este domingo en el próximo presidente de Argentina y sobre sus hombros pesa una inflación de 142.7%, sólo por debajo de Líbano con 230% de inflación y Venezuela 360%. Y con una crisis económica que hace llorar a los argentinos.
Pero hay otros que lloran por Argentina porque no les gustó que haya ganado a derecha conservadora, pues esos gobiernos son clasistas, racistas e hipócritas, según el presidente azteca Andrés Manuel López Obrador, quien suele meterse en problemas políticos internacionales tiro por viaje, pues según él “los argentinos se anotaron un autogol votando por la derecha”.
A todas luces estamos ante una intervención injerencista y de Estado en el proceso electoral mexicano y pareciera que AMLO se lo dijo a Pedro para que lo entienda Juan o como dicen allá en mi tierra “te lo digo a ti, mi hija, para que lo entiendas tú, mi yerno”. Y seguramente que el árbitro electoral de México le sacará una nueva tarjeta amarilla al inquilino de Palacio Nacional por encabezar una descarada elección de Estado que busca favorecer a su “corcholata” Claudia Sheinbaum a quien hoy sus incondicionales le comienzan a encontrar extraños atributos como si fuera una diosa.
Es el caso del descarado ex ministro de la Corte, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien al ponerse la chaqueta color guinda se volvió un soberano lambiscón como muchos otros que adulan a la señora Sheinbaum y al mesías tropical.
A lo largo de la humanidad, al hombre le ha dado por hacer dioses y diosas falsas y quienes hacen esos dioses falsos se convierten en profetas falsos.
En un artículo publicado en el periódico Milenio, este martes, Arturo Zaldívar, convertido en un masacote matraquero, le endilgó a la señora Sheinbaum atributos que no ha tenido, ni tendrá. Dice en su artículo titulado “Por qué me sumo al proyecto de Claudia”, cuando México ha sido víctima de la corrupción de una clase política tecnocrática que privilegió a unos cuantos y propició la desigualdad entre los pobres. Añade:
“Claudia es una mujer que ha dedicado su vida a luchar por la igualdad sustantiva. Que ha trabajado incansablemente por los más desprotegidos.Que con inteligencia y determinación logró resultados históricos en la Ciudad de México. Una luchadora social, científica y mujer de Estado. Una líder con autoridad moral y un profundo amor por el pueblo de México.
“Claudia encabeza un proyecto que apuesta por quienes menos tienen y más lo necesitan. Que busca ejercer el poder para el pueblo, y no en beneficio propio o de las élites dominantes. Que propone transformar el desarrollo en bienestar y la prosperidad en justicia. Que entiende la urgencia de derribar los arreglos, dinámicas y estructuras históricas que mantienen en desventaja millones de personas en nuestro país simplemente por ser quienes son.
“Claudia lidera un proyecto que no es indiferente ante la desigualdad y la pobreza. Que reacciona con indignación ante el dolor ajeno. Que asume la política como la búsqueda del poder para remediar las condiciones de vida de los olvidados. Que defiende que la prosperidad es compartida. Que anhela un país de personas libres, con igualdad de género, respeto por la diversidad sexual, bienestar y derechos.
“Claudia nos propone un país que rompe con el pasado de corrupción y privilegios. Que rechaza la precarización del trabajo y la segregación. Que condena la acumulación del dinero y la avaricia de la clase política. Que aspira a consolidar un auténtico Estado de bienestar, con seguridad social y desarrollo sostenible.
“En definitiva, Claudia Sheinbaum encabeza un proyecto humanista en el que creo, cuyos ideales comparto. Un México sin discriminación, clasismo, ni racismo. En el que las personas jóvenes puedan alcanzar sus sueños. En el que las mujeres vivan una vida plena y libre de violencia. En el que la diversidad sea celebrada. En el que los pobres, los olvidados y los discriminados sean volteados a ver; en el que vivan con dignidad y con la frente en alto.
“Por ello me integro al proyecto de Nación de la doctora Claudia Sheinbaum. Agradezco profundamente esta oportunidad. Trabajaré sin descanso y hasta el límite de mis fuerzas. Nos une la convicción de que no puede haber una sociedad justa si quienes la conforman no son iguales en dignidad y derechos.
“Nos une el anhelo de devolver la esperanza que le ha sido negada tanto tiempo a nuestro pueblo. No hay costo personal o político que no valga la pena por poner primero a quienes más lo necesitan. Hasta que la igualdad, la dignidad y la justicia social se hagan costumbre”, concluye.