Democracia acribillada
Freddy Sánchez jueves 13, Dic 2018Precios y desprecios
Freddy Sánchez
¡Que bárbaro!…
Y no porque haya balbuceado algo incomprensible, sino todo lo contrario, en lo que fuera una manera no bien educada de desconocer su derrota electoral. La referencia, obviamente, es para el ex senador Barbosa.
El abanderado de “Morena” que virtualmente tildó de “un cochinero” lo que sucedió en el Tribunal Federal Electoral, en torno a la elección de Puebla.
Y es que la máxima instancia electoral en el país, desechó la propuesta de uno de los ministros que en su calidad de ponente se pronunció por la anulación de la votación para dar paso a una nueva elección.
Algo que no sucederá.
Y Barbosa se fue “duro y a la cabeza” de quienes objetaron la ponencia anulatoria del resultado electoral, asegurando que mientras el magistrado ponente dio ejemplo de impecabilidad al aportar datos y elementos suficientes sobre irregularidades cometidas en la elección, cuatro ministros que “ se dejaron seducir”, fallaron en contra.
Así que ante el veredicto de la mayoría, el Tribunal Federal Electoral, le dio el triunfo a la esposa del ex gobernador Moreno Valle.
Y como esta resolución es inatacable legalmente, en el discurso de Barbosa sobraron epítetos condenatorios para los cuatro ministros que no avalaron una nueva elección.
De hecho, afirmó que de ahora en adelante con ese cuarteto de ministros en el TFE, en el que figura la Presidenta del Tribunal Federal Electoral, la democracia difícilmente saldrá ganando en futuros litigios.
Cuasi como un cuatrero del mal al servicio de los más perversos intereses cupulares de este país, tácitamente, calificó a los aludidos el ex senador Barbosa, inconforme con la resolución judicial electoral mencionada.
Ante la que no hay recurso en contra que se pueda oponer legalmente.
Quizás por eso, a los acusados les “llovió fuego”, proveniente de las increpaciones del candidato declarado formalmente perdedor en Puebla, quien, a diferencia de los elogios para uno de los ministros y dos más que secundaron su propuesta, a los cuatro ministros referidos con anterioridad, claramente “los pintó” de corruptos.
Qué otra interpretación se le podría dar a la imputación de “dejarse seducir”.
Lo único que le faltó al ex senador Barbosa fue señalar qué fue lo que sedujo a los ministros.
¿Acaso una gran maleta de billetes, propiedades de lujo en alguna zona residencial, empleos bien remunerados para sus parientes, la invitación a hacer negocios con ganancias millonarias?.
La verdad es que la imaginación, suele ser “canija”.
Más valdría entonces que el ex senador no solo dijera, sino que probara la “podredumbre” que haya podido haber en torno a la revisión de la elección en el estado de Puebla, si es que como lo afirma cuatro ministros actuaron atendiendo intereses personales y no conforme a su sagrado deber de proceder con honestidad, imparcialidad y legalidad.
Y no es que uno quiera salir en defensa de los acusados, poniendo “las manos al fuego” por su honorabilidad, (guárdenos Dios de tal temeridad), si consideramos que los que se sientan agraviados deben ser los que se defiendan así mismos.
Sabedores, además, de que no sólo en el sector judicial, sino en el legislativo y las altas esferas de la administración pública, de tiempo atrás “se cuecen habas”, en eso de “vender hasta Cristo Rey”, si de obtener favores de muchos millones de pesos se trata.
Pero, que quede claro: eso no justifica desconocer ni ensuciar los fallos judiciales, sin pruebas. Hacerlo es trastocar el estado de derecho. Y en lo que se refiere a cuestiones electorales despotricando contra casos debida y formalmente juzgados, ser virtualmente parte silenciosa e indiferente de una democracia acribillada.