“Bambis dientes de leche”, una obra de futbol para los no futbolistas
Espectáculos martes 30, Ene 2018- Se presenta en el Teatro La Capilla, donde permanecerá hasta el 6 de marzo
“Bambis dientes de leche” es la historia del un hombre que juega futbol mientras trapea. El recordatorio de que somos el acopio de lo que hemos vivido. La historia de un hombre que desde niño supo lo que quería ser, y desde entonces persigue sus sueños. “Bambis dientes de leche” es una obra de futbol para los no futbolistas.
Escrita y protagonizada por Antón Araiza, bajo la dirección de David Jiménez Sánchez, se presenta en el Teatro La Capilla, donde permancerá hasta el 6 de marzo.
“Bambis dientes de leche” habla de los sueños, las oportunidades y las circunstancias que nos hacen tomar decisiones importantes, firmes; de una infancia llena de ilusiones y miedos, y de la libertad de expresar nuestros deseos como medio para alcanzar la felicidad, aunque sea momentánea. Nos cuestiona acerca de lo que soñábamos ser cuando éramos niños con una interrogante voraz y contundente: ¿lo hemos logrado?
El montaje, dirigido por David Jiménez Sánchez, narra la historia que comenzó en una fiesta de cumpleaños en pleno año mundialista del hombre que baila mientras juega futbol y del que juega futbol mientras trapea. Es el recordatorio de que somos el acopio de todo lo que hemos vivido.
“No es una autobiografía, pero no puedo negar que sí hay en ella episodios imborrables de mi vida, como la reciente muerte de mi padre, el recuerdo de lo increíble que fueron mis fiestas de cumpleaños, la sensación de lograr llenar un álbum del mundial, la experiencia de subirme en un elefante y estar frente a 30 mil personas, formar parte de un equipo infantil de futbol, mi infancia y la enorme felicidad que me da estar en el escenario”, mencionó Antón Araiza, autor e intérprete de la obra.
Presentada por la compañía Ocho Metros Cúbicos A.C., la puesta en escena toma al futbol como un pretexto para hablar de lo que nos gusta y de lo que sí apasiona. El futbol es un deporte masivo, inconmensurable para sus aficionados y detractores, que levanta la mano para hacerse justicia y exigir que se le dé su lugar, un lugar que, como el teatro, ocupa en la vida del ser humano.
“Habrá quien sostenga que el teatro y el futbol no tienen punto de encuentro. Mi opinión, muy discutible, es que hasta ahora no había encontrado esas similitudes. La principal es que logran congregar de manera continua a cierta cantidad de seres en un lugar y un tiempo determinados para que sean testigos de un acontecimiento vivo. El futbol y el teatro son algo único”.
“Bambis dientes de leche” propone un potente vínculo con los espectadores con un mínimo de elementos escenográficos: un piso de lona, un trapeador y una cubeta son lo único que acompaña al actor. Se decidió que la potencia actoral es el camino para montar esta historia personal.