Mayor control de deudas
¬ Augusto Corro miércoles 19, Ago 2015Punto por punto
Augusto Corro
En los gobiernos estatales y municipales pedir dinero prestado se convirtió en una práctica común.
Sólo que las deudas fueron mayúsculas y tendrán que ser pagadas con las aportaciones económicas de varias generaciones.
El sobreendeudamiento de estados y municipios era (o es) una pesadilla incontrolable.
Ninguna autoridad superior intentó frenar esa política de gobernadores y alcaldes que dejaba un sinnúmero de dudas en la aplicación de los préstamos que conseguían, sin importar las formas.
Era común escuchar a los nuevos gobiernos quejarse del antecesor manirroto que le dejaba deudas enormes y sin dinero ni siquiera para pagar los sueldos de los burócratas.
Es larga la lista del despilfarro de recursos públicos y de los préstamos gigantescos.
En Coahuila, el gobernador Humberto Moreira comprometió al gobierno estatal a pagar una deuda superior a los 33 mil millones de pesos.
Anteayer, el presidente Enrique Peña Nieto envió al Congreso la iniciativa de Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios.
Con esa nueva ley se busca garantizar un manejo responsable, eficiente y prudente de las finanzas de los gobiernos estatales y municipales, “así como potenciar la transparencia y rendición de cuentas de sus niveles de endeudamiento”.
TRUMP ¿ENLOQUECIÓ?
En otra ocasión nos referimos a la actitud de Donald Trump, el precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos (EU), que en sus discursos políticos acentúa su odio a los mexicanos y a todos aquellos que se identifican como latinos.
Al principio calificó a los connacionales de delincuentes cuya presencia en aquel país es dañina. Conforme transcurre el tiempo, el político hace más virulentos su mensaje.
Por ejemplo, ya dijo que si es elegido para ocupar la Casa Blanca en 2016 deportará a todos los inmigrantes indocumentados del país (unos 11 millones de personas).
De plano, el aspirante republicano declaró la guerra a todo lo que huela a indocumentado, pues amplía su proyecto con otras medidas como terminar el muro de la frontera con México, cuya construcción deberá pagarse con a cargo a los mexicanos.
Esa posición política de Trump es digna de una análisis profundo por expertos en la conducta humana, entre otras cosas por la marcada actitud racista de precandidato.
Alguien tendrá que decirle al magnate de la construcción que sus ideas se encuentran fuera de la realidad y que el espíritu conquistador de los conservadores hace tiempo que dejó de funcionar.
El problema de los indocumentados es global y cada vez representa mayores problemas. En Europa es un conflicto cotidiano al que no se le encuentra salida. Son miles de refugiados que llegan a las costas europeas tras sortear innumerables peligros.
En muchos casos son cientos de personas las que perecen en los naufragios de balsas sobrecargadas de indocumentados que huyen de sus países inmersos en guerras, pobreza y delincuencia.
El discurso agresivo de Trump será uno de las causas principales de su derrota. Si bien es cierto, que los demócratas son fuertes, políticamente, el presente obliga a nuevas formas de ver y hacer política.
Con la deportación de indocumentados, EU resolvería temporalmente el problema, porque más tardaría en expulsar a los mexicanos, hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, etc., que estos en regresar.
Debe entender Trump que en Latinoamérica las condiciones de miseria, violencia, falta de empleos, mantienen agobiados a la población que buscará siempre mejores lugares para vivir.
El racismo del conservador Trump será un factor fundamental para su derrota. Pienso que el estadounidense habría desempeñado un papel importante al lado de Hitler. Ambos, locos de atar.
La solución a la inmigración ilegal no se resolverá con discursos de enfermos mentales.
DE PENA AJENA
Los perredistas, de plano se encuentran confundidos y lejos, muy lejos, de resolver sus problemas internos.
En el Partido de la Revolución Democrática (PRD) tendrá que pasar mucho tiempo para que las tribus se pongan de acuerdo.
El problema que los enfrenta ahora es el nuevo líder que sustituirá a Carlos Navarrete.
En este espacio señalamos que buscan al dirigente no solo en las filas amarillas, sino en personas ajenas a la política, como el ex rector Ramón de la Fuente o José Woldenberg, ambos candidateados por El Señor de las Ligas, René Bejarano.
Ante ese pronunciamiento, el todavía líder Navarrete dijo que quien asuma la presidencia del PRD debe ser un militante sin importar la antigüedad. Luego llamó a los perredistas a no dar nombres “sin ton ni son” de los eventuales aspirantes a dirigir el partido, así como a frenar lo que llamó “la catarata de autopropuestas”.
¿Algún día se pondrán de acuerdo los amarillos? Ni siquiera la necesidad de reconstruir a su partido los lleva a trabajar en armonía. La división y la falta de acuerdos tienen al PRD en la lona.