Tengan
¬ Juan Manuel Magaña jueves 19, Dic 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Y como regalo navideño ahí tienen su aumentote de dos pesotes y medio diarios. Así que no hay de otra: a apretarse el cinturón, oootra vez, durante 2014.
Resulta que el alza al salario mínimo será de sólo 3.9 por ciento. Es decir, el mismo porcentaje que se elevara en este año. La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos acordó, por unanimidad de sus miembros, mover el tabulador base para la zona A, lo que implica más del 70 por ciento del territorio nacional, de 64.76 pesos diarios a 67.28 pesos, lo que significa un alza nominal de 2 pesos con 52 centavos.
Para el resto del país —la denominada zona B- el salario mínimo pasó de 61 pesos con 38 centavos a 63 pesos con 77, o sea, la fabulosa cantidad de 2 pesos con 39 centavos más.
Si de por sí ya fue un pésimo año, el futuro depara a los trabajadores otro igual o peor. Algo que se vuelve insoportable, sobre todo si tiene en cuenta que las alzas en todo, de antemano los ha vuelto atrás varios años de aumento.
No es justo, por más que se recurra al lugar común de que el salario mínimo se paga a pocos en México, a sólo un 3.1 por ciento de los 16 millones 772 mil 971 puestos de trabajo registrados en el IMSS en diciembre del 2012.
Lo cierto es que eso da idea de lo apretado que trae el cinturón la población mexicana, si se toma en cuenta el hecho de que más de la mitad vive en pobreza y que la llamada “clase baja”, “los que menos tienen”, alcanza en realidad al 60 por ciento.
Hablamos de tres de cada cinco mexicanos, ni más ni menos.
Y de una larga inercia que, según los especialistas, ha servido para mantener a México como un país competitivo para la inversión extranjera directa, en la que los sueldos en el país se han mantenido muy bajos por muchos años desde los años 70 del siglo pasado.
Esos salarios explican en parte la vida miserable que hay en México. Hace dos días, ni más lejos, el Banco Mundial explicaba en un reporte que la proporción de mexicanos en pobreza respecto del total de la población es ahora tan alta como hace dos décadas.
Son 52 de cada 100 habitantes del país quienes viven en esa condición. La cifra del conjunto esconde una realidad particular: las tasas de pobreza en estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca son 10 veces más altas que en entidades como Nuevo León, Distrito Federal o Baja California.
Ahí se afirma que la pobreza monetaria, es decir, el ingreso insuficiente para adquirir una canasta básica de alimentos (además de tener al menos una carencia en cuanto a vivienda, infraestructura, salud, seguridad social y seguridad alimentaria), creció en México entre 2006 y 2012, “hecho que rompió una tendencia de una década de reducción de la pobreza en el país”
Si algo tienen de cierto esas reformas aprobadas en este año es que ninguna dará frutos en el corto plazo, que el futuro por tanto sigue siendo incierto y que el presente es éste, lleno de penuria.