Bellas Artes, a los pies de Chavela
* Especiales, Espectáculos miércoles 8, Ago 2012- El recinto de mármol vibró una y otra vez ante las palabras sentidas, atinadas y merecidas, que se vertieron en honor de La chamana
La cantante nacida en Costa Rica y nacionalizada mexicana Chavela Vargas (1919-2012) fue despedida con muestras de cariño en el Palacio de Bellas Artes.
El féretro con los restos mortales de Chavela Vargas, cubierto de su inseparable y muy colorido zarape blanco, negro y rojo, fue flanqueado por decenas de arreglos florales que instituciones públicas y privadas, amigos y gente de todos los estratos sociales enviaron como muestra de duelo por quien se fue a otro plano.
Sentimientos encontrados en cada imagen y en cada instante se vivieron durante el homenaje, en el que participaron, entre otros, la cantante oaxaqueña Lila Downs, la peruana Tania Libertad y la mexiquense Eugenia León, quienes una a una primero y luego juntas, cantaron para despedir a Chavela.
La primera guardia de honor la hicieron la biógrafa de la artista, María Cortina; la titular del INBA, Teresa Vicencio Álvarez; la secretaria de Cultura de la Ciudad de México, Nina Serratos y la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar.
Fue precisamente ésta última quien en su oportunidad mencionó que “Chavela Vargas cambió la forma en que la canción mexicana se escuchaba en el mundo. Chavela, así, sin apellido porque la sonoridad de su nombre lo abarca todo”. Aseguró que para el pueblo, la cantante hecha mexicana “fue el llanto que desgarraba”.
Contribuyó, junto a Lucha Reyes, Lola Beltrán y Lucha Villa, ha abrir un espacio a la voz bravía de las mujeres, abundó la funcionaria. “Su voz y estilo fascinaron al público a mediados del siglo pasado; una profunda crisis personal la alejó de los escenarios durante un par de décadas y volvió a cantar en público en los años 80”, anotó.
La funcionaria destacó que Chavela apareció en películas como Babel, de Alejandro González Iñárritu, e hizo que sus interpretaciones de canciones como Paloma negra, La Llorona y Piensa en mí, “ocuparán nuevamente un lugar en nuestro catálogo emocional. Su discografía fue reeditada y con su regreso se habló de prácticamente una resurrección”.
El recinto de mármol vibró una y otra vez ante las palabras sentidas, atinadas y merecidas, que se vertieron en honor de “La chamana, como se le llamó, a raíz de que Werner Herzog la incluyó, interpretando a una nativa en su película “Grito de piedra” en 1991.
Con Las golondrinas, tema interpretado desde el fondo del alma por las tres cantantes y por el coro quedito y discreto, más no por ello menos sincero, de todos los asistentes al homenaje, el cuerpo de Chavela Vargas partió para ser cremado. Sus cenizas serán depositadas en su amado pueblo mágico, Tepoztlán.