Comienza el juego rudo
Roberto Vizcaíno lunes 21, May 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Las manifestaciones, marchas y asedio a los actos de campaña de Peña Nieto parte de eso
- No está claro si la detención de altos mandos militares forma parte de una vendetta
- Beltrones quiere una mayoría legislativa que permita sacar las reformas estructuralesa
A partir de hoy faltan 40 días para la elección del sucesor del panista Felipe Calderón. Hasta ahora todo indica que el priísta Enrique Peña Nieto será el ganador. La distancia de preferencias e intenciones de voto entre el mexiquense y sus otros 2 contendientes reales es de tal nivel que pareciera ya un proceso con un resultado inevitable.
Sin embargo la historia nos exige hoy prudencia. La experiencia dice que hasta que ocurra, no hay nada escrito. Puede pues pasar cualquier cosa o nada, que es lo mismo.
En el extremo, lo único cierto y válido es lo vivido hasta hoy, y lo que comienza a presentarse dentro de este contexto.
Y hay muchas e importantes señales, hechos, que apuntan casi todos hacia el conflicto.
Estos van desde las manifestaciones públicas, masivas, contra uno de los contendientes, en este caso el puntero, hasta la sorpresiva aprehensión y arraigo de varios generales y otros altos mandos del Ejército, en una acción que pareciera más una vendetta mafiosa de la cúpula en ese sector, que además tiene el agravante –si es que el caso no fuese de por si sumamente delicado y riesgoso-, de contar con la complicidad del mandatario saliente.
En medio de todo eso subyace la sombra latente de la amenaza de un posible atentado que pudiera tocar lo mismo al puntero, que a la candidata panista que ni prende ni levanta, como al rezagado de ese trio de contendientes reales en esta presidencial.
Hay no pocos y desafortunadamente reales elementos para considerar muy en serio esta amenaza.
Las cabras sueltas en cada caso son tan evidentes, que no hay duda de ello. Y tan no hay duda que cada uno de los 3 aspirantes cuenta con equipos presumiblemente experimentados para prever, manejar y superar ese riesgo.
DESCOMPOSICIÓN
Sin embargo lo más evidente y riesgoso es el asunto de las marchas y manifestaciones antiPeña-Nieto, pero sobre todo el asedio que comenzó a darse a actos de su campaña por grupos evidentemente panistas y lopezobradoristas desde el sábado 12 de este mayo cuando en Saltillo, a las afueras de un encuentro con empresarios, se intentó colocar un grupo de personas con cartulinas en contra del priísta.
Otro grupo, este de simpatizantes del mexiquense, rodeó y despojó de las cartulinas a los antipeñistas y los echó del lugar con unos cuantos empujones de por medio.
Esto ocurrió apenas un día después de que el candidato presidencial de la alianza PRI-PVEM fue abucheado y confrontado por un grupo de estudiantes en la Universidad Iberoamericana, quienes le reclamaban su decisión de actuar contra los macheteros de Atenco, por los feminicidios ocurridos en el Estado de México y hasta por los hechos del 68.
Días después, el martes 15 de este mismo mes, en Córdoba, Veracruz, otro grupo de quizá unos 15 jóvenes intentó de nuevo llegar hasta donde Peña Nieto encabezaría un acto de campaña.
Varios de los asistentes les reclamaron esta intención y luego los obligaron a alejarse no sin antes propinarles algunos golpes.
Ya entonces este grupo se quejó de represión e intolerancia por parte de los peñistas.
Hacia fines de la semana se dieron otras marchas y manifestaciones tanto en la ciudad de México como en otras del interior.
No se requiere ser muy astuto en política para entender que estos grupos forman parte de los opositores de Peña Nieto que marchen o no, son simpatizantes ya de AMLO, ya de Josefina Vázquez Mota.
Es muy posible que estas personas, en su mayoría jóvenes, jalen y logren atraer a otros, ya sea indecisos, ya sea seguidores arrepentidos de Peña Nieto, a sus filas.
Pero lo cierto es que los analistas advierten que estos acontecimientos no van a modificar de fondo el marco existente en el que el priísta aparece como puntero en esta contienda.
Cualquiera que sea el resultado de estas acciones, eso se verá en las encuestas que seguramente se darán a conocer en los días siguientes por las empresas especializadas en levantamientos de opinión.
De lo que no hay duda, es que estas manifestaciones, marchas y asedio forman parte de un proceso acelerado de descomposición del proceso electoral de este año.
Otros elementos son: la guerra sucia que mantienen AMLO y Vázquez Mota contra Peña Nieto; la descalificación por parte de López Obrador del IFE y los constantes señalamientos del presidente Felipe Calderón contra los partidos, especialmente contra el PRI, y contra el Congreso.
Otro flanco de esta misma circunstancia es la ejecución masiva de personas en varios estados del país, el asesinato de periodistas, y la abierta campaña del gobierno en que afirma que el narco y crimen organizado interviene en las elecciones.
Ahora a todo eso se suma la detención de varios generales, entre ellos un ex subsecretario –quien al parecer cuenta con el afecto y reconocimiento de no pocos de sus compañeros de armas-, con base en los dichos de un “testigo protegido”.
Según ha trascendido eso es lo único que la PGR tiene de este general, apenas una presunción y no pruebas irrefutables, firmes que lo involucren verdaderamente en lo que se le imputa.
El asunto es tan grave, que esta detención podría provocar una fractura dentro del Ejército lo cual metería al país en un laberinto de inestabilidad que bien podría encuadrarse en el estado de excepción.
Y como esto puede ocurrir, entonces hay quienes comienzan a pensar que a lo mejor eso es lo que quiere Calderón que ocurra, a fin de anular y posponer el proceso electoral presidencial y poder quedarse un tiempo más en Los Pinos.
Total, que el asedio a la campaña de Peña Nieto, las manifestaciones y marchas en su contra, y el proceso de descalificaciones directas en que participan AMLO y Vázquez Mota como si se hubieran puesto de acuerdo, hacen pensar que lo que andan buscando quienes los realizan y arman, es un pretexto o una víctima o martir, para luego escalar el golpeteo contra el priísta.
Faltan 40 días para que el primero de julio se elija al nuevo Presidente de la República. Serán 40 días de alto riesgo en los que cualquier cosa puede pasar.
BELTRONES Y LAS REFORMAS
“Los candidatos a diputados federales del PRI vamos por una amplia mayoría legislativa para convertir las propuestas de gobierno de Enrique Peña Nieto en reformas y resultados”, indicó ayer el senador Manlio Fabio Beltrones.
“Queremos construir una Presidencia sólida que conduzca el cambio responsable, a partir de una reforma hacendaria integral que permita crecer al 6% y cumplir los compromisos sociales y económicos del candidato presidencial del PRI”.
La mayoría legislativa le permitiría al PRI superar la actual parálisis gubernamental y responder con acciones y resultados, indicó. El objetivo principal sería el de aprobar una reforma hacendaria integral que proporcione los recursos que se requieren para hacer realidad el sistema de seguridad social universal propuesto por Peña Nieto y garantizar así el seguro del desempleo, el de riesgos de trabajo, la pensión para adultos mayores y establecer escuelas de tiempo completo y darle viabilidad financiera a Pemex, entre otros compromisos.