Sospechosismo
Ramón Zurita Sahagún miércoles 9, May 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Curioso que pasado el calor generado por el primer debate entre los cuatro candidatos presidenciales, surjan tufos malolientes sobre la eventualidad de no uno, sino varios complots, fraguados en distintas instancias.
Hay quienes ven sombras de sospechas por todos lados y buscan meterle presión al que será el segundo y último debate, a celebrarse en los primeros días de junio en Guadalajara, Jalisco.
La sensación dejada por lo que se esperaba fuese una confrontación de ideas, es de vacío, por no generarse el resultado anhelado, ya que fueron pocas las propuestas y más la confrontación entre los tres principales candidatos presidenciales.
Es cierto que era esperado el choque entre los tres candidatos mejor posicionados, pero este también se quedó corto, ya que en varias ocasiones los agraviados se quedaron con la palabra en la boca, sin poder responder en forma directa.
La realidad es que se equivocaron en todos sentidos los responsables de cuadrar el debate, es decir el Instituto Federal Electoral y aunque ofrezca disculpas por las fallas, estas no son suficientes para alejar el tema del sospechosísimo, mismo que amenaza con desplazar la discusión suscitada por la presencia en el escenario del debate de Julia Orayen.
Y ahora en el posdebate, con las aclaraciones, las cosas tienden a oscurecerse todavía más.
Saltó a la escena pública el productor contratado por el IFE, el mismo que aclaró algunos puntos que provocan mayor escozor entre los puristas.
Explicó que la agencia contratada fue la de Rebeca Bustos, una de las de mayor prestigio por contar con modelos y edecanes de todos tipos.
Se seleccionó a Julia entre cuatro prospectos analizados y se decidió por ella, al ser la de menor estatura (1.65 mts), ya que las tres restantes medían cerca de 1.80 mts, estatura superior a la de todos los candidatos presidenciales.
Una vez seleccionada por sus rasgos físicos, participó en un ensayo, un día antes del evento, por el que cobró la misma tarifa ($3,500) que por su participación de menos de 20 segundos en el debate.
Se le pidió que su vestimenta fuese del color blanco, aunque nadie le advirtió que tipo de ropa tendría que usar, lo que llama poderosamente la atención, para los sospechosistas de complot.
Curioso, pero nadie advirtió que la ropa no era la adecuada para el evento y si acaso se fijó en ello el productor Jesús Tapia fue un minuto antes de entrar al aire, cuando ya nada se podía hacer.
Es de destacarse que se contaba con una suplente, contratada para caso de emergencia con la misma tarifa ($3,500), pero no fue requerida, a pesar de que la titular (Julia) se intoxicó.
Jesús Tapia (el productor contratado por el IFE) concentra en sus cuentas de las redes sociales con una serie de críticas a los candidatos del PAN, Josefina Vázquez Mota y PRD, Andrés Manuel López Obrador, por lo que genera todavía más sospechas del porqué de su contratación.
Para colmo de males, el mismo Tapia, aunque se declara productor independiente, trabaja cercano a TV Azteca, empresa cuyo dueño es Ricardo Salinas Pliego, un personaje crítico sobre el debate y desinteresado del mismo.
Todo esto, dicen los sospechosistas, se provocó con la intención de favorecer al puntero en las encuestas, ya que la presencia de Julia y su vestimenta desviaría la atención que debía concentrar el debate y provocaría una gran polémica, como finalmente sucedió.
Pero del otro lado también hace aire y en el campamento priista se sospecha que los candidatos del PAN, Josefina Vázquez Mota y del PRD, Andrés Manuel López Obrador, pactaron un acuerdo, para atacar a dos frentes al puntero Enrique Peña Nieto.
La ofensiva lanzada desde uno y otro atril en contra del priista levantó cejas y causó urticaria entre los cercanos al mexiquense que advierten una estrategia que podrían repetir durante el segundo debate.
En fin, que la historia del complot y del sospechosísimo se encuentra latente y mantendrá viva la discusión para calentar el escenario del segundo debate que tendrá lugar en Guadalajara en el mes de junio.
Por lo pronto, la atención que se centraba en el o la posible ganador del debate y en la vestimenta de Julia, parece irse desinflando, para dar paso a la teoría del complot que tanto le gusta a uno de los candidatos participantes en el debate.
LOS CONTRATOS DE JULIA
Si alguien resultó beneficiado con la discusión pública generada alrededor del posdebate es Julia Orayen, la modelo argentina, quien, se asegura, ya fue llamada para una segunda participación como conejita de “Playboy”.
Incluso, ella misma informó que la han llamado de diferentes sitios para ofrecerle trabajo como modelo y edecán, además de atender las distintas entrevistas que le han realizado con motivo de su corta, pero polémica participación en el evento del debate.
A ver si al rato no se le ocurre a alguno de los puristas empleados de la burocracia federal aplicarle el 33 por haber participado en un evento político e incluso hacer declaraciones sobre el tema en diversos medios, aunque habría que revisar su estatus en México.
CAMPAÑA POR AMLO
Los posibles secretarios del gabinete de Andrés Manuel López Obrador serán activos durante el resto de la campaña del candidato presidencial de la izquierda.
Cada uno de ellos fue convocado para que trabajen en conjunto con el aspirante presidencial, aunque varios de ellos no podrán hacerlo de tiempo completo, por pertenecer a la esfera gubernamental.
Sin embargo, todos ellos se mostraron dispuestos a colaborar con el tabasqueño, ya que uniendo esfuerzos podrían levantar la alicaída estrategia de campaña.