“Quizá todavía ando caliente”: Peña Nieto
Roberto Vizcaíno miércoles 9, May 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- ¿Existe un acuerdo entre Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador?
- El mexiquense no afirma, pero sugiere que eso podría haber ocurrido para el debate
- ¿El tabasqueño ha comprendido al fin que no tiene posibilidad de ganar?
Sin duda hay acontecimientos que le cambian a uno hasta la forma de caminar.
Eso sin duda es lo que le pasó al priísta Enrique Peña Nieto el domingo cuando comprobó que sus contendientes principales, la panista Josefina Vázquez Mota y el perredista Andrés Manuel López Obrador eran un par de aspirantes muy vulnerables, que no traían en sus alforjas más que argumentos e historias viejas y por demás predecibles.
Conforme se adentró en el debate, al responder sus embates y tundirles con sus propias tesis, el mexiquense cobró valor ante sí mismo.
Hoy que lo sabe, que es algo que ganó para siempre, el abanderado presidencial del PRI y PVEM no lo va a soltar y es por eso que ayer reconoció que al dirigirse a sus dos contrincantes fue ya más directo, más determinante para calificarlos y decir que uno representa más de lo mismo, mientras que el otro significa el salto al vacío. No necesitó decir que se refería a la panista Josefina Vázquez Mota y al perredista López Obrador.
“A lo mejor es que traigo todavía la sangre caliente del debate”, indicó.
La confesión lo dice todo. Se comprobó a sí mismo como un político con emociones y sentimientos, capaz de responder al ataque y a los infundios.
De ahí también que en estos días haya advertido públicamente que el golpeteo concatenado surgido de Vázquez Mota y de López Obrador pareciera surgir de un acuerdo previo entre ellos.
Al sugerirlo se apoyó en el hecho de que tanto las dirigencias del PRD como del PAN fueron las que convinieron alianzas electorales y hasta legislativas durante los dos años anteriores.
Es de esa posible alianza entre candidatos es de donde podrían haber surgido las agresiones lanzadas durante el debate, dejó caer Peña Nieto.
“…era inevitable que en este debate, ante los constantes señalamientos y ataques que pareciera estuvieran de acuerdo dos de los adversarios, pues evidentemente, su servidor, con la mitad del tiempo tuviera que dedicarle a responder a algunos de estos señalamientos y, por otro lado, a presentar mi propuesta ante la sociedad mexicana”.
-¿Siente usted que hubo bullying electoral?, se le intrrogó.
“…con honestidad, creo que eran de esperarse, y que está en el juicio que haga la sociedad mexicana sobre la participación que tuvimos en este debate, lo que ellos definan, determinen, consideren y ponderen de lo que fue nuestra participación y la propuesta que presentamos.
“(Pero) Hubo quienes en su participación no hicieron propuestas, no definieron posición sobre los temas que estuvimos ahí discutiendo; en todas creo invariablemente haber presentado propuesta sobre los temas que ahí se presentaron y así habrá de seguir siendo mi campaña”, respondió.
Pero su inquietud no quedó ahí. Más adelante, al ser interrogado respecto a si consideraba que tanto Vázquez Mota como López Obrador le habían lanzado cuchillos afilados en forma concertada, el mexiquense dijo:
“Pues sí… pareciera, insisto, que se hubiesen puesto de acuerdo, aunque era previsible pero pues ambos venían con señalamientos muy dirigidos hacia un servidor, aunque ellos prácticamente ni siquiera se tocaron…”
Preguntado respecto a si tenía alguna prueba de ese acuerdo, Peña Nieto dijo que no, pero aclaró e insistió…
“No, de ninguna manera tengo indicios ni elementos para hacer tal suposición, pero fue lo que se evidenció, digo, a la mejor no se pusieron de acuerdo, no puedo ni siquiera insinuar, sería irresponsable insinuar que ha habido acuerdo, pero lo que sí parece, estuvieran de acuerdo, es tener a su servidor para hacer todo tipo de señalamientos.
“Entonces, evidentemente, pues utilizaron cada quien su tiempo que suma el doble del que yo tuve para poder dar respuesta a tales señalamientos”, se quejó
Y ahí quedó la duda fundada porque es justamente entre el PAN y el PRD donde se han dado los acuerdos para ir juntos a elecciones y a estrategias políticas, entonces ¿por qué no habría de creerse, de pensarse en un acuerdo entre López Obrador y Vázquez Mota, o sus equipos de campaña, para diseñar una estrategia común en el debate a fin de intentar bajar a Peña Nieto de las altas preferencias electorales que le acompañan para luego ir ellos a una contienda más equilibrada entre ambos?.
En política y en la vida no hay sorpresas. Todo se da. Los enemigos de ayer son los aliados de hoy.
¿CAMBIOS?
Un tema sensible que se abordó en el debate, pero en el que al parecer no hay cambios, es el del asunto de la deuda de Coahuila contraída durante el gobierno de Humberto Moreira y que ha servido para golpear a Peña Nieto.
Interrogado respecto a si su posición ha variado y ahora sí estaría de acuerdo en que hubiera un deslinde del PRI y de él mismo respecto a este tema, Peña Nieto indicó:
“Creo que cada quien tiene que responder de sus propios actos, y evidentemente personalmente me deslindo de la responsabilidad en la que cada actor político haya incurrido y deba enfrentar cuando haya infringido la Ley…
“Sin duda los mecanismos que hubo (en la obtención de créditos en Coahuila) de falsificar documentos es un ilícito, es realmente algo ilegal, y me parece que la autoridad debe dar con la responsabilidad que los funcionarios involucrados en este proceso hayan tenido, y sancionar y castigar a dichos funcionarios.
“Mi partido y un servidor hemos señalado con toda claridad que no vamos a entrar en defensa de nadie que haya faltado a la Ley, que haya infringido la Ley. Pero esto deriva de actuaciones personales y que deben ser sancionadas por la autoridad correspondiente”.
Evidentemente que el candidato del PRI y el PVEM no ha variado su posición al respecto, porque desde el principio, cuando siendo presidente del tricolor Humberto Moreira era señalado casi como un delincuente por la obtención de esa deuda que luego fue calificada por el Congreso estatal, el mexiquense decía lo mismo.
Y se refería a que la Secretaría de Hacienda a través de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, así como la PGR debían ir al fondo y sancionar a los responsables de la deuda obtenida ilegalmente, a través de la falsificación de documentos.
Pero se aclaraba entonces que no todos los 32 mil millones se habían logrado mediante documentos falsos sino solo unos 4 mil millones. El resto había pasado todas las pruebas.
Y se daba el hecho de que en ambos casos, en la obtención de la deuda legal y en la ilegal, los créditos bancarios fueron avalados por la Secretaría de Hacienda dirigida entonces por el panista Ernesto Cordero y por los propios bancos.
Entonces, si hubo una acción fraudulenta, sancionable y punible, esta fue cometida por funcionarios estatales y federales y por ejecutivos de los bancos. Todos juntos.
De ahí que tanto Peña Nieto y el PRI insistan en que estos ilícitos deben ser investigados y sus responsables juzgados y sancionados por autoridades competentes, pero no sólo los de Coahuila, sino también los pertenecientes a la Secretaría de Hacienda.
Y si se inicia una averiguación sobre la responsabilidad que tuvo en esto Humberto Moreira, esta indagatoria debe incluir a Ernesto Cordero.
¿ACEPTACIÓN DE DERROTA?
Desde hace ya semanas, se dice que Andrés Manuel López Obrador ha aceptado su derrota. Otros ven en su desgano y apatía indicadores de un abandono electoral.
Está ahí su comentario respecto de que si en esta ocasión no ganaba, entonces se iría “a La Chingada”. Luego se intentó corregir el desliz hecho a micrófono abierto en un acto público con el hecho de que su rancho en la zona de Palenque, Chiapas, así se llama.
Pero ayer volvió a meter a los suyos y a los analistas en el espacio de la aceptación de la “derrota anticipada” al comentar que él va a respetar la voluntad del pueblo si hay un “masoquismo colectivo” que le dé el triunfo a Enrique Peña Nieto.
“Aunque me duela”, dijo que aceptará el resultado electoral del 1 de julio próximo.