Elecciones 2012 • (abril 29)
Elecciones 2012 lunes 30, Abr 2012Augusto Corro
Los candidatos al gobierno capitalino tienen dos meses para ganar votos.
Su campo de acción se encuentra en una de las urbes más grandes del mundo, con sus problemas mayúsculos.
Concretamente, el Distrito Federal tiene más de 20 millones de habitantes.
El discurso de los políticos tiene donde inspirarse. Por donde se le vea, los capitalinos enfrentan un sinnúmero de problemas, entre otros: inseguridad y corrupción.
A pesar de que los gobiernos perredistas presumen que la Ciudad de México tiene un buen índice de seguridad, la vida nocturna refleja otra cosa.
Ya son muchos los que prefieren quedarse guardados en casa, para no exponerse a los delincuentes. No se animan a salir a pasear después que oscurece. Las cifras oficiales de que en la capital no pasa nada, son diferentes al sentir de quienes viven en el valle de México.
Desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) la delincuencia se ha incrementado. Es una cuestión de lógica. ¿Si no hay trabajo, que ocurre con los millones de desempleados? Pues son tentados por el crimen organizado y algunos pasan a formar en sus filas.
Vamos a suponer que se trata de un fenómeno social incontrolable, muy difícil de resolver; pero hay otras cuestiones, también sociales que deben ser atendidas por el próximo jefe del Gobierno capitalino. Por ejemplo: la corrupción.
En este tema, el candidato de las izquierdas, Miguel Angel Mancera, tiene la palabra.
Específicamente, en las delegaciones de policía, la corrupción está de plácemes. los agentes del Ministerio Público están convertidos en representantes de la corrupción.
La justicia se vende al mejor postor y aunque esta situación no es una novedad, nadie hace el mínimo esfuerzo por erradicar esos vicios que arrastra la impartición de la justicia.
El doctor Miguel Angel Mancera, como hombre de leyes, tendrá que hablar, en sus discursos, de la necesidad imperiosa de limpiar de corruptos las agencias del MP.
Quizás, esa podría darle una mayor ventaja en su participación para alcanzar la gubernatura en el DF.
El doctor Miguel Angel Mancera, representante del PRD, PT y MC, arrancó como claro favorito en la contienda electoral.
Como puntero, no le interesa participar en la tradicional guerra de lodo.
Quienes tendrán que hacer esfuerzos, por lo menos para hacer un papel decoroso, son las candidatas al mismo cargo, por parte del PRI y del PRD, Beatriz Paredes Rangel e Isabel Miranda de Wallace, respectivamente.
La candidata del Panal, Rosario Guerra, no figura.
Así pues, la izquierda buscará mantenerse en el poder en la capital mexicana y los priistas intentarán llegar en segundo lugar. Al PAN no se le ve ninguna perspectiva de triunfo.
La guerra sucia ha estado controlada y ojalá así continúe. Meterse en el lodazal no produce beneficios.
Isabel Miranda de Wallace trae un discurso político muy superficial que podría ser positivo si lo enriquece con información fidedigna. Se basa en que es el momento de sacar a los malos políticos del Gobierno del DF.
Seguro que los hay; pero se necesita saber quiénes son y que han hecho para ser calificados como malos.
Para Beatriz Paredes, la campaña política será alegre y lejos de las provocaciones.
El incoloro
De plano, al ex presidente Vicente Fox se le borraron los colores. Después de su entrega a Josefina Vázquez Mota en Monterrey, ahora, el guanajuatense volvió a recular.
Dijo que siempre no acompañará a la candidata de su partido (¿?) a los mítines electorales.
“Yo ya no tengo colores, yo ya no soy azul, ni rojo, ni verde, ni blanco, ni amarillo…, yo ahora quiero lo mejor para México y para todos los mexicanos”.
Aunque señaló que sí apoyará a Vázquez Mota de manera “especial”. Vaya, vaya.
Fox se dijo una gente muy, pero muy ocupada, que apenas tiene tiempo para respirar. Luego anunció su viaje a China, por 25 días, en mayo.
Se debe interpretar este viaje como algo que partió de sus propios intereses, o lo “invitaron” a ausentarse del país, temporalmente.
Con la locuacidad de Fox todo se puede esperar, como esta de viajar a China, cuando su presencia en México podría ser importante para su partido, que dicho sea de paso, enfrenta una de las peores crisis internas de su historia.
Fox no solo se destiñó, sino que también optó por ver los toros desde la barrera.