Entender las necesidades de los niños…
¬ Claudia Rodríguez lunes 30, Abr 2012Acta Pública
Claudia Rodríguez
… y no utilizarlos para que resuelvan las nuestras. Esa es la premisa con la que deberíamos atender su presente y ver por su futuro.
Los niños cuando se manifiestan lo hacen con su perspectiva infantil, la cual, poco se asemeja a la de los adultos hasta antes de los 13 o 14 años de edad. Los estudios de psicología infantil desde hace décadas, manifiestan sentimientos reveladores de los pequeños sobre los límites y enseñanzas que los adultos les proporcionamos y por lo cual su visión del bienestar puede incluso chocar con las del mundo del orden y la productividad. Para la mayoría de los chicos, la escuela es una cárcel. Un médico es igual a alguien que le infringirá dolor.
Una caja de cartón tiene un montón de posibilidades. Una pared no es un muro, es una pizarra. Si para los adultos el camino de la vida se ve cada vez más estrecho, para los pequeños es como un espacio con infinidad de posibilidades.
Un animal pequeño como un insecto, para los adultos es siempre una molestia, en cambio para los chicos es una maravilla cosificada.
Es por eso que utilizar a los niños para satisfacer nuestras necesidades o incluso, obtener una ventaja, es simplemente una anomalía de los adultos.
Ahora que “los niños incómodos” en un video no tan nuevo, exigen a los maestros concentrar sus esfuerzos para ser mejores y que entonces los afanes que ponen los niños en ir a la escuela y hacer sus tareas tenga rendimientos, me pregunto por qué “los niños incómodos” no se han atrevido a cuestionar el origen de todo lo que no funciona bien y que está permeado por el poder económico y la corrupción. No lo hacen, porque entonces, quienes han patrocinado todas estas campañas hacia ciertos gobiernos, partidos políticos, sindicatos y organizaciones civiles en principio, tendrían que cuestionar el actuar propio como individuos en su entorno familiar de origen, y en su caso, el que en segunda instancia han conformado.
¿Cuál ha sido nuestro verdadero aprendizaje y comportamiento como hijos? Para muchos es difícil tirar el velo de lo que hacia afuera parecía una “familia funcional”. ¿Cuál es nuestro desempeño como adultos en diferentes ámbitos y escenarios?
Cabría preguntarnos infinidad de tópicos sobre nuestro desempeño como parte de una familia, una comunidad o un centro laboral.
En mi caso, tendría que plantearme qué tan comprometida estoy con mi papel de madre y mi función formadora de valores de tres hijos y evaluar mi desempeño incluso frente al de su propio padre, de sus maestros, de los padres de sus otros compañeros y así también, del policía de la cuadra, de los legisladores y gobernantes correspondientes, de los médicos del sector social que nos atienden, etc.
Es fácil poner el dedo acusador lo más lejos de nuestro cuerpo, pero a la inversa es a veces hasta impensable. Los gobernantes, los legisladores, los maestros, los médicos, los policías, los ingenieros, los arquitectos, los comerciantes y más, somos nosotros mismos, así que no utilicemos a los niños para cubrir nuestros errores individuales enmascarados en la colectividad.
También los periodistas somos individuos. Por lo que es inmoral, acusar del magisterio sus deficiencias y hacer mutis en lo individual y arropados por el medio, en los casos en que nuestros valores hacia la familia estén distorsionados.
Acta Divina… En la celebración del “Día del Maestro” del 2011, la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo advirtió sobre la educación de los mexicanos, que: “Es de tal tamaño el reto que nadie puede hacerlo por sí solo. Absurdo sería suponerlo, como absurdo es que quienes creemos y aspiramos a lo mismo, nos desgastemos en enfrentamientos que a nada nos conducen”.