¿Y ahora?
Roberto Vizcaíno jueves 19, Abr 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Las encuestas dadas a conocer en días recientes, indican que Peña Nieto sube cada vez más
- La estrategia de golpeteo y descalificación de Acción Nacional no logra detenerlo y bajarlo
- Entre inconformidades se aprobó el dictamen de la nueva reforma política
En la feria de las encuestas, la de Gea-ISA que publica diariamente Milenio, es la más sobresaliente por su vinculación y larga relación con el PAN y su gobierno. Esta indica que el priísta Enrique Peña Nieto llegó a 55 por ciento de las intenciones de voto mientras que la panista Josefina Vázquez Mota baja a 24 por ciento y el perredista Andrés Manuel López Obrador sigue en 19 por ciento y Gabriel Quadri del Panal ya suma 2 por ciento.
El caso es que de acuerdo a este sondeo, si hoy fuesen las elecciones ni todos juntos superan al mexiquense.
Pero uno de los temas de fondo de todo esto es que Peña Nieto ya llegó al 55 por ciento. La interrogante es: ¿hasta dónde va a llegar?
¿Qué significa este ascenso al parecer sin tope que sigue al priísta?
Faltan unos 72 días para que termine esta contienda y si las cosas se mantienen, pues el priísta no sólo ganará, sino que arrasará.
Este escenario se daría dentro de un contexto en el cual parecía que habían terminado las épocas de los llamados “zapatos” electorales, que no son otra cosa que lograr no sólo la mayoría de los votos, sino un porcentaje muy superior.
Por estos días también conocimos de otras encuestas. Está la muy esperada de Consulta Mitofsky, la de Parametría y la de Demotécnia que dirige María de las Heras.
Ni para qué acudir a ellas. Con sus particularidades dicen prácticamente lo mismo que la de Gea-Isa.
Una ratifica a la otra. Pareciera entonces que existe un triunfo adelantado. Inevitable por la voluntad de la mayoría de los mexicanos.
La obviedad nos indica que la mayoría de aquellos que pueden votar en este país, lo harán por Peña Nieto.
Pero, insistimos, ¿qué significan estos resultados?
Lo que me queda claro de entrada es que podríamos estar frente a un desfonde del PAN y la evidente derrota de su candidata. Pero sobre todo ante el fracaso de Felipe Calderón.
La cuestión es que antes que bajarle preferencias, a cada ataque en su contra Peña Nieto sube.
¿Por qué entonces insisten en esa campaña de golpeteo, descalificación contra el mexiquense? ¿será que realmente creen que con esa guerra mediática pueden remontar los casi 30 puntos que le saca el priísta a la panista? ¿En verdad consideran que le pueden ganar?
Mucho se ha hablado en otros medios que eso significaría quitarle 2.5 puntos a Peña Nieto cada semana entre hoy el 1 de julio próximo.
Es decir, lograr que un millón de personas que hoy piensan votar por el mexiquense lo hagan por Josefina Vázquez Mota.
Se antoja muy difícil que eso pueda ocurrir.
¿Entonces por qué persisten?
Una respuesta podría ser que Vázquez Mota, la dirigencia del PAN y Calderón ya saben que van a perder, que no hay forma de ganarle por la vía del voto a Peña Nieto y entonces con esta guerra preparan el escenario de la descalificación, del desconocimiento de sus resultados, de la anulación.
Eso sí tiene sentido en este contexto. Pero ahí surge otra interrogante: ¿realmente creen que lo pueden lograr?
¿A poco el PRI se va a quedar cruzado de brazos?, ¿Y el IFE y el Trife están pintados? ¿Y los mexicanos? ¿Y el contexto internacional?, ¿a poco el gobierno de Estados Unidos, los de Europa, se van a tragar este fraude?
Bueno, eso es si realmente están pensando en desconocer estas elecciones.
LA PÁGINA
Por cierto, si usted quiere saber si Peña Nieto cumplió o no sus compromisos como gobernador le sugerimos entre a la página ww.peñasicumple.com donde se supone encontrará toda la información sobre cada caso.
Con esta página el candidato y el PRI le dan respuesta a los spots y a la campaña del PAN y su candidata presidencial, donde se le pretende desacreditar.
REFORMAS
A la actual y muy mermada legislatura dentro del Senado y la Cámara de Diputados, le quedan apenas unos cuantos días de vida. Todos sus miembros deberán concluir su período actual, que es el último dentro del calendario oficial, el próximo lunes 30 de este abril.
Les queda el recurso de citar a período extraordinario, pero la verdad es que no parece que vayan a hacerlo. Las cosas están muy enfrentadas entre las dos bancadas principales, la del PAN y el PRI, por todos los agravios cometidos.
Ayer a contracorriente de la realidad y los hechos, en la comisión de Puntos Constitucionales y la de Gobernación de la Cámara de Diputados, se logró finalmente aprobar el dictamen tan anunciado sobre la nueva reforma política que podría ser presentado al pleno antes del lunes 30.
En este dictamen sin embargo no está incluida la tan debatida y exigida reelección de legisladores y presidentes municipales ni la reconducción presupuestal, ni el veto presidencial al Presupuesto de Egresos.
Los diputados de las mencionadas comisiones aprobaron un dictamen que sólo contiene algunos de los puntos que les fueron propuestos por los senadores en meses pasados.
Y como el vaso se ve desde la perspectiva de cada quien, o medio lleno o medio vacío, los legisladores del tricolor dieron por muy buena esta posible reforma en tanto que las otras fracciones, PAN y PRD fundamentalmente, consideraron que de nuevo sacarán adelante una reforma mocha, incompleta.
Lo que trae este dictamen, es la aprobación de la consulta popular, que de ser aprobada por el pleno, podrá ser promovida hasta el mismo día de un proceso electoral federal.
Otro tema incluido es el de la iniciativa preferente para el Presidente de la República y el establecimiento de los pasos para sustituir al Presidente de la República en caso de ausencia absoluta. Este punto plantea la posibilidad de convocar a un sustituto o a un interino.
En esta nueva reforma política se establecen los mecanismos constitucionales para garantizar que el Presidente de la República que resulte electo, pueda rendir protesta ante el Pleno del Congreso o ante las mesas directivas de las dos Cámaras, o de plano ante el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En este dictamen se establece que la revisión de la Cuenta Pública anual, terminará el 31 de octubre del año siguiente al que sea presentado y con ello ya no podrá guardarse en la “congeladora” legislativa durante años.
Esta reforma prevé que los senadores puedan ratificar a los miembros de los órganos reguladores de Telecomunicaciones, Energía y Competencia Económica.
En este documento se elimina de igual forma la cláusula de gobernabilidad en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Faltó sin embargo incluir la revocación de mandato, las candidaturas independientes y la reelección de diputados, senadores y alcaldes.