No crece Alí
Ramón Zurita Sahagún martes 17, Abr 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Sumamente disgustados, priístas de larga militancia abandonaron el sitio en que Jesús Alí de la Torre, candidato al gobierno de Tabasco, celebraba su cumpleaños el pasado jueves.
Las expectativas superaron el número de asistentes y los alimentos no alcanzaron para todos.
Fueron cerca de 8 mil personas las que concurrieron a este festejo que sirvió como arranque de campaña (aunque oficialmente inician el 14 de mayo) y como vehículo de medición de fuerzas del candidato priísta. Y es que Jesús Alí de la Torre no logra prender en el ánimo de los electores tabasqueños que lo ven como una imposición del centro y la prueba fue que la numerosa concurrencia arribó de los distintos municipios con ayuda, es decir, convertidos en los tradicionales acarreados.
Faltaron los mandos de gobierno, argumentando que era un día de trabajo, cuando el evento fue a la hora de la comida. Tampoco estuvieron los empresarios, ni los priístas tradicionales que han ocupado los principales cargos de elección popular y que han asistido a otros eventos como el cumpleaños de Humberto Domingo Mayans.
Molestó a los asistentes que fueron convocados a las doce del día y el festejado candidato a gobernador llegó a las 13: 15 y todavía más tarde, hora y media después el abanderado de ese partido a la alcaldía de Centro (Villahermosa) Luis Felipe Graham.
La llegada del ex secretario de Salud provocó molestia en Alí de la Torre, quien vio descender su popularidad entre los asistentes.
Con menos de 30 días para el inicio de una corta campaña, los priístas ven con disgusto que su candidato a gobernador no crece y que los esfuerzos por su posicionamiento son infructuosos, mientras que su adversario Arturo Núñez Jiménez, se consolida entre los electores potenciales.
El perredista dio una gran muestra de civilidad y apertura, cuando invitó a los otros dos contendientes (Jesús Alí y Gerardo Priego) a sentarse para discutir las reglas que deberán imperar para los debates, no considerados en la ley estatal electoral.
Se estableció como fecha tentativa el 7 de junio para el primero de ellos, cuando las campañas ya se encuentren en su tercera semana.
En el entorno tabasqueño, manifestado preferentemente priísta durante 82 años, se teme que la prueba que enfrentarán el 1 de julio sea sumamente difícil, en razón de que la decisión de designar como su candidato a Alí de la Torre no logra permear, ni baja a las bases, donde las preferencias estaban por otro aspirante priísta y hoy se dirigen con su voto al otro candidato fuerte.
De los tres candidatos a gobernador que participan en este proceso, los postulados por dos partidos (PRI y PRD) se disputan las preferencias electorales. El otro (PAN), es considerado como un buen candidato, pero sin que su partido pueda impactar entre el electorado.
La fuerza priísta se encuentra apagada, con todo y que ya sanaron las heridas causadas en el proceso interno y que se logró el primer gran acuerdo entre los seguidores del aspirante a gobernador (Alí) y el prospecto a la alcaldía capitalina (Graham).
El acuerdo consiste en empatar las estructuras de uno y otro, para que operen conjuntamente, además de procurar bajar el ruido provocado por el enfriamiento de las relaciones que existió entre los dos personajes.
Se trata de sumar esfuerzos, según las instrucciones recibidas desde el PRI nacional, toda vez que los reportes son alarmantes, ya que mientras Luis Felipe Graham asciende en las preferencias ciudadanas, Jesús Alí de la Torre va en franca picada.
Los reportes de las encuestas que las casas especializadas tienen con el alma en un hilo a los priístas que ven en los muestreos, comparativamente, como la campaña de Enrique Peña Nieto muestra una gran estabilidad, mientras la figura del candidato a gobernador de Tabasco se encuentra sumamente deteriorada.
Uno de los grandes problemas que enfrenta el priísta tabasqueño es que su candidato no supo cauterizar las heridas y éstas se infectaron y se encuentran en punto de pudrición.
El juego perverso realizado con la selección del candidato a gobernador no puede ser digerido todavía por quienes simpatizaban con una candidatura ajena a la de Alí.
Y es que primero fueron embaucados diez priístas que sentían contar con el perfil necesario para competir por la candidatura de su partido, luego, la mitad, fueron eliminados de un plumazo y al final, se usaron métodos coercitivos y de chantaje para sacar al personaje que había sido seleccionado desde el centro del país, por quienes se asumieron como los salvadores del priísmo tabasqueño. Hoy que las cosas no marchan bien, esos dos personajes (Benito Neme Sastré y Humberto Domingo Mayans) que vendieron espejitos entre la dirigencia nacional del partido tricolor y que muestran cercanía con el candidato presidencial no saben cómo desenredar la madeja del ovillo en que convirtieron el priísmo tabasqueño.
DISPUTA PRIÍSTA
La inconformidad crece en algunos sectores del PRI, donde las candidaturas no logran aterrizar, como es el caso del Distrito Federal.
Beatriz Paredes Rangel va en franco descenso y las predicciones que a finales del año pasado la ubicaban con posibilidades de recuperar la plaza para el PRI, son hoy muy distantes. Al interior del PRI capitalino privan el encono, la disputa y las revanchas.
Como parte de la rebatinga existente, se encuentran las protestas que un día sí y el otro también expresan militantes y dirigentes desplazados.
La molestia creció cuando se supo que el partido tricolor pretende, en alianza con el Verde, nominar como candidatos a una serie de personajes que en el pasado reciente militaban en partidos de izquierda.