El enemigo en casa
Elecciones 2012, ¬ Augusto Corro jueves 12, Abr 2012Punto por punto
Augusto Corro
Grave error de los panistas el llegar desunidos a la campaña electoral presidencial.
En una competencia tan reñida los azules se dan el lujo de obstaculizar a su candidata Josefina Vázquez Mota. Otra vez exhorta a la unidad de su partido a dejar atrás los conflictos internos.
La candidatura de una mujer para la Presidencia de la República aún no es asimilada plenamente por los diferentes grupos que forman parte del PAN:
El Jefe Diego y Fox demostraron su misoginia. El primero dijo que las mujeres deben estar en la casa, cocinando, cuidando los niños y esperando que llegue el hombre de la casa. El segundo las calificó como “lavadoras de dos patas”. Si el enemigo se encuentra en casa, se pierde el tiempo buscándolo en otros lugares.
La división de los panistas es una de las causas del estancamiento de la candidatura de Josefina.
Vázquez Mota dice que ella es “La Jefa” y que ya tomó el control total de su campaña y que ha pedido a su partido que se asuma como parte de su equipo y así lo ha hecho. ¿Será cierto? Los yunquistas tienen la última palabra.
La Jefa reinició su campaña en Tlaxcala. Como es la tradición local, le practicaron una limpia con copal y le entregaron el “bastón de mando de la cultura tlaxcalteca”.
Mientras, los muchachos del equipo se dedicaron a entregar vales de gasolina, por valor de cien pesos, a cuanto panista llegara al mitin de apoyo a la candidata azul.
Un drama
Una madre, con un profundo dolor por la separación de su hija, se cosió los labios y se colgó de una cruz en las rejas del Senado. La señora Antonia López Cruz demanda que le entreguen a su hija Concepción, de 6 años, que le quitaron para entregársela a Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en Puebla.
El drama empezó cuando la pequeña se accidentó y se lesionó un brazo. Luego, la coordinadora del ministerio público en esa entidad, Leticia Villaraldo, ordenó que la niña fuera arrebatada de su hogar y llevada a la institución mencionada.
El padre de la menor, Antonio Fernández Sánchez, también se encuentra en plantón afuera del Senado, con sus otros dos hijos.
Al ser entrevistado manifestó: “ (Villaraldo) nos quitó a nuestra hija y nos acusa de maltrato infantil porque la niña, de 6 años, mientras jugaba con su hermanito, se lastimó un brazo.
Aunque le explicamos a Villaraldo lo que pasó, y la propia niña le explicó cómo se lastimó, la funcionaria aprovechó la oportunidad para quitarnos a nuestra hija y la entregó al DIF estatal”.
Añadió:
“Nos quitaron a nuestra hija Concepción (Cuco), en represalia porque mi esposa y yo defendemos a indígenas y campesinos ante la arbitrariedad del gobierno de Puebla, que encabeza Rafael Moreno Valle”.
Finalmente explicó que él y su esposa pertenecen a la organización Alianza Fraternal Suprema Mexicana en Defensa de Derechos Humanos y que la funcionaria Villaraldo les manifestó que abandonen la defensa de los derechos humanos indígenas y campesinos “y entonces les devolverá a su hija”.
Monterrey ¿abandonado?
Se tiene la impresión de que en Monterrey, el baño de sangre continuará sin freno. Ningún sector de la sociedad se encuentra seguro en la capital y tampoco en el estado. Aunque los hechos delincuenciales se han concentrado en Monterrey.
Todos los delitos se practican en esa ciudad, que en otro tiempo fue ejemplo de trabajo y progreso.
En el presente, la delincuencia organizada tiene atemorizados a los habitantes regiomontanos con su violencia irrefrenable que a cado rato lleva el luto a los hogares.
Ocho taxistas “pirata” fueron asesinados a balazos en los sitios donde estacionaban sus vehículos. Como siempre, las autoridades no tienen la menor idea de quién o quiénes son los asesinos.
Tanto el gobernador Rodrigo Medina, como el presidente de Monterrey, Fernando Larrazábal, no han podido contrarrestar las acciones criminales que van desde incendios en un casino y en la cárcel; como la ola de secuestros y asesinatos en la vía pública y en otros centros de reunión. Parece que Nuevo León y su capital se encuentran abandonados a su suerte y a gobernantes ineptos, que no le encuentran la cuadratura al círculo.
Justicia
Tarde o temprano se hace justicia. Nos referimos a los asesinos que tenían asolada a Ciudad Juárez.
José Antonio Acosta Hernández (a) El Diego y cada uno de sus cómplices, acusados de mil 500 muertes en la mencionada ciudad, la masacre de Villas del Salvácar y la muerte de tres empleados del Consulado estadounidense, pasarán el resto de sus vidas en celdas de 1.5 metros de ancho por 2 metros de largo: “sin pertenencias personales, ni comunicación directa con amigos y familiares, quienes sólo podrán observarlos a través de cristales de alta seguridad, en una de las cárceles de mayor seguridad ubicada en el distrito oeste de Texas”.
Las celdas están diseñadas para que los presos no se vean unos a otros y pueden pasar hasta 8 días para que logren ver a un guardia. Los muebles de sus celdas no son movibles. El objetivo es una total privación sensorial. El Diego fue condenado a 10 cadenas perpetuas por la Corte del Distrito Oeste de Texas por narcotráfico, asociación delictuosa, lavado de dinero, homicidio y posesión de armas, de acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El citado narco, uno de los líderes del Cártel de Juárez, ordenó la muerte de mil quinientas personas, entre ellas la de la funcionaria consular estadounidense en la ciudad fronteriza, Leslie Enríquez, su esposo Arthur H. Redelf y Jorge Salcido Ceniceros, marido de otra empleada consular.