El enredo tabasqueño
Ramón Zurita Sahagún jueves 8, Mar 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Tres familias se disputan las mieles del poder político en Tabasco, entremezclados en los dos principales partidos, juegan a concentrar el poder, sin importar que en su propósito pongan en riesgo al estado.
Arturo Núñez Jiménez, candidato del PRD y Jesús Alí de la Torre, candidato del PRI, antes jefe y subordinado, respectivamente, se encuentran en riesgo de ser arrastrados por las ambiciones políticas de las tres familias que pretenden ejercer el poder en esa entidad.
Los hermanos Mayans Canabal, los hermanos López Hernández y uno de los hermanos Neme Sastré, se disputan el control del estado, en una extraña mescolanza que amenaza con hacer crisis el primero de julio próximo.
El enredo es terrible, tanto que los electores no alcanzan a descifrar las maniobras de unos y otros.
Humberto Mayans Canabal, ex perredista es candidato a senador, primero en la fórmula del PRI, su hermano Fernando es candidato del PRD al mismo cargo, pero segundo en la fórmula, por lo que necesita ganar para acceder al Senado de la República.
Fernando lleva como primero en la fórmula del PRD al cuñado de su hermano Humberto, Adán Augusto López Hernández, quien también lleva asegurado el tránsito al edificio de Insurgentes y Reforma.
La hermana de Adán y, por ende, también cuñada del neopriísta Humberto, es Rosalinda López Hernández quien va con el respaldo del PRD por el ayuntamiento de la capital de Tabasco.
El nuevamente priísta Humberto se encuentra distanciado de su hermano Fernando, pero no de sus cuñados Adán y Rosalinda y se asume como el principal operador del PRI.
La actual estructura del partido fue diseñada paso a paso por Humberto Mayans desde la secretaría estatal de gobierno que ejerció durante cuatro años, por lo que él la manipula a su gusto.
Fue el principal promotor de la candidatura de Jesús Alí de la Torre, proyecto en el que se asoció con un miembro de la familia Neme Sastré, hijo del ex gobernador Salvador Neme Castillo, con Benito Neme Sastré, Consejero Jurídico del CEE del PRI.
La alianza entre los Neme y Humberto Mayans es sumamente atípica, ya que el mismo Humberto fue uno de los artífices de la salida de Salvador Neme Castillo del gobierno de Tabasco y principal operador en contra de la candidatura a gobernador del padre de Benito. Tal vez, la familia Neme Sastré sufre de amnesia o le conviene olvidarlo, en sus ambiciones políticas, pero Humberto Mayans operó desde la secretaría de gobierno del gobernador José María Peralta la ofensiva en contra del entonces candidato priísta.
Pero ahora en consecuencia de obtener el poder en Tabasco, los dos se unieron a favor de la candidatura de Jesús Alí y en detrimento de las posibilidades de Luis Felipe Graham, el aspirante priísta mejor posicionado y quien fue relegado con el premio de consolación a la alcaldía de Villahermosa (Centro) que ahora disputará con la perredista Rosalinda López, cuñada del mismo Humberto Mayans.
Graham, secretario de Salud del gobierno de Andrés R. Granier Melo, sabe a lo que se enfrenta, ya que mantuvo amplias diferencias con el entonces secretario de gobierno, lo que sirvió como pretexto para que fuese vetado en sus propósitos de convertirse en candidato del tricolor al gobierno estatal.
El cuadro ya está dibujado a lo que quería el intrigante y perverso Humberto Mayans Canabal y solamente está a la espera de que se concreten sus planes. La idea es que Humberto y su cuñado Adán Augusto sean senadores y su hermano Fernando pierda.
A cambio de ello, los priístas conservarían el gobierno estatal con su candidato Alí de la Torre y la familia Mayans-López se adjudicaría el ayuntamiento de Villahermosa (Centro).
De esa manera, el ya senador Humberto Mayans quitaría del camino a su adversario Graham Zapata y asumiría con el respaldo de sus cuñados Adán y Rosalinda el control político del estado.
La disputa con Benito Neme vendría después y ahí será una batalla feroz, en la que no se puede marcar favorito, por el momento.
¿Y los electores de Tabasco? Ellos irán a las urnas el primero de julio y pueden definir la situación.
VAN POR TODO
Los priístas armaron su trabuco en Jalisco, estado que confían en rescatar, después de tres administraciones sexenales panistas. Alberto Cárdenas Jiménez, Francisco Ramírez Acuña y Emilio González Márquez, no han dejado satisfechos a los electores que los llevaron a gobernar esa entidad, por lo que los priístas expresan su seguridad de que la insatisfacción ciudadana es su mejor aval.
En su proyecto se define presentar un candidato a gobernador joven y con seguidores, como es Jorge Aristóteles Sandoval, pero apoyado por otros personajes que respalden su nominación y no le resten votos.
De esa manera se decidió que Arturo Zamora Jiménez, ex candidato al gobierno estatal, fuese sembrado como primero en la fórmula senatorial y Ramiro Hernández García, otro ex aspirante al gobierno estatal, fuese ungido como el prospecto para el ayuntamiento capitalino (Guadalajara). Jorge Arana Arana, candidato a gobernador en 2000, repite como candidato al ayuntamiento de Tonalá.
Héctor Robles disputará la alcaldía de Zapopan, Alfredo Barba Mariscal la de Tlaquepaque, Sergio Ramón Quintero, Ixtlahuacán de los Membrillos; Adrián Salinas, Tlajomulco de Zúñiga; José Pastor Martínez, Juanacatlán y José González Díaz, El Salto.
Las principales plazas a disputar son el gobierno estatal donde Fernando Guzmán Pérez-Peláez y Jorge Aristóteles Sandoval, representarán a los panistas y priístas, respectivamente, y el ayuntamiento de Guadalajara en que los senadores Alberto Cárdenas y Ramiro Hernández, pelearán voto por voto, con el antecedente de que Alberto le ganó a Ramiro hace 6 años.