Contracorriente
Ramón Zurita Sahagún jueves 1, Mar 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
De las siete entidades que elegirán gobernantes el próximo 1 de julio, Guanajuato es la más complicada por el PRI, donde menos oportunidades de triunfo se le conceden. Tal vez por eso fue, junto con Chiapas (donde ya está decidido el nombre del candidato) el estado con mayor retraso para la nominación de su abanderado.
Finalmente, Juan Ignacio Torres Landa, miembro de una dinastía política estatal, resultó el ganador de la rifa del tigre en que se convirtió el estado para los candidatos ajenos al PAN.
Hijo del mítico Juan José Torres Landa (gobernó en la década de los 60), considerado el arquitecto de la modernización de la entidad, Juan Ignacio es uno de los tantos juanes de la familia y ya fue candidato al gobierno del estado hace 12 años, perdiendo en forma abrumadora ante el hoy candidato al Senado de la República, Juan Carlos Romero Hicks.
Juani, como es conocido el empresario y político, cuenta con relativa popularidad en la entidad y dejó sembrados en el camino a varios militantes del partido que anhelaban la candidatura, siendo el más sobresaliente el senador Francisco Arroyo Vieyra, quien será recompensado con una candidatura a diputado federal plurinominal.
La recompensa para Arroyo Vieyra es necesaria, ya que era el aspirante priísta mejor posicionado en las encuestas, aunque alejado de todos los aspirantes que tenía el PAN.
Cada una de las diversas encuestas situaba al senador Arroyo Vieyra a una distancia entre siete y diez puntos de los panistas Jose Ángel Córdova, Miguel Márquez y Ricardo Torres Origel. Torres Landa estaba bastante más alejado de esos porcentajes.
Ante la pobreza de su oferta electoral, los priístas intentaron negociar con José Ángel Córdova, derrotado en la contienda interna del PAN y sumamente dolido por la forma en que fue vencido.
Le ofertaron de todo, tentándolo para dejar las filas del blanquiazul, aunque no cuajó la negociación y ante la premura de tiempo, Juani resultó el beneficiado.
Su reto es grande, ya que vencer al PAN en la cuna del sinarquismo y en el feudo de “El Yunque”, parece una misión difícil de lograr.
No es que Acción Nacional se hubiese significado por sus grandes logros en los 21 años de gobierno o que la ciudadanía esté satisfecha con las gestiones de sus gobernantes y que el desempeño de Carlos Medina Plascencia, Vicente Fox Quesada, Ramón Martín Huerta, Juan Carlos Romero Hicks y Juan Manuel Oliva haya sido satisfactorio.
Por el contrario, hay grandes rezagos en el estado y sospechas de malos manejos con los dineros del pueblo.
Una de las grandes dudas a despejar es la compra de terrenos a altos precios para la instalación de una nueva refinería, que le fue adjudicada a Hidalgo y que todavía no se inicia.
Otra es el control que mantiene sobre la maquinaria panista el gobernador Oliva Ramírez y que echó a caminar en la elección del 5 de febrero, en beneficio de su “delfín” Miguel Márquez, la que dejó sumamente aceitada para usarla nuevamente el 1 de julio.
En las semanas siguientes saldrán a colación una serie de eventos desarrollados en la presente administración sexenal, tendente a mostrar las tropelías cometidas por la administración del actual gobernador Juan Manuel Oliva y en la que, se dice, están inmersos algunos familiares cercanos.
Remontar le será sumamente difícil a Juan Ignacio Torres Landa, aunque su confianza se deposita en que el efecto Peña le alcance para recuperar la segunda entidad perdida por el tricolor y que, al igual que la primera, no logra reconquistar, luego de dos décadas de gobierno panista.
Torres Landa sabe que irá contracorriente, pero confía en que las segundas partes sean buenas en esta ocasión.
HERNÁNDEZ VS CÁRDENAS
El senador priísta Ramiro Hernández va por la revancha contra su homólogo Alberto Cárdenas, aunque en esta ocasión, será en contienda por la presidencia municipal de Guadalajara.
Hace seis años, Cárdenas consiguió vencer a Hernández en la disputa por la senaduría de mayoría que recayó en el ex gobernador de Jalisco, aunque el propio Ramiro logró su ascenso al Senado de la República, por la vía de la primera minoría. Ahora, la disputa electoral será en terrenos de la capital del estado de Jalisco, el que ya gobernó Alberto Cárdenas y desde el que se catapultó para ser secretario de Medio Ambiente y de Agricultura en dos sexenios panistas distintos.
Ramiro ya intentó en dos ocasiones ser candidato priísta al gobierno del estado, quedándose en ambas en el camino. En la primera fue vencido en la interna por Arturo Zamora Jiménez y en ésta dejó el camino libre a Jorge Aristóteles Sandoval.La contienda suena interesante y habrá que esperar al 1 de julio para saber cuál de los dos resultó vencedor de una plaza política sumamente interesante.
ÉXODO SENATORIAL
Conforme se acercan los tiempos electorales, los senadores propietarios se van ausentado de sus labores, para postularse como candidatos a otros cargos de elección.
Recién apenas solicitaron licencia María Elena Orantes y Manuel Velasco Coello, para competir entre ambos y por partidos distintos por el gobierno de Chiapas. Alberto Cárdenas y Ramiro Hernández se enfrentarán por la alcaldía de Guadalajara, representando al PAN y al PRI, respectivamente.
Arturo Núñez y Graco Ramírez competirán con las siglas del PRD, serán candidatos a los gobiernos de Tabasco y Morelos, respectivamente.
Adrián Rivera irá, seguramente, como abanderado del PAN al gobierno de Morelos. Otros políticos de los diferentes partidos saltarán al trapecio legislativo, con su consiguiente red de protección que les significan las nominaciones plurinominales.