Avaricia, motivo de ruptura
¬ Claudia Rodríguez martes 24, Ene 2012Acta Pública
Claudia Rodríguez
Ahora que el líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Pedro Joaquín Coldwell, anunció el término de la coalición electoral con el Partido Nueva Alianza (Panal) y la permanencia de tal asociación con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) rumbo a las próximas elecciones federales, son varias las especulaciones y hasta las explicaciones de los motivos que derivaron en la ruptura con el poder, a veces intangible de la lideresa del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), la profesora Elba Esther Gordillo.
La explicación está a mi modo de ver, más allá de las propias elecciones del próximo julio. El escenario preelectoral se soslayó ante esta ruptura. No vieron los contras antes de la jornada electoral, sino las del después.
Claro que el Panal pedía escaños legislativos en el Senado y en la Cámara de Diputados -y más tarde estaría por gestionar puestos en los organismos gubernamentales- y eso, representa poder de decisión y de “amarres” políticos con el Poder Ejecutivo y el Judicial, e incluso con el mundo empresarial y la sociedad misma. Pero muchos priístas veían con malos ojos que les robaran los de Nueva Alianza, esos escaños por al menos un millón de sufragios o poco más, que representan el voto magisterial.
Pero apuesto a que a cada uno de los que encabezaron la rebelión priísta contra la alianza con la profesora Gordillo, no les interesa la fuerza de su partido, ni el papel que juegue en las próximas elecciones, sino su propio e individual interés.
Y cómo no había de ser así, si ante la oleada de desempleo que en todos los ámbitos aqueja al país, nada más habría que recordar los supersueldazos de los legisladores y uno que otro funcionario de la administración pública en México.
Esos que avalan los golpes arteros a las economías de cada familia mexicana, ganan sueldos groseros. Un diputado obtiene mensualmente mínimo, un total de $152,303.00, de los cuales $77,745.00 son por su dieta mensual, $45,786.00 de Asistencia Legislativa y $28,772.00 por el rubro de Atención Ciudadana -cualquier cosa que esto signifique. Al igual que los diputados, los senadores de la República ganan como mínimo su dieta mensual que se tabula en $126,800.00, a lo que habría que agregar los pagos por su puesto y jerarquía, así como por las comisiones legislativas en las que participa.
¡Todo un lujo el cuerpo legislativo para el pueblo de México! Más cada uno de sus elementos cree que lo valen.
Sí, avaricia y nada más, es el motor que dibuja las componendas entre partidos y particulares, el trabajo legislativo y de gobierno de hoy y mañana en nuestro México.
¡Qué decepción!
Acta Divina… Sobre la disolución de la alianza entre el PRI y el Panal de cara a las próximas elecciones federales, el líder nacional priísta, Pedro Joaquín Codwell anotó: “No es una ruptura, es una separación amistosa…”.