Peña y Manlio van por otro modelo social
* Especiales, Roberto Vizcaíno martes 18, Oct 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Beltrones propone la “universalización” de todos los programas sociales
- Peña Nieto plantea un nuevo modelo social que tenga un seguro de desempleo
- Calderón dice que no dijo lo que dicen que dijo, y el PRI amenaza con procesarlo
Así como hace una semana plantearon desde Chihuahua la necesidad de aplicar en México un nuevo modelo económico, Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones propusieron ayer desde Campeche ir a otro modelo social para el México del siglo XXI, modelo sin asistencialismos ni clientelismos.
Precandidatos del PRI a la Presidencia de la República, el mexiquense y el sonorense participaron en el segundo de los foros que la Fundación Colosio del PRI promueve para la construcción de un programa de gobierno ser presentado a los ciudadanos dentro de la campaña hacia el 2012.
Esta vez, como en la anterior, Peña Nieto presentó un decálogo, pero ahora para atacar los graves problemas sociales del país y suplir con sus propuestas los programas de la Secretaría de Desarrollo Social, que fueron convertidos por los gobiernos panistas en mecanismos asistenciales y clientelares.
De entrada, el ex gobernador del Estado de México -quien cuenta con las mayores preferencias electorales a 8 meses y días de los comicios presidenciales del 1 de julio de 2012-, propuso que el nuevo modelo social deberá otorgar atención de salud a todos los mexicanos, trabajen o no, y sólo por el hecho de haber nacido en México.
Este nuevo modelo social deberá tener además como eje fundamental un seguro del desempleo y otro de riesgo de trabajo.
El nuevo modelo no tendría mucho futuro sin un cambio en el sistema educativo y sin una nueva política de desarrollo industrial, agregó.
De ahí que, en términos generales, insistió, lo que se requiere, es establecer y aplicar un sistema de seguridad social universal.
Este sistema operaría bajo un solo principio: que todos los mexicanos tuvieran acceso a él por el simple hecho de haber nacido aquí, y no requerirían tener un trabajo, como se exige ahora.
Previamente, Peña Nieto presentó su diagnóstico sobre la pobreza y la desigualdad en México, para concluir que los programas clientelares que hoy sigue el gobierno federal deben transformarse en acciones que detonen empleo y proyectos productivos.
“Lo que propongo es la creación de una segunda generación de programas de desarrollo social que permitan incorporar a la población menos favorecida a la actividad productiva, a través de microcréditos a la palabra y con apoyo de créditos para el desarrollo de empresas sociales”, indicó.
Dentro del cambio al sistema educativo, planteó instituir jornadas escolares completas, de 8 horas continuas, en las que se les otorgue a los alumnos lo mismo educación artística, clases de inglés, así como desayunos y almuerzos, al tiempo de que se incremente la oferta a nivel universitario, a través de la construcción de mayor infraestructura y la aplicación de nuevas tecnologías para impulsar a la universidad digital.
Peña Nieto indicó que tampoco se debe eludir más la responsabilidad del Estado frente a quienes viven en pobreza alimentaria. A ellos, el Estado mexicano tiene la obligación de garantizarles sus necesidades nutricionales a través de un ingreso suficiente, tengan o no empleo.
Consideró que por ello es urgente incorporar al sur de México al proceso de desarrollo a través de programas industriales, agropecuarios y turísticos.
En cuanto a la inequidad de género, que hoy se sufre en algunas regiones del país, dijo, se deben aplicar programas sociales que vean por un desarrollo educativo, económico y social, sobre todo entre pueblos indígenas y en la atención de discapacitados.
UNIVERSALIZACIÓN: A su vez, el senador Manlio Fabio Beltrones propuso la universalización de todos los programas sociales en México.
Consideró que México no puede ya ignorar que dentro de sus 113 millones de habitantes, sólo 21 millones tienen un empleo y un ingreso para vivir en suficiencia, mientras que unos 40 millones más viven en la vulnerabilidad, es decir, en el riesgo de que en cualquier momento pueden ingresar a los niveles de pobreza, y que 52 millones se encuentren en pobreza.
Consideró Beltrones que estos números, que dejan al descubierto fríamente los alarmantes niveles de desigualdad, hacen ver que el país requiere de un cambio de fondo en su modelo social, para dejar atrás el asistencialismo clientelar.
“El nuevo modelo de desarrollo requiere para su instrumentación de un nuevo pacto social entre los actores políticos, sociales y económicos, respecto al propósito central del crecimiento sostenido y el desarrollo con equidad, a cuyo logro deben orientarse todos los esfuerzos”, indicó.
Así, ambos precandidatos avanzaron en sus respectivos planteamientos y propuestas para la elaboración del programa de gobierno que hoy realiza el PRI.
ACLARACIONES: Dentro de este mismo foro, Peña Nieto llamó al priísmo a no caer en las provocaciones “vengan de donde vengan”, en abierta referencia a los señalamientos atribuidos por The New York Times al presidente Felipe Calderón.
Dijo que el país entero sabe que los priístas están comprometidos “indeclinablemente” en el esfuerzo de combatir al narcotráfico y que esta lucha debe darse en el marco de la ley, “la cual no es negociable”, por ello, pidió a sus correligionarios a no caer en distracciones que los aparten del proyecto que tienen para 2012.
Mientras tanto, para el presidente Felipe Calderón y su equipo, fue el de ayer un día de aclaraciones, de insistir en que no dijo lo que The New York Times dijo que dijo.
Uno de los primeros en salir a hacer aclaraciones fue el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, quien aseguró que es falso que Calderón haya señalado al PRI como un partido que pacte con el crimen organizado.
Mientras tanto, desde la trinchera del tricolor, no dejaron de caerle reclamos y amenazas al Presidente de la República, entre ellos el del dirigente nacional de este partido, el profesor Humberto Moreira, quien afirmó que “aquellos que consideran que los priístas quieren pactar con el narco, están confundidos… ¡Basta de guerra!… “, exigió.
A su vez, a través de un comunicado oficial, el PRI indicó: “Las declaraciones infundadas y engañosas del presidente Felipe Calderón –respecto de que los priístas podrían estar pensando en pactar con narco y delincuencia organizada-, atentan contra el principio de imparcialidad al que como servidor público lo obliga la Constitución General de la República, y constituyen una intromisión en el proceso electoral federal que inició el pasado 7 de octubre, frente a lo cual, en breve, el PRI procederá ante las instancias legales correspondientes”.
En el mismo documento, el tricolor recuerda que no hace mucho el Trife concluyó que el Presidente de la República violó la Constitución en materia electoral, dejando la idea de que el PRI puede interponer ahora un recurso formal contra los supuestos dichos de Felipe Calderón.
“El Presidente de la República debería estar para dar respuesta a la demanda de los mexicanos por restaurar la seguridad personal y familiar y por la certeza de poder ejercer las libertades individuales y políticas”, indicó el PRI.
Luego aclaró que tanto este partido como los gobiernos emanados de sus filas tienen el compromiso de combatir al crimen organizado.
El diputado Sebastián Lerdo de Tejada, representante también del tricolor ante el IFE, señaló que haber dicho a un diario como “The New York Times” que “muchos priístas quieren pactar con el crimen” no sólo “es frívolo e irresponsables, sino también ilegal”.
En este mismo contexto y tendencia, el diputado federal hidalguense David Penchyna, vocero del PRI, adelantó que los abogados y el Departamento Jurídico de su partido analizan interponer una posible denuncia contra el presidente Felipe Calderón por la presunta violación a las disposiciones electorales que representa su campaña contra el tricolor.
“Estamos haciendo la valoración jurídica para proceder contra el Presidente de la República”, insistió al señalar que lo dicho por Calderón al importante diario norteamericano es abiertamente una difamación.
Acorralado por los acontecimientos derivados de la declaración periodística de Calderón, el presidente del IFE, Leonardo Valdés, aceptó que, de presentarse la denuncia priísta, el organismo investigará y, si procede, aplicará las sanciones correspondientes, así sea Calderón Presidente de la República.