La Guzmán retumbó el Auditorio Nacional con Moderatto
* Especiales, Espectáculos lunes 26, Sep 2011- La cantante agradeció al público su fidelidad
Gloria Carpio
El reloj marcaba las 20:43 del pasado viernes cuando el Coloso de Reforma estalló en jubilo por los casi diez mil asistentes al concierto de celebración por veinte años de carrera de Alejandra Guzmán quien desde un inicio salió al escenario entregada a sus fieles seguidores.
Alejandra Guzmán, la feliz festejada compartió escenario, aplausos y triunfó con sus amigos de Moderatto, con los cuales también abraza un recién otorgado Disco de Platino, la mancuerna Guzmán y Moderatto, han resultado un rotundo y novedoso éxito.
Con dos horas y ocho minutos de música de rock y bellísimas baladas, bastaron para que el Auditorio Nacional se convirtiera en un “hospital siquiátrico, lleno de locos enfermos” Adjetivo que utilizó el sensacional Brian Amadeus, vocalista de Moderatto, para describir el recinto.
Las intensas luces rojas y azules bañaron a la rockera; los fastuosos juegos pirotécnicos avivaban aún más los ánimos del respetable, que celular en mano, les respondían a sus ídolos con miles de lucecitas. Ese fue también otro espectáculo, iniciado por el “mejor público del mundo”: el mexicano.
Mírala, Míralo; Muriendo Lento, Mala Hierba, Verano Peligroso, Llama por Favor y Ten Cuidado con el Corazón, fueron los primeros temas de una lista de 23 interpretados, que prendieron a la gente y provocaron que la sala del gigante se transformara en una marejada de brazos en alto, que en un exacto vaivén, siguieran y acompañaran el sensual ritmo de una Alejandra que “después de veinte años, quiere más, hasta morir arriba de un escenario”.
La Guzmán quién lució cuatro modernos y elegantes cambios de vestuario plumas, alas, minifaldas, botas, penachos, sombrero y un saco amarillo demostró una vez más que es toda una profesional y amante fiel de su carrera, ya que desobedeciendo las órdenes ¡tajantes! de su “infartado” médico, a quién dedicó su actuación, bailó, brincó, se estremeció y se esforzó por ser la misma mujer torbellino de siempre.
¡Hey, Güera!, Sin ti, Eternamente eternamente bella (a ritmo de banda), Reina de corazones, Hacer el amor con otro y Día de suerte, fueron el colofón de oro para la gran fiesta que estaba a punto de terminar a las 22:32 horas, aunque eso lo impidió el público, quien pedía más “otra, otra”.