Concamin prevé un 2012 complicado
Nacional lunes 19, Sep 2011- El organismo empresarial considera que el próximo año estará marcado por la desaceleración de la planta productiva
La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) consideró que 2012 será un año crucial y complicado para la actividad económica nacional, y estará marcado por la desaceleración de la planta productiva.
En su reporte ‘Radiografía de la economía y la industria mexicana’, apunta que a nivel mundial aumentan las probabilidades de una desaceleración, pero en las últimas semanas también se ha fortalecido el temor de una recesión, así sea moderada.
En México, refiere, el gobierno federal entregó a los legisladores el presupuesto 2012, cuyo escenario prevé un crecimiento menor de la economía, estimado en 3.5 por ciento, lo que significa que el año próximo estará marcado por la desaceleración de la planta productiva.
Tanto la inflación como el déficit en las finanzas públicas se mantendrán en niveles moderados, alrededor de 3.0 y 0.2 por ciento del PIB, en ese orden, por lo que la estabilidad macroeconómica seguirá siendo uno de los objetivos centrales.
Ante ello, continúo, el debate sobre la composición del gasto deberá privilegiar las partidas con mayor impacto sobre el desempeño del mercado interno, en particular la inversión en infraestructura, pues es el mejor mecanismo para impulsar el avance de la economía en su conjunto, dado el debilitamiento esperado en el sector exportador.
Ante este panorama, la Concamin hizo un atento llamado a los legisladores para actuar con responsabilidad, evitando la politización del debate y teniendo en cuenta que el mejor presupuesto es aquel que se ejerce con eficiencia, transparencia absoluta y sin retrasos.
Además, sin subejercicios que frenen el desempeño de la economía mexicana en lo que, sin lugar a dudas, ‘será un año crucial y complicado para la actividad económica nacional’.
Por otra parte, el organismo expuso que tras un breve periodo de calma los mercados de valores de Asia, Europa y América, se sumergieron de nueva cuenta en una etapa marcada por la volatilidad, la desconfianza y la incertidumbre.
En su opinión, la economía mundial se debate en medio de tres focos de tensión cuyos efectos seguirán cimbrando al mundo de las finanzas y acrecentando las dudas en torno al futuro inmediato de la actividad económica internacional.
El primero se refiere a la fragilidad de las finanzas públicas y los sistemas financieros de algunas economías del orbe, en particular las europeas.