La automedicación del Ozempic para bajar de peso provoca una alerta sanitaria
* Destacadas martes 10, Dic 2024
Prolifera la venta en el mercado negro, vía redes sociales, del fármaco Ozempic, ahora usado por muchas personas para bajar de peso, pero su automedicación podría generar daños graves a la salud, que pueden ir desde envenenamientos por contaminación hasta infartos por hipoglucemia.
Este fármaco, que contiene semaglutida, pertenece a una clase de medicamento conocidos como agonistas del GLP-1 (glucagon-like peptide-1), que imitan la acción de una hormona natural del cuerpo encargada de regular el azúcar en la sangre y la función intestinal, por lo cual fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el manejo de la diabetes tipo 2.
El costo de este medicamento se eleva hasta los 7 mil 500 pesos (más caro que su precio regular en farmacias) en el mercado ilegal, donde también se ofrece el Saxenda, que puede encontrarse desde mil 200 pesos. La situación se repite con el Victoza, cuyo precio más bajo se ubica en 800 pesos.
Saxenda, Victoza, Ozempic y Wegoby, fármacos desarrollados para controlar el azúcar en la sangre, han sorprendido al mundo con un beneficio adicional: la pérdida de peso. Basados en la hormona GLP-1, aumentan saciedad y ralentizan la digestión, lo que provoca una reducción significativa de peso.
Su efectividad es tal que famosos como Elon Musk, Amy Schumer, Oprah Winfrey, Sharon y Kelly Osbourne, han declarado usar Ozempic y Wegoby, para bajar de peso.
Sin embargo, la creciente popularidad de estos fármacos ha ocasionado su propia escasez en el comercio nacional y extranjero, así como un mercado negro en redes sociales para conseguirlos sin receta médica.
Sin acompañamiento de especialistas, estos medicamentos pueden ocasionar daños graves a la salud, que pueden ir desde envenenamientos por contaminación hasta infartos por hipoglucemia.
“Mucha gente piensa que es bueno, me inyecto y ya puedo comer lo que yo quiera”, aseveró Carlos Cuevas, médico integrista. Sin embargo, no todas las personas pueden utilizar estos fármacos, pues se requiere una evaluación particular, considerando factores como el peso, la salud general, otros medicamentos que el paciente esté tomando y antecedentes médicos.
Aumento en la demanda
El creciente interés por Saxenda y Victoza como tratamientos para la obesidad ha generado un aumento en la demanda, lo que ha provocado dificultades de suministro en diversos países, incluyendo México.
En nuestro país, este tipo de medicamentos sólo pueden adquirirse con receta médica. Se realizó una búsqueda en los sitios web de farmacias con presencia nacional y se comprobó que el Saxenda estaba agotado en dos de cuatro farmacias, Ozempic en tres de cuatro y Victoza en las cuatro.
Uso del Ozempic y efectos secundarios
El uso del Ozempic puede desencadenar efectos secundarios que van desde molestias digestivas hasta complicaciones graves. Entre los más comunes, que afectan a aproximadamente 1 de cada 10 personas, se encuentran el vómito, diarrea y náuseas, pero también dolor abdominal, estreñimiento o acidez estomacal.
No obstante, existen efectos secundarios más serios que requieren atención médica inmediata:
- Pancreatitis: Dolor abdominal intenso que puede irradiarse hacia la espalda, con o sin vómitos.
- Hipoglucemia: Riesgo elevado en combinación con otros medicamentos para la diabetes. Los síntomas incluyen mareos, sudoración, confusión y temblores.
- Insuficiencia renal: La deshidratación causada por vómitos o diarrea puede agravar problemas renales preexistentes.
- Problemas de vesícula biliar: Dolor abdominal superior, ictericia y heces de color claro pueden ser señales de complicaciones.
- Reacciones alérgicas graves: Hinchazón facial, dificultad para respirar y sarpullido severo requieren atención médica inmediata.
- Cambios en la vista: Especialmente en personas con retinopatía diabética preexistente.
Además, la FDA, el organismo que regula los medicamentos en Estados Unidos, ha advertido sobre un posible vínculo entre este tipo de fármacos y un tipo raro de cáncer de tiroides. Aunque no hay pruebas definitivas en humanos, la alerta sigue siendo una precaución basada en estudios con animales.