Socialismo o neoliberalismo
¬ Arturo Ríos Ruiz lunes 12, Feb 2024Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Socialismo es comunitario
- Neoliberalismo es libertad
En 1938, en el Coloquio Walter Lippmann, Rüstow acuñó el término “neoliberalismo” como corriente filosófica media, entre el fascismo, nazismo, comunismo y socialismo, sabiendo que no van a buen puerto; del liberalismo clásico, la economía que consideraba que habían fracasado. Se lee en Dialnet.
Los partidarios de políticas neoliberales defienden la liberalización o desregulación para el comercio y para las inversiones por considerarlas positivas para el crecimiento económico. El régimen actual lo desecha y ataca.
El mandatario del país tiene como bandera el desprecio por el liberalismo, le dirige muy agrios comentarios, como un sistema enemigo que se tiene que desechar y quienes creen en él, sin comprender, apoyan su posición sin razonar.
El neoliberalismo es individualista. Defiende la libertad del hombre para decidir sobre su vida. Se escoge entre lo que es posible y deseable. Algunos pueden dormir en la calle o en un hotel de cinco estrellas. A mayores recursos, mayor es la libertad para elegir.
El socialismo es comunitario. Defiende la naturaleza social del hombre. El individuo tiene vínculos que le atan con sus semejantes. No así el comunismo que, no pretende la igualdad absoluta, sino la justicia proporcional.
De acuerdo al párrafo anterior, en estos momentos, en que las próximas elecciones están por llegar, se renueva un argumento que se debe analizar: Se conoce que la 4T, o sea en mandatario, ya tiene preparada otra Constitución y tirar a la borda la que nos rige desde 1917.
Se afirma que en unos de los contenidos, desde la visión neoliberal, que se impondría un cambio absoluto en cuanto a la propiedad privada con una explicación sobre este tema que inquieta a la clase media con mayor singularidad.
Se anota que las viviendas en propiedad, se convertirían en un feudo gubernamental, concesionado a sus ocupantes, que fueron quienes con su esfuerzo las construyeron con base a su trabajo y a veces de penurias familiares.
Además, con una temeraria condición: Quien la construyó para su familia, sólo podría ocupar 40 metros cuadrados para vivir y el resto de su propiedad se dividirá en pedazos de la misma extensión para meter familias sin casa que por desgracia abundan en nuestro país.
Una medida con tal naturaleza se antoja increíble, sería un despojo estatal cuyas reacciones de la sociedad, sobre, la clase media, sería fenomenal, al grado de protestar y luchar hasta lo imposible por evitar tamaño atropello de tintes tiránicos que se vislumbran por insistencias en el discurso oficial.
En lo anterior, debemos acudir a la sensatez, también cabe la posibilidad de una campaña creada por la inconformidad; por lo pronto, desde la 4T, no ha habido aclaraciones contra la divulgación que se inició en 2018 y hoy se revive ante las puertas de la elección.
Recordamos aquella novela llevada al cine, Doctor Zhivago, primero un libro. El manuscrito que llegó al editor italiano Feltrinelli. que en 1956 se publicó en Europa. No así en la URSS, donde se conoció hasta 1988 con Gorbachov. La obra trata de cómo el comunismo se impuso y cambió la vida del país.
Guardada las proporciones, en México, ya vivimos la tentativa de cambiar el régimen actual e imponer un socialismo a modo, sólo con fines de continuar con aquella frase de, “El Estado soy yo”, que resume la concepción del derecho divino de gobernar atribuida a Luis XIV. Ya tenemos Presidente y familiares millonarios.