Otra vez, el caso Colosio
¬ Arturo Ríos Ruiz miércoles 31, Ene 2024Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Lo regresan 30 añosdespués
- El hijo otorga el perdón a Aburto
La tarde del 23 de marzo de 1994, México dejó una profunda cicatriz en su historia política: el asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la presidencia de México. A 30 años, se revive.
La FGR dio a conocer que hubo un segundo tirador contra Colosio, el ex agente del Cisen, Jorge Antonio Sánchez Ortega, que se hacía pasar por reportero. Después del atentado espió a políticos, activistas y viudas de Pasta de Conchos.
El defensor de José de León Toral, en 1928, Demetrio Sodi, alegó que el cadáver de Álvaro Obregón mostraba orificios de tiros de tres calibres distintos, que no sólo De León Toral disparó, pero se dejó de lado, se aceptó la confesión de De León Toral que había actuado solo. Asombrosa similitud los dos crímenes de altura presidencial.
En el caso de Colosio, la Agencia Fronteriza de Noticias publicó que la doctora Patricia Aubanel Riedel, declaró en entrevista que el cuerpo de Luis Donaldo Colosio había recibido dos disparos de diferentes calibres y un par de días después, dijo no poder determinar esto por no ser especialista.
Ahora en esta administración se revive el tema, como para atraer la atención del suceso tratado por décadas y se antoja que es con fines de distracción.
Se revive el hecho que aviva a Mario Aburto, encarcelado por el asesinato del malogrado candidato presidencial. Luis Donaldo Colosio Riojas pide a AMLO el indulto para Mario Aburto, asesino confeso de su padre. El alcalde de Monterrey apeló a la compasión del presidente López Obrador y pidió dar carpetazo final.
Pero al surgir un nuevo personaje, el ex agente del Cisen, Jorge Antonio Sánchez Ortega, 30 años después, el recuerdo siniestro de impacto nacional e internacional vuelve a la actualidad.
Por ello regresamos a aquel pasado: En el juicio, el defensor de De León Toral, Demetrio Sodi, alegó que el cadáver de Obregón mostraba orificios de proyectiles de tres calibres diferentes, es decir, que no sólo De León Toral le disparó, pero esa evidencia se dejó de lado. Al igual que el de Mario Aburto.
El hijo de Colosio expresó ante medios: “Apelando a la compasión del Presidente, que indulte a Mario Aburto, que dé carpetazo al asunto, que permita que mi familia como México sanemos, que iniciemos camino a la reconciliación con el perdón, a través del respeto a dejar esto en manos de otra justicia porque la mexicana quedó a deber en su momento y hoy hay que dar vuelta a la página”.
Las palabras del joven Colosio, el más afectado, nos da una lección de bondad, a nadie más que él y a su hermana les duele ese pasado, no obstante que eran niños en aquel duro acontecimiento y más tarde se les fue su mamá.
Es una lección para políticos que desde entonces se han aprovechado del hecho para utilidad a tono personal, sin sentimientos ni responsabilidad. A nadie le asiste más derecho para opinar desde el punto sentimental que a ellos y ya desean estar en paz.
El caso Colosio es una página negra en la historia nacional, nos dejó marcados a todo y más a la administración de aquellos tiempos que encabezó el gran amigo que lo designó candidato, que fue Carlos Salinas de Gortari y otros más.