Ecuador en crisis
Eleazar Flores viernes 11, Ago 2023Espacio Electoral
Eleazar Flores
¿EVASIÓN ELOCUENTE?-. Para lo que se vive o sufre en el mundo en el que México está inmerso, el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio es tan lamentable, como desconcertante, la evasión del mandatario Andrés Manuel López Obrador de casi exculpar al Cártel de Sinaloa, no obstante que una semana antes lo denunció el hoy occiso aspirante.
De prudente, cuando menos, podría calificarse la respuesta del tabasqueño en el sentido de que en tiempos electorales los rumores se magnifican, pero de ahí a que no se atreva a aceptar la presunta culpabilidad del Cártel de Sinaloa en el magnicidio del político ecuatoriano hay una buena distancia, pues pudo responder que en México se investigaría algo sobre el particular.
Eso sí, López Obrador comparó el asesinato del periodista-candidato Fernando Villavicencio al del sonorense Luis Donaldo Colosio Murrieta, el 24 de marzo de 2994.
Y es que una semana antes y respondiendo a una propuesta de sus seguidores en un mitin, el candidato presidencial ecuatoriano dijo que no usaría chaleco antibalas para aumentar su seguridad. “Ustedes son mi chaleco antibalas”, les exclamó a sus seguidores”, con camisa azul en manga corta y completamente sudada.
Justamente en dicho mitin celebrado la semana pasada en algún punto del bello país ecuatoriano, Fernando Villavicencio dijo que había recibido amenazas de dicho cártel contra él y su familia, añadiendo que “esos tiempos han pasado”, arengando a sus simpatizantes a mantenerse en el activismo que le permitiera alcanzar la presidencia de su país…pero no llegará pues balas enemigas le quitaron la vida.
De inmediato, surgieron rumores de posible (s) autor (es) intelectual (es), pero el tiempo desmentirá o aclarará…o pasará como tantos magnicidios, incluidos los de nuestro país.
ERRORES POR GOTEO-. Ante la imposibilidad de defender lo indefendible como errores del nacimiento de Juárez, confundir mapas de las entidades y demás, la titular de la SEP, Leticia Ramírez, arropa su presencia en las CONFERENCIAS VESPERTINAS con algunos docentes, unos de los cuales separan profesora de primaria como profesora de educación básica, siendo que los dos niveles de preparación son similares. Así aparecen en sus créditos, no los inventa nadie.
Sin embargo, sigue imperando el silencio, tanto en la cúpula del comando guinda como en las infanterías educativas, para responder a auténtico conocedores del amplio campo educativo nacional, del medio urbano y rural, y de entre ambos, sus distintos niveles socioeconómicos, siendo este conocimiento lo que fortalece la crítica y opinión de los especialistas.
Es consuelo menor la promesa de la SEP abrir la información acerca de cómo se elaboraron los libros, y en cuanto al “izquierdoso” Marx Arriaga… le paro, pues ni vale la pena ni cabe.