Muñoz Ledo, una destacada trayectoria que no lo pudo llevar a la Presidencia
Miguel Ángel Rivera lunes 10, Jul 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Hace muchos años, en momentos en que arrancaba un proceso de selección de candidatos, un experimentado político y funcionario público revirtió las funciones y me preguntó: ¿Sabes qué se necesita para ser diputado?
Con la impertinencia de reportero novato, como respuesta recité los requisitos establecidos en la Constitución y en las leyes electorales, pero me equivoqué, pues mi interlocutor me dio la respuesta correcta: “Que alguien más que tú, lo quiera también”. Eran los tiempos en que el ahora devaluado y desprestigiado “dedazo” era la fuerza máxima en la política nacional y había alcanzado inclusive el honor de llegar a los altos planos de la teoría política, como parte de lo que se llamó “facultades metaconstitucionales” del presidente de la República y, por reflejo, también entre los gobernadores, líderes de los “sectores” y otros políticos de alto nivel con facultades para decidir entre varios o muchos aspirantes a un cargo de representación popular.
Esta experiencia me vino a la mente cuando escuché la noticia de la muerte de Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, quien por lo menos en cuatro ocasiones se quedó en la antesala de la nominación como candidato presidencial y una más logró la investidura, pero tuvo que renunciar a ella.
En todos esos casos, Muñoz Ledo sobresalía entre los aspirantes por su formación académica, su alto nivel intelectual y cultural y su carácter firme y decidido, pero nadie entre los que tenían facultad para decidir lo hacía su favorito, por el contrario, era el primero en ser descartado.
Su primera gran oportunidad llegó en la sucesión de Luis Echeverría Álvarez, quien lo incluyó en la lista oficial de candidatos a sucederla, relación que dio a conocer por intermedio del tabasqueño secretario de Recursos Hidráulicos, Leandro Rovirosa Wade, y que encabezaba el también secretario, pero de Gobernación, Mario Moya Palencia, seguido por Hugo Cervantes del Río, Porfirio Muñoz Ledo, José López Portillo, Augusto Gómez Villanueva, Luis Enrique Bracamontes y Carlos Gálvez Betancourt.
Los que tenían menos simpatizantes eran Muñoz Ledo y López Portillo, quien finalmente fue designado por su amigo de toda la vida, Luis Echeverría.
Muñoz Ledo recibió como premio de compensación la presidencia del entonces todopoderoso PRI, lo cual le imponía la obligación de sacar adelante la campaña del elegido López Portillo, pero que se suponía le ofrecía la garantía de un cargo importante en el siguiente sexenio y, eventualmente, volver a aparecer como precandidato presidencial.
Pero los egos pronto chocaron. Muñoz Ledo, “renunció” y su sitio fue ocupado por Fernando Solana Morales, el secretario general de la UNAM, durante la rectoría de Javier Barros Sierra, cuando se erigieron en defensores de la autonomía de la máxima casa de estudios.
Funda la Corriente Democrática, pero el candidato presidencial fue Cuauhtémoc Cárdenas
Muñoz Ledo fue el principal autor intelectual de la democratización nacional que ahora está en peligro. Junto con Cuauhtémoc Cárdenas, y otros personajes, fundó la Corriente Democrática o Democratizadora, que luego se convirtió en principal fuerza opositora al PRI.
Sin embargo, el nombre de Cuauhtémoc Cárdenas y el prestigio de su padre, el expropiador del petróleo, Lázaro Cárdenas, pesaron más al nombrar al candidato presidencial que se enfrentó al designado por el entonces presidente Miguel de la Madrid.
Muñoz Ledo padeció como dirigente del Frente Democrático Nacional el llamado fraude de la “caída del sistema”, en las elecciones de 1988, pero siguió como segundo de Cuauhtémoc en las siguientes elecciones presidenciales de 1994, cuando el PRI tuvo su última gran victoria con Ernesto Zedillo, de la mano de Carlos Salinas.
En lo personal, se puede decir que tuvo una revancha en las elecciones intermedias de 1997, cuando el PRI perdió por primera ocasión la mayoría en la Cámara de Diputados. Muñoz Ledo sacó a relucir sus capacidades al unir a los partidos minoritarios que le arrebató al gobierno priista el control en San Lázaro, mientras que Muñoz Ledo asumía la presidencia de una Cámara independiente.
Para entonces, la principal fuerza de oposición era el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que se fundó con la alianza de la Corriente Democrática y varios partidos de izquierda, con el registro del Partido Socialista Unificado de México (PSUM), pero nuevamente el candidato presidencial fue Cuauhtémoc Cárdenas, superado esta ocasión por el panista Vicente Fox Quesada.
Al perder la nominación por tercera ocasión, Muñoz Ledo optó por aceptar la nominación de un partido de la “chiquillería”, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), en donde comprobó que su ciencia no le reportaba popularidad, por lo que antes de las elecciones declinó a favor del panista Fox.
Después de esa desviación temporal y luego de un nuevo paso por la diplomacia —antes fue representante de México en ONU y embajador ante la Unión Europea— y regresó al PRD, ahora al lado de Andrés Manuel López Obrador, que ya era fuerza dominante en ese partido y se convirtió en su candidato presidencial para las elecciones de 2006, en donde perdió ante el panista Felipez Calderón Hinojosa, supuestamente de un fraude que alega López Obrador hasta la fecha.
Como es sabido, López Obrador repitió como candidato presidencial, del PRD y luego de Morena, en las elecciones de 2012 y 2018 y nuevamente Muñoz Ledo se quedó con las ganas de ser candidato presidencial.
Se confirmó el dicho del viejo político priista: Nadie más que él lo quería como candidato presidencial. Esto, además de que Muñoz Ledo nunca declinó su formación crítica y señaló errores tanto de Morena como de su fundador y líder, el presidente López Obrador.
A pesar de esos desacuerdos, al enviar condolencias a los familiares de Porfirio Muñoz Ledo, el actual primer mandatario expresó que las discrepancias recientes no borran los buenos y largos momentos de amistad y compañerismo; mucho menos su legado político.
También el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, reveló que platicó con Porfirio Muñoz Ledo sobre la creación del frente opositor entre los tres partidos, PAN, PRI y PRD y avaló la idea y simpatizó con su materialización, por verlo como un esfuerzo para defender la democracia.
Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, lamentó el fallecimiento de Muñoz Ledo y dijo que nunca dejó de tener contacto con ellos, además de subrayar que fue congruente al no seguir en Morena.
La Cámara de Diputados le rendirá homenaje este lunes.
Advierten acerca del riesgo que representan
empresas privadas de seguridad irregulares
El Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP) advirtió nuevamente que en redes sociales se promociona una empresa que ofrece servicios de seguridad de manera irregular, lo que pone de manifiesto que “ante la proliferación de este tipo de empresas, es más que necesaria la Ley General de Seguridad Privada”, señaló Raúl Sapién, presidente del CNSP.
Dicha compañía, denominada Losbrayka, no cuenta con el debido Registro de Prestadoras de Servicios Especializados u Obras Especializadas (REPSE), ni con registro estatal, “no es posible que una empresa que se dice de seguridad lleve a cabo estas prácticas”, dijo Sapién Santos.
Además, Losbrayka ofrece turnos de 24 horas y un pago de 500 pesos al finalizar el servicio, con identificación oficial como único requisito; basta con que los interesados se presenten con camisa blanca, pantalón negro, botas o zapatos negros, lo cual constituye una grave falta, dado que el uniforme de los elementos de seguridad debe estar debidamente registrado ante las autoridades competentes.
Además, “estos mal llamados guardias de seguridad, que no han sido sometidos a ningún control de confianza, prueba psicométrica, capacitación o a una simple entrevista, constituyen un peligro para las empresas contratantes, así como para los visitantes, proveedores y trabajadores de las plazas”, señaló el presidente del CNSP.
En este contexto, el CNSP hizo un llamado a que el Congreso de la Unión expida la Ley General de Seguridad Privada, pues es urgente brindar certeza a quienes contratan servicios de seguridad privada, al tiempo de inhibir la proliferación de empresas patito que suponen un riesgo.