El divisionismo priista
¬ Augusto Corro viernes 7, Jul 2023Punto por punto
Augusto Corro
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) cayó en el divisionismo que difícilmente superará.
La reciente renuncia de cuatro senadores al partido, sólo presenta una parte de los conflictos que se viven en esa organización política.
La división interna amenaza con crecer ante la cerrazón de su dirigencia actual, encabezada por el diputado y ex gobernador de Campeche, Alejandro “Alito” Moreno.
Será interesante saber si el divisionismo priista va a crecer o sus líderes detendrán el deterioro que golpea al partido.
Con la renuncia de los senadores, únicamente se confirmó que “Alito” no es aceptado como su líder máximo.
La inconformidad contra el ex gobernador campechano aumentó cada día. En el presente, son decenas de priistas que renunciaron al tricolor.
No pudieron hacer a un lado a “Alito”, que con su grupo de incondicionales manejará el partido el tiempo que quiera.
El asunto que se encuentra por resolver está relacionado con la designación de la candidata o candidato de la oposición que participe en la contienda electoral de 2024.
En el Revolucionario Institucional sólo quedaron dos aspirantes con relativa fuerza política: la senadora Beatriz Paredes y el ex secretario de Turismo, Enrique de la Madrid.
Cabe preguntar hasta dónde llegará el empeño del dirigente tricolor para que Beatriz o Enrique sea el abanderado del Frente Amplio por México.
Quizás hace varias semanas, la selección de los presidenciables priistas no representaba un problema complejo.
Sin embargo, el destape de Xóchitl Gálvez, como candidata a las presidenciales de 2024, pasmó a los dirigentes políticos.
Aparentemente, la aspirante hidalguense resolvió el problema de la designación de la candidatura presidencial.
Pero en la realidad, Xóchitl Gálvez provocó que algunos precandidatos se alejaran de la contienda y se agitaran las aguas en los partidos.
Por ejemplo, en Acción Nacional tienen o tenían como posible precandidato al diputado Santiago Creel.
Con la intención de Xóchitl Gálvez de competir, los panistas tendrán que decidir quién los representará de Santiago Creel y la hidalguense.
En Acción Nacional se ignora la suerte de Creel. En el PRI tampoco se conoce el destino de la senadora Beatriz Paredes.
En el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ya resolvieron su problema: El ex gobernador michoacano, Silvano Aureoles Conejo también renunció a la candidatura que promovían los dirigentes del sol azteca.
En esas condiciones, los perredistas estarán en el Frente Amplio por México para servirle al más fuerte, con la idea de que el candidato designado surja de algún partido o de la sociedad civil.
El PRD se encuentra en las mismas condiciones políticas que el PRI. Ambas organizaciones políticas tratarán de seguir con vida en el próximo sexenio.
En esa situación, los tres partidos de la alianza PAN, PRI y PRD estarían más preocupados por ganar diputaciones y senadurías que la propia silla presidencial.
Y los responsables de autorizar esas candidaturas serán los dirigentes del PAN y del PRI, Marko Cortés y “Alito” Moreno, respectivamente.
De ahí, el interés de los dirigentes de ampliar su tiempo como líderes de sus respectivos partidos. Lo lograron.
Con el poder absoluto en las manos, “Alito” sólo tiene que esperar el inicio de las designaciones para los cargos priistas de representación popular.
En el renglón de las candidaturas, el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) también tiene un interés para contar con mayoría de legisladores en la Cámara de Diputados y Senadores.
Lo anterior se deriva de los cambios a la Constitución que se pretenden hacer en el próximo sexenio.
En fin, la lucha política por la sucesión presidencial apenas empieza. Poco a poco todos los partidos políticos mostrarán sus debilidades y fortalezas.
¿Usted qué opina amable lector?