La amada silla presidencial
Freddy Sánchez jueves 6, Jul 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
“Como anillo al dedo”…
Así parece haberle quedado el poder presidencial a Andrés Manuel y por lo mismo hay quienes se preguntan si en verdad querrá dejarlo totalmente.
La adicción de gobernar suele ser de “difícil curación”.
Y más, cuando se ejerce esa facultad a plenitud al grado de poder hacerlo casi todo sin oposición alguna.
Como según lo consideran ciertos críticos del Presidente ha sucedido en más de cuatro años de la Cuarta Transformación. Los tres sexenios que tardó en llegar a la Presidencia aparentemente surtieron un efecto multiplicador en los afanes de demostrar para qué se lleva puesta la banda presidencial.
Y como en el caso particular del actual primer mandatario las circunstancias antes en su contra se tornaron absolutamente a su favor, no sólo obtuvo un rotundo triunfo personal, sino que como es sabido logró convertir al partido de su creación en el “partidazo” todopoderoso que es en los días que corren. Otro PRI como en sus años de mayor gloria. Dado a mandar y a ser obedecido prácticamente en todo y por todos.
De ahí que, nada “tontos”, un sinnúmero de ex priistas con buen “olfato” o de plano “suertudotes” se incorporaron a Morena, justo antes de su “consagración” electoral, la cual se dio junto al triunfo presidencial de Andrés Manuel y eso le valió a ese nuevo instituto político obtener los beneficios de los que votos que se ganó el Presidente y los que tácitamente “les regaló” a los candidatos morenistas.
Una historia que significó la gran debacle para los tres partidos que antaño “partían el queso” en las lides electorales; el Revolucionario Institucional, Acción Nacional y el sol azteca. En estos momentos: “dando tumbos” con no mucho ánimo ni sobrada confianza sobre sus posibilidades de regresar a ser lo que antes fueron.
Más bien sus tácticas se enfocan hacia la única opción que parece quedarles: Unir fuerzas y tratar de bloquear el paso de Morena con motivo de la sucesión presidencial y la renovación de prácticamente todos los cargos electorales. Y es que si bien no es una administración, la de la 4T, que avance con “soltura” y sin obstáculos, sino por el contrario, a causa cuestiones propias y ajenas, la verdad es que los opositores cada cual en sus respectivos frentes llevan las de perder por dos razones.
El descrédito que dio como resultado el triunfo presidencial de Andrés Manuel que es una “mancha” que no se han podido “quitar” y menos por la sistemática embestida que sufren desde el Palacio Nacional con acusaciones de corrupción, abusos de poder y afanes de querer regresar solamente para seguir “robando a la gente” y no dejar de hacerse más y más ricos.
Esa propaganda anti-oposición, y a favor de Morena, en conjunción con los programas sociales del Presidente han sido “veneno puro” para las aspiraciones de la oposición a fin de recuperar el poder electoral perdido.
Y para hablar con franqueza eso se debe más que a nadie al propio jefe del Ejecutivo, a pesar de las críticas en su contra, puesto que quienes son sus “fieles creyentes” no prestan más oídos que a lo que el primer mandatario les pide que crean. Así pues, es innegable que la piedra angular en la que descansa el predominio de Morena consiste en el arrastre popular de Andrés Manuel.
De ahí la duda de aquellos que no le ven intenciones ciertas de abandonar el poder, aunque haya dicho que él se irá para su rancho en cuanto cumpla su periodo sexenal. Algo que podría suceder y al mismo tiempo AMLO pretender decir qué y no hacer a quien llegue en su lugar, lo que dependerá de qué tanto está dispuesto a dejar la “amada” silla presidencial.