Atentan contra Facundo, la cultura, el amor, la poesía y la vida misma…
* Especiales, Espectáculos lunes 11, Jul 2011“No hay muerte.. hay mudanza”
- Se estima que recorrió 159 países y decía: “No soy de aquí ni soy de allá”, aunque en realidad fue de todos lados
- El día de ayer una comisión especial de la ONU contra la impunidad en Guatemala participó en una investigación del asesinato del cantautor argentino
- Las hipótesis de la policía apuntan que el ataque fue obra de alguna de las bandas de narcos de la ciudad y que Cabral pudo ser la víctima colateral de un ajuste cuentas contra el empresario Henry Fariñas
Gloria Carpio
Pocas son las ocasiones en que el llanto se hace presente al escribir una nota de la “farándula”, y es que en medio de un ambiente de tanta superficialidad, quedan personas que vale la pena llorarles, y recordarles con una gran sonrisa, pero más vale dejarlas partir. La mañana del sábado 9 de julio seguramente quedará en la memoria colectiva de todos aquellos que conocimos, escuchamos, o algún día nos enteramos de la existencia de FACUNDO CABRAL, un nombre que bien vale ser escrito en mayúsculas por los siglos de los siglos.
La mañana del sábado parecía ser como cualquier otra, sin embargo, al despertar no pensaba que recibiría una de las noticias que impactaría la estabilidad de esta servidora, al grado de no poder comentar nada por más de dos horas (tiempo que fue poco), para reflexionar sobre la vida de un hombre que se ganó el título de ser humano. En todos los noticiarios, en todos los portales de internet se anunciaba que Don Facundo estaba muerto, un comando lo había ultimado a balazos cuando viajaba rumbo al aeropuerto de Guatemala.
¿Pero qué sucedió?, ¿a caso sus letras intimidaron los demonios de estos asesinos?, ¿a caso fue un descuido de Dios?, o ¿quizá simplemente su final debía ser trágico tan intenso como fue su vida?, aún me resigno a aceptarlo, y es que todos aquellos que tuvimos la oportunidad de conocer al maestro sabemos de su calidad y calidez humana, sabemos que será un ser de inmensa luz, y que nada, ni ese comando armado, ni el tiempo, ni la muerte puede desfasarlo de nuestras vidas, ya que como el bien dijo “por fin descanso del cuerpo, que a veces es tan estorboso, te pide y pide”.
El automóvil, que conducía a Cabral con rumbo al aeropuerto, ese móvil color arena con el cristal de la parte derecha frontal totalmente destruido dio la vuelta en imágenes al mundo, eran las 5:20 horas de la mañana en la ciudad de Guatemala y los últimos granos del reloj de arena del músico caían uno por uno, mientras la lluvia implacable de fuego emitía balas, balas mortuorias que callaban una de las voces más amadas por los latinoamericanos y franceses quienes bien conocían al maestro que siempre dijo deseaba morir entre libros en una ciudad de Londres, sin embargo, la delincuencia no sabe de leyes, ni de amor ni de nada, simplemente de odio e ignorancia conocen.
Más tarde cuando todo mundo ya sabía la lamentable noticia se informó que definitivamente el atentado no había sido planificado en contra del argentino errante pero en el bulevar Liberación, en el centro de la capital guatemalteca se había “liberado” el alma del célebre músico que tan solo una noche antes había deleitado a un público ávido de amor a un público que hoy llora la muerte del célebre autor, quien viajaba en compañía de su representante, David Llanos, y con Henry Fariña, este último quien conducía el auto y que al parecer era el objetivo del asesinato. Hasta el momento ambas personas sobreviven heridos de gravedad, después del tiroteo del que fueron víctimas a su salida del hotel Tikal Futura, donde estaban hospedados junto con el cantautor, que recibió al menos 18 balazos según informes policiacos.
Es totalmente cierto que el pueblo de Guatemala no tiene culpa alguna de vivir una violencia tan feroz como la de este México, sin embargo, aun quedan muchas interrogantes en el aire mismas que no devolverán la vida al maestro que a manera muy personal considero que fue objetivo de exhibicionismo mismo que no merece y es que, ¿cómo es posible que si fue asesinado en una camioneta, haya sido bajado de la misma y tirado durante un largo periodo en un piso que estaba a mas de 9 metros del lugar de los hechos?, Por simple respeto se le debió haber dejado donde murió, ¿cuál fue el objetivo de bajarlo al suelo?, ¿cuál fue el objetivo de posarlo para las cámaras con su bastón y gafas a un lado de el?, simplemente no entiendo el proceder de esta gente.
La versión de los “ayudantes” de Cabral dice: “Los guardaespaldas que escoltaban a Cabral intentaron evitar el ataque y persiguieron a los asaltantes, pero desistieron tras ser atacados por otros dos coches. Finalmente, el todoterreno de Cabral acabó refugiado en una estación de bomberos, la camioneta se alojó cerca de la estación de bomberos”, ¿para qué bajarlo y colocarlo en el suelo?, el cuerpo estaba sin vida desde que dio fin el tiroteo.
Las hipótesis de la policía apuntan que el ataque fue obra de alguna de las bandas de narcos de la ciudad y que Cabral pudo ser la víctima colateral de un ajuste cuentas contra el empresario Henry Fariñas, que había recibido amenazas de muerte, según la prensa argentina. El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, informó a su par de Argentina, Cristina Fernández, de que el ataque había sido planificado y que pondrá en marcha una investigación para esclarecer los hechos.
El día de ayer una Comisión especial de la ONU contra la impunidad en Guatemala participó en una investigación del asesinato del cantautor argentino Facundo Cabral. Álvaro Colom, presidente de la nación que ha sufrido en carne viva la violencia voraz de las mafias y que por cierto nadie para, declaró tres días de duelo por la muerte del artista, que tenía 74 años, un duelo que se vive en medio de la tristeza, en medio de las interrogantes, de la violencia, del miedo, del coraje de no poder dar marcha atrás, de no poder hacer nada por la deshumanización que se vive. La muerte de Facundo Cabral duele, duele porque en Facundo, se ve más que nunca la impunidad, la inseguridad, la falta de amor. Y nos hace recordar, las heridas tan profundas que tiene Latinoamérica gracias a los gobiernos corruptos y opulentos.
No solo murió Facundo, no solo asesinaron a Facundo, acribillaron una vez más a Guatemala a Colombia a Argentina, Chile, Perú, a México, revivieron el dolor de las muertas de Juárez, de los cuerpos que a diario se encuentran tirados en coladeras en lotes baldíos, en cualquier sitio donde se pueda “esconder” el crimen. La muerte de Facundo no solo es dolor, es impotencia, es el reflejo de la intolerancia, del desapego de valores de la falta de Dios en la vida de muchos, la muerte de Facundo, es la muerte de muchos pueblos, la muerte de la cultura, de la poesía, de la ironía de la felicidad que surge del mismo dolor. Pero recordemos que la muerte también es renovación es reconstrucción es resurgir, y aunque sabemos bien que como siempre no encontrarán a los asesinos esto debe dejar una lección.
“Hay avances en las investigaciones, pero por tratarse de un caso de alto impacto, la información se mantiene en reserva. Lo único que se puede decir es que se localizó un vehículo que aparentemente fue utilizado durante el ataque”, dijo el portavoz policial Wilber Quintanilla, quien asegura a su vez que darán con los atacantes. Nos queda claro que las declaraciones son parte del protocolo de cualquier atentado que con el paso de los días, de los meses o de los años quedará en el aire.
El hecho es que el cantante argentino recibió tres disparos, en el hombro, el tórax y el cráneo, según la autopsia que se le practicó, uniéndose a las miles de víctimas que ha cobrado la ola de violencia en Guatemala, que en 2010 dejó 6 mil 500 muertos, superior al promedio anual de 5 mil 500 víctimas de la guerra civil (1960-1996). Mientras tanto los restos del artista argentino, permanecerán en una funeraria de la capital guatemalteca hasta que el día martes sean repatriados a Buenos Aires, esto, según diplomáticos argentinos. La familia del cantautor argentino no viajará al país centroamericano ya que está muy dolida por la muerte del artista. La esposa del cantante, Silvia Pousa, está “muy dolida e imposibilitada” de viajar, por lo que la embajada argentina de Guatemala se encargará de repatriar los restos.
El asesinato de Cabral, ha sido condenado por varios presidentes latinoamericanos, figuras del espectáculo, periodistas, artistas plásticos y el mundo en general, algunos de los más afectados han sido el presidente venezolano Hugo Chávez, el colombiano Juan Manuel Santos y el ecuatoriano Rafael Correa, así como la mandataria argentina Cristina Fernández. En el mundo del espectáculo artistas como Ricardo Montaner, Calle 13, Marco Antonio Solís, Joan Sebastian, Verónica Castro, Areleth Terán, Alejandro Sanz, el periodista Jorge Ramos, entre otros han externado su consternación ante los hechos.
“Creo que la vida es injusta…Ahora que sé como es, estoy muy cerca del final”, dijo Facundo Cabral en el bar de un Boutique Hotel de Burbank, California, durante su gira por los Estados Unidos, sin duda su perspicaz forma de ser quizá le hacia olfatear que la muerte estaba muy de cerca pero nadie esperaba que este fin fuera tan drástico, tan intenso, como la vida que llevó el maestro que fuera exiliado de su país durante la última Dictadura Argentina (1976-1983), y es que era ya considerado un cantautor de protesta, lo que lo obliga a abandonar Argentina en 1976. Se radicó en México, donde continuó componiendo y haciendo presentaciones. Se estima que recorrió 159 países y decía: “No soy de aquí ni soy de allá”, aunque en realidad fue de todos lados.
Cabral expresó su profundo amor por México desde que llegó por primera vez a esta tierra que lo acogió, lo amó y lo amará. En mi caso particular conocí al maestro Cabral como un acto fortuito de la vida, un acto que jamás olvidaré y que llevaré por siempre en el corazón, porque con su sentido del humor siempre lograba que cualquier persona que se le acercaba la hiciera sentir como de su familia, él construyó una inmensa familia. En 1978 su mujer Bárbara y su hija de un año mueren en un accidente de avión. Durante dos años Facundo olvidó los ocho idiomas que hablaba, perdió 30 kilos y perdió la vista parcialmente. Se pensó que cuando su hija y esposa murieron en aquel fatídico avionazo el hombre no seguiría pero el lienzo nuevamente lo pintó de colores y los grises los dejó de lado, cuando se le diagnosticó cáncer, se creyó que el final le llegaría con la enfermedad, pero no fue así, el cabalgue siguió, hasta el triste muy triste amanecer del 9 de julio de 2011.
“¿Vos sabés qué me decía la madre Teresa (de Calcuta)?, que yo era un provocador de vida, y es que cuando yo empecé a cantar lo hice porque estaba muy contento. Subo al escenario a provocar vida, a cantar que estoy agradecido con Dios… Hay artistas que a mí me provocan vida como Marco Antonio Muñíz con Tiempo y destiempo, Roberto Carlos con Un millón de amigos, y Gracias a la vida de Violeta Parra. Voy al teatro a provocar vida, tenemos ya bastante con las noticias”, diría el maestro en una de sus tantas entrevistas.
Cabral jamás se detuvo, a la edad de 9 años escapó de su hogar y estuvo desaparecido cuatro meses. Su propósito inicial era llegar hasta Buenos Aires para conocer al entonces presidente argentino Juan Domingo Perón, ya que tenía la referencia de que el mandatario “Le daba trabajo a los pobres” y él como muchos latinos cumplió con el requisito, al llegar a la capital, un vendedor le dio la dirección de la Casa Rosada y al día siguiente Facundo Cabral, siendo apenas un niño, logró burlar el cerco policial alrededor del mandatario y su esposa, Eva Duarte y conversó con ambos.
En un reportaje en los años 90 confesó que Eva Perón en ese momento dijo: “Por fin alguien que pide trabajo y no limosna”. Gracias a esta conversación, logró que su madre obtuviera empleo y el resto de la familia se trasladara a la ciudad de Tandil. Facundo Cabral tuvo una infancia dura y desprotegida; se convirtió en un marginal al punto de ser encerrado en un reformatorio pues se había convertido en alcohólico desde los nueve años de edad. Escapa y luego cae preso a los 14 años por su carácter violento. En la cárcel, un sacerdote jesuita de nombre Simón fue quien le enseñó a leer y escribir, lo puso en contacto con la literatura universal y lo impulsó a realizar sus estudios de educación primaria y secundaria, los cuales llevó a cabo en tres años, en lugar de los doce que era el período normal en Argentina.
Un año antes de salir de la cárcel, Cabral escaparía de la prisión, aunque recibió aún ayuda del sacerdote. Gracias a un vagabundo, Cabral conoce la religión aunque declarándose librepensador, sin pertenecer a iglesia alguna. Poco después, se iniciaría como músico y cantante en el medio artístico, el resto es historia, una historia que jamás será cerrada, no por lo menos en el corazón de todos aquellos que recopilaron sus versos, sus andares y todo lo que fue.
“Cosa extraña el hombre… Nacer no pide, vivir no sabe y morir no quiere”, decía el maestro en una de sus leyendas más famosas, y es que el hombre siempre afirmó: “Escapa de los que compran lo que no necesitan, con dinero que no tienen, para agradar a gente que no vale la pena”, lo que le valió para ser Bienaventurado, pues como dijo y cumplió jamás “cambio el sueño de su vida por el pan de cada día”.
Hasta pronto al hombre que vivió El carnaval del mundo, que dio la vuelta a las naciones en un Ferrocarril, siempre Entre Dios y el Diablo. Hasta pronto Hombre de siempre…, hombre de los Sentires de las Reflexiones, al de El oficio de cantor, al que me afirmo “No estas deprimido estas distraído”, al amante de los tacos de Borges, de la Madre Teresa de Calcuta, al amante del amor, de la poesía de la esperanza. Hasta pronto hombre Cabral.