Muerte política del PRI, la permanencia de Alito
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 26, Jun 2023Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Militancia abandona filas; en Hidalgo dan el primer paso
Mucho se dijo sobre futuro del PRI en vísperas de las elecciones en el Estado de México: El triunfo los catapultaría a nuevas oportunidades ante el electorado nacional como para volver a ser competitivos en elecciones próximas y, ante la militancia, como para reorganizarse o encontrar fórmulas de unidad; una derrota no sólo dificultaría su peso específico en la integración de una eventual alianza opositora al gobierno federal y sus aliados políticos rumbo a la madre de todas las elecciones, sino que hasta se dijo que un resultado adverso sería como empezar a preparar el funeral del otrora poderoso partido tricolor.
El resultado no fue tan catastrófico como auguraban los adversarios del priismo, pero las derrotas, aquí y en china, son derrotas, y si acaso la tragedia no los alcanzó de manera fulminante fue, sin duda, gracias al buen desempeño de su candidata Alejandra Del Moral, quien animó a una militancia olvidada por la dirigencia nacional y en esos mismos términos también rescató sufragios a su favor a pesar de los olvidos que para muchas comunidades les propinó el gobierno estatal.
Es cierto, hoy no se habla de las exequias del PRI o de su extinción política, no, aunque los generadores de opinión tampoco se atrevan a hablar o mencionar que con esos resultados, en Coahuila y el Estado de México, habrá una resurrección fuerte y competitiva, que sus militantes están unidos y que el electorado nacional los ha vuelto a ver como una opción, no, y lo que si se puede observar es que el priismo sigue atravesando momentos tan difíciles como los que tenía antes de las recientes elecciones o, lo que es lo mismo, en las filas tricolores nada cambia pero sí todo empeora.
Hace unos días nos enteramos de las renuncias en bloque de dirigentes de ese partido en el estado de Hidalgo: Renunció a la militancia tricolor quien fuera su dirigente estatal y también su líder en el Congreso Local, y con él se fueron ocho diputados; también se desprendieron de su pasado político 18 liderazgos del comité priista estatal. Desprendimientos que, en mucho, habla del descuido que la dirigencia nacional, llámense Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, presidente y secretaria general, respectivamente, han tenido para con los cuadros estatales y municipales, lo que de alguna manera confirma lo que alrededor de Alito se dice, para él sólo existen los “cuates” y después de ellos “más cuates”.
Con las renuncias en Hidalgo, el panorama entre lo que queda de simpatizantes y militantes del PRI se empieza más que a esclarecer, la dirigencia nacional del nonagenario partido tricolor no sólo no las trae nada bien con su militancia y simpatizantes, sino que tampoco con sus posibles aliados del PAN y el PRD y eso muy pronto se confirmará, porque lo de Alito y cúpula tricolor es velar por los suyos, no les importa la pluralidad, no les importa la ciudadanía y, para acabar pronto, no les importa México.
Y como en la cúpula priista no quieren ver lo que pasa a su alrededor, es de recordarles que en 2018 perdieron la Presidencia y desde entonces las derrotas se han convertido en la bandera que los caracteriza como partido. Nomás.
LAS CARTAS HABLAN.— A principios del año en curso, en entrevista para el Grupo Radio Fórmula, escuchamos decir al analista y experto en estudios de opinión, Roy Campos, presidente de Consulta Mitofsky, que el PRI empieza a desaparecer ante la pérdida de puestos de poder.
El PRI de Alito fue derrotado en el territorio mexiquense, el bastión nacional más fuerte del tricolor, y con ello la militancia tricolor nos recuerda que, por sí solos, en la era de Alejandro Moreno Cárdenas, su partido no ha ganado ni una sola elección de los gobiernos estatales en disputa.
En ese contexto, lo que a estas horas sigue sorprendiendo al priismo es que la dirigencia nacional que encabeza Alejandro Moreno no haya renunciado todavía y, a manera de control de daños, fuera una nueva estructura partidista la que se encargará de apaciguar el caos en que tienen sumido a su partido.
Tal vez por ello en Hidalgo dieron el primer paso, en lugar de seguir disimulando su inconformidad contra sus dirigentes y aguantando el olvido institucional, militantes prefirieron optar por separarse de su partido a seguir siendo representados por alguien en quienes ya no creían y con ello decidieron renunciar al partido que políticamente les había dado todo. ¿Será el principio del fin del PRI?
VA MI RESTO.— No está por demás ver con lupa lo sucedido en Hidalgo, el PRI no sólo ya no gana elecciones, sino que empieza a quedarse sin militantes, sin cuadros dirigentes, sin poder político, de ahí que no es difícil adivinar la ruta que sigue, porque es lo que en los últimos años la opinión pública le ha vaticinado al hasta hace unos años casi invencible partido, su muerte, y en ese escenario si algo les pudiera dar oxígeno como para prolongar su vida política, tal vez, sería la renuncia inmediata de quien tanto daño les ha hecho al imponer sus ambiciones personales, pero como esa opción no parece estar en el ánimo del vilipendiado dirigente nacional del priismo, lo que sigue para ellos es saltar a tiempo y buscar mejores opciones políticas, como en Hidalgo, y hasta ahí, porque como veo doy.