Consigna presidencial
Freddy Sánchez martes 13, Jun 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Pronto llegará la hora de la verdad.
Por el veredicto de las encuestas (en realidad, más bien por la voluntad del presidente, según algunos o muchos lo piensan) terminará el suspenso y se sabrá a ciencia cierta a quien corresponderá la candidatura presidencial de Morena.
Hoy por hoy, la que más posibilidades de triunfo para el 2024, lógicamente le ven los simpatizantes del partido en el poder e incluso no pocos de sus acérrimos adversarios.
Sea Claudia, Marcelo, Adán o Monreal e incluso Noroña o Velasco, en el sentir de quienes han colocado en un nicho electoral al partido Movimiento de Regeneración Nacional, entre sus contendientes de la oposición no existe a la vista prospecto alguno que “le llegue a los talones” a cualquier abanderado morenista.
En ese aspecto hay la creencia de un sinnúmero de partidarios de Morena que “la bendición” de Andrés Manuel basta y sobra para que su candidata o candidato presidencial arrase en las urnas.
Parece también predominar la idea de que todo eso del supuesto propósito de unos aspirantes presidenciales de crear división interna y jugar las contras en caso de no recibir la nominación para la candidatura a la Presidencia, no sólo quedó atrás sino que debe descartarse que pudiera volver a cobrar la más mínima fuerza.
Hay, por supuesto, quienes todavía sugieren la eventualidad de que de confirmarse lo que tanto se ha dicho acerca de que: “Es claudia”, la virtual destapada desde un principio y jamás descartada del ánimo presidencial, uno de sus contrincantes con similares simpatías electorales, Marcelo Ebrard, podría intentar un acuerdo con otros de los se queden en el camino como prospectos presidenciales para logar ser el candidato presidencial morenista.
Pero, en ese sentido, igual hay los que afirman que eso sería entrar en un enfrentamiento con Andrés Manuel y nadie en su sano juicio lo querría teniendo el poder en sus manos el Presidente para aplacar cualquier intento de contravenir sus decisiones y más en lo referente a quien él decida que debe ser la candidata o candidato presidencial de Morena.
Y qué mejor ejemplo de que la obediencia hacia el jefe del Ejecutivo es total que lo que se vio a lo largo de los periodos legislativos en los que los diputados y senadores del partido gobernante, salvo discrepancias menores no hubo objeción alguna en aprobar las reformas legislativas sin cambiarles ni un punto ni una coma.
Más capacidad de mando del Presidente y obsecuencia de los morenistas, no pudo haber en el actual sexenio.
Por lo mismo, entonces es de suponer que las encuestas tendrán “la sabia virtud”, de no ir en contra de lo que el Presidente haya decidido con respecto a la candidatura de su partido (creado y dirigido por él y nadie más como algunos lo piensan), y de ahí que si él ya se decidió por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, obviamente, ella y nadie más será la que se perfile como viable sucesora de Andrés Manuel.
Algo distinto, naturalmente, sería una sorpresa. Como podría serlo la desunión del morenismo y un anticipado retiro del presidente para su rancho.
A la mayoría, entonces, parece quedarle claro que AMLO es y será Presidente hasta el último día de su mandato y lo que pase después será cuestión del obligado reacomodo de las influencias políticas en el partido ganador de la Presidencia, en especial si como puede preverse será el mismo que actualmente gobierna.
La gran duda está, entonces, en si el grupo político que hoy tiene un gran poder conseguirá más con un Congreso de un sólo color y con ello los cambios constitucionales sin ninguna traba para dar vía libre a cualquier propósito que surja del Palacio Nacional como producto de una u otra consigna presidencial.