Perros rabiosos
Freddy Sánchez jueves 18, May 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
El “virus” del odio que provoca la violencia es el “caldo de cultivo” perfecto para los crímenes políticos.
De eso hay múltiples constancias en relación con hechos anteriores y posteriores a la conquista, la independencia y la revolución.
De igual modo en los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu.
Y por supuesto que en el presente sexenio y los más recientes cuando se cometieron atentados mortales contra aspirantes a cargos de elección popular o quienes ya se encontraban en funciones electorales.
Es una imprudencia, por decir lo menos, seguir incitando el odio entre congéneres en territorio nacional.
Como ha sido el caso de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a quienes por el desempeño de sus funciones se les hostiga y maldice cada que una de sus resoluciones no es del agrado de los afectados. Los agravios han provenido primordialmente de la sociedad civil con mensajes ofensivos e insultos a grito “pelón”, tal como sucedió con un hombre de edad dedicado durante muchos días a injuriar a la ministra presidenta de la Corte Norma Piña.
En ese sentido cabe suponer que la actuación del injuriador pudo ser orquestada desde alguna instancia del gobierno en turno o las filas de Morena considerando que las resoluciones adoptadas en la SCJN de la nación son objeto de duras críticas desde Palacio Nacional.
Motivo por el cual no son pocos los que han dicho que es de creer que los ataques a la corte se ordenan en la Presidencia. Aunque, algo así es sólo una especulación semejante a tantas otras que se hacen cuando se hacen críticas al Poder Ejecutivo y se acusa directamente a distintos personajes de la oposición. Una y otra vez el reparto de acusaciones mutuas entran y salen de las sedes del gobierno, Morena y sus aliados del mismo modo que de los recintos de quienes son sus declarados críticos y opositores. De ahí que se dude a quien atribuirle la autoría intelectual de “los ataques verbales” que constantemente surgen de “las entrañas” de la Cuarta Transformación y de aquellos foros públicos o privados en los que se encuentran los que hacen “blanco” de críticas al gobierno.
Una cuestión que quizás sea entendible y válida habida cuenta de la necesidad que tienen unos por conservar sus posturas de mando institucional en futuras elecciones y los que desean volver a ocupar muchos de los cargos de representación electoral que dejaron de ser “posesión exclusiva” de tres partidos políticos ante el empoderamiento de sólo a uno.
El partido en el gobierno que, a decir de sus increpadores, se ha conducido como una potencia abusiva que atropella intereses de los demás cometiendo las más cínicas arbitrariedades de las que mucho se quejaron quienes durante un largo periodo fueron oposición y ahora confrontan con idéntica “alevosía y ventaja” a sus contrarios políticos.
Dicho de otro modo: La oposición decidió cerrar filas contra Morena y sus aliados sintiéndose “avasallada” inmisericordemente cada que opera un acto legislativo o decisión de gobierno como ha sido el caso de la eliminación de órganos autónomos, además del sistemático ataque a la autonomía del INAI, el Tribunal Federal Electoral, el Instituto Nacional Electoral y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Y lo que es más grave, a decir de algunos increpadores del gobierno de Andrés Manuel, es la recurrencia a toda clase de ilegalidades y hostigamiento sistemático para todo cuanto no muestre obediencia y sumisión a lo que se mande desde el Palacio Nacional.
Así las cosas, aquello que dijo Mario Delgado sobre los ex consejeros del INE recién sustituidos, tratándolos de enfermos de rabia como parte de la incitación al odio se considera indigno de ser usado como recurso político.
La razón es que podría ser el equivalente a azuzar a los partidarios contra los adversarios del régimen dándoles a estos el trato de “perros rabiosos”.