Layda Sansores, atrapada en sus propias redes
Miguel Ángel Rivera miércoles 8, Feb 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Luego de erigirse en perseguidora de su antecesor en el gobierno de Campeche, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, y de su propio compañero de partido, el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, la ex priista y ahora furibunda “morena” Layda Sansores San Román está contra el paredón de fusilamiento.
Esta transformación obliga por lo pronto a tener muy en cuenta dos dichos populares vigentes desde hace muchos años y que se aplican sobre todo a hombres y mujeres que alcanzan un cierto grado de poder público.
Uno advierte que “quien a hierro mata, a hierro muere”. El segundo, que tal vez tiene más vigencia en la actualidad, previene que “para tener una lengua larga se debe tener una cola corta”.
Las dos máximas populares le vienen muy bien a la gobernadora de Campeche y ex titular de la alcaldía capitalina de Álvaro Obregón, pues en sus embestidas contra Moreno y contra Monreal recurrió a un procedimiento ilegal: Utilizar grabaciones de diálogos telefónicos y, lo peor —sostienen los acusados— que esas pláticas fueron editadas para conseguir que los espiados “dijeran” lo que le interesaba a la gobernadora.
Segundo, la misma “medicina” se le ha aplicado a la política campechana, pues han aparecido conversaciones de ella y de algunos de sus colaboradores que aparentemente dejan entrever acciones ilegales.
El caso más grave para Sansores San Román es un video transmitido en un noticiario nocturno de alcance nacional en el cual aparecen tres militantes del partido oficial, Morena, que en apariencia reciben varios fajos de billetes en las oficinas del Palacio de Gobierno de Campeche, en junio de 2021, un mes antes de las elecciones a la gubernatura, en las que triunfó Layda Sansores, abanderada de ese partido. El gobernador en ese momento era Carlos Aysa González, a quien “heredó” el cargo Moreno Cárdenas para asumir la presidencia del PRI, partido que luego lo expulsó al aceptar la embajada de México en la República Dominicana, que al decir de sus críticos fue su “premio” por haber cedido la plaza a la llamada Cuarta Transformación.
Los políticos puestos en evidencia por el video dado a conocer por Televisa son Raúl Pozos Lanz, actual secretario de Educación; la senadora Rocío Abreu y el jefe de la Oficina de la mandataria, Armando Toledo. Los tres, como el clásico del “señor de las ligas”, reciben fajos de billetes, que meten en bolsas.
Sobresale el caso de Pozos, coordinador de la campaña de Sansores, quien, como ella, antes militó en el PRI, desde 1990 y durante su carrera fue dirigente estatal del tricolor (2007-2009). Renunció al tricolor en 2019 y casi de inmediato apareció en el equipo de la entonces candidata de Morena, Sansores.
La senadora Rocío Abreu Artiñano, también inició su carrera política en el PRI, que en coalición con el PVEM y el partido Alianza la postuló a la llamada Cámara Alta, pero al llegar se pasó a la bancada de Morena, donde una de sus acciones más significadas consistió en participar en un penoso debate contra la senadora panista Lilly Téllez, a la que acusó de “doble moral” y sacó a relucir cuestiones de la vida privada de la sonorense. En principio, negó haber recibido el dinero, pero después admitió haberlo empleado para realizar “gestiones” del estado.
“El que a hierro mata a hierro muere”
Antes de este testimonio en televisión, para volver el tema de los dichos populares, la gobernadora Sansores fue víctima de la misma arma que utiliza contra sus adversarios políticos.
La revista Proceso difundió una serie de conversaciones de la gobernadora Layda Sansores en las que intercambia mensajes con su sobrino, Gerardo Sánchez Sansores, quien junto con su esposa América Azar, que fuera secretaria de Finanzas en la administración de Moreno Cárdenas, están señalados como responsable de las filtraciones que llegaron a poder de Sansores. En esas revelaciones de Proceso, el sobrino hace hincapié que el propio ex gobernador ayudó involuntariamente al triunfo de Sansores San Román robando recursos públicos del erario campechano para hacer “el cochinito” y así financiar la campaña de la morenista.
“Alito es tan soberbio que con cualquier dulce lo endulzas. No me costó trabajo ser indispensable en su cercano grupo de confianza. Su ego es tan grande, que me lo chingaba a cada rato y nunca se dio cuenta. Hasta América que es muy atarantada, se lo chingaba cada vez que podía, haciéndole procesar salidas que iban para el cochinito. Nunca se dio cuenta que él nos financiaría parte de la campaña”, se lee en uno de los mensajes entre Gerardo y su tía.
En otra conversación, Sánchez Sansores también menciona que el hoy fiscal general de Campeche, Renato Sales Heredia, les ayudaba “con su centro”, sin dar más detalles de eso. Ese es un centro de espionaje del que mucho se habla en Campeche, sin que nadie se haga responsable. Una de las revelaciones aseguraba que el equipo tenía capacidad de grabar simultáneamente 30 mil líneas, cifra que resulta una exageración para una población que en la actualidad no llega ni a un millón de personas en todo el estado.
Pero, tal vez lo que más afectó a la mandataria fue la exhibición de lo que comentó acerca de la “corcholata” favorita, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, a cuyo equipo se supone afiliada a la también exalcaldesa. Según esta versión Sansores San Román lamentó que “lo de Claudita (Sheinbaum) no está seguro, en cualquier momento se puede caer. (Ricardo) Monreal ha crecido, en lugar de debilitarse, Adán (Augusto López) no cesa en su empeño y creo le hemos dado armas para chingarnos…”.
A los problemas locales de Sansores se
deben sumar denuncias en Álvaro Obregón
La difusión de grabaciones ilegales tiene a la gobernadora campechana a punto de enfrentar una sanción penal, pues ha desatendido amparos que le ordenan suspender esas prácticas, pero no lo ha acatado.
Si se siente a salvo, tal vez resulte más grave para ella la denuncia que ha presentado formalmente su sucesora en la alcaldía Álvaro Obregón, la panista Lía Limón, por diversas irregularidades descubiertas en el manejo del presupuesto.
De acuerdo con esa denuncia, presentada ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, abarca en total siete presuntas irregularidades de las cuales se responsabiliza a Layda Sansores. Se trata de delitos de corrupción, ejercicio abusivo de funciones, desvío de recursos y enriquecimiento ilícito.
En total, el equipo de la actual alcaldesa descubrió que “desaparecieron” alrededor de 120 millones de pesos de recursos públicos destinados a programas sociales que tendrían que entregarse a la población más vulnerable y en momentos muy difíciles, debido a la pandemia de la Covid.
Las irregularidades se detectaron en tres programas sociales, por 70.8 millones de pesos; tres contratos de servicios por 40 millones y un convenio con una asociación civil por 8.2 millones, por lo que también se presentarán estas denuncias a la Secretaría de la Contraloría.
Al entregar la documentación que sustenta su acusación, que se acumula en cuatro cajas, la alcaldesa Limón lamentó que se haya hecho un mal uso de los recursos públicos.
De confirmarse las irregularidades en el manejo de los presupuestos de Campeche y de la alcaldía Álvaro Obregón, se supone que el dinero se destinó a actividades partidistas, para favorecer a Morena y, tal vez, a sus aliados.
Sin embargo, la multimencionada Sansores San Román no puede estar segura de que ese pretexto la pone a salvo de una acción penal en su contra, así como de sus cófrades.
Esto porque el oficialismo no puede justificar nuevos desvíos de recursos hacia las arcas de su partido, Morena, o para los bolsillos de sus militantes. El presidente Andrés Manuel López Obrador está obligado a dejar constancia de que se cumple su lema de no mentir y no robar.
Al menos esto es lo que pareció sostener el gerente de Morena, Mario Delgado Carrillo, quien al ser interrogado acerca de las irregularidades de que se acusa a Sansores San Román, afirmó que su partido no será “tapadera” de nadie.
“Nosotros no protegemos a nadie; no somos tapadera de nadie. Creemos en que la política tiene que hacerse a partir de valores muy diferentes que prevalecieron en nuestro país y que siguen prevaleciendo ya en algunas entidades, como es el Estado de México y como es el caso de Coahuila”, aseguró Delgado.