Más allá de actos de cortesía, lo que importa es defender la Constitución
Miguel Ángel Rivera martes 7, Feb 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Dos actitudes muy distintas de dos poderes de la nación respecto de lo acontecido en el Teatro de la República, en Querétaro, en ocasión del 106 aniversario de la Constitución de la República. El Ejecutivo se fue por la anécdota y el Judicial, por el fondo.
Esto quedó muy claro en la conferencia mañanera de ayer, cuando las preguntas “a modo” de los periodistas que acuden a la mañanera presidencial, se limitaron al supuesto desaire sufrido por el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando, al llegar al histórico recinto, fue recibido con aplausos del resto de los asistentes, todos puestos de pie, excepto la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Lucía Piña Hernández, quien permaneció sentada.
Tanta fue la indignación en la llamada Cuarta Transformación que su incondicional diario La Jornada, escribió un lapidario minieditorial de contraportada, que se conoce como Rayuela, que dice: “Señora, como decía don Jesús, la forma es fondo”.
La falla de esa aparente condena salta de inmediato.
Si vamos a formas ¿cómo se explica que los titulares de los poderes Legislativo y Judicial hayan sido arrinconados en una esquina del presidium, lejos del sitio central reservado para el jefe del Ejecutivo, a cuyos costados fueron ubicados, de un lado el secretario de Gobernación, su dependiente, y del otro el gobernador de Querétaro, que era en este caso el anfitrión?
Si no hay un mandato escrito, la tradición establece que los lugares preferentes son para quienes encabezan los tres poderes federales. Todavía el año anterior, por ejemplo, a los costados del jefe del Ejecutivo federal fueron colocados los presidentes de las Cámaras del Congreso de la Unión, que en ese momento eran del Senado, Olga Sánchez Cordero; y de los diputados Sergio Gutiérrez Luna, a cuya derecha se ubicó al entonces tan apreciado por Palacio Nacional ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Este año, luego del secretario de Gobernación y del gobernador de Querétaro, se ubicaron los titulares de la Defensa y de Marina.
De esto no se puede responsabilizar ni al gobierno queretano ni a otros de los poderes federales. La distribución de los sitios en el presidium lo decide la Ayudantía de la Presidencia, que ahora asume las responsabilidades que antes correspondían al “desaparecido” o disfrazado Estado Mayor Presidencial.
Esto significa que, si hubo un desaire inicial, estuvo a cargo del Ejecutivo, que decidió alejar lo más posible a los presidentes del Congreso y de la Suprema Corte de Justicia.
Para acabar con el tema de las formalidades, vale recordar que desde la escuela primaria —cuando había clases de civismo— nos enseñaron a ponernos de pie cuando llegaba una persona mayor, pero no cuando se trataba de un igual.
Y en este caso, así lo dice la Constitución a la que se festejaba en esa oportunidad, en su artículo 49 constitucional: “El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en
Legislativo, Ejecutivo y Judicial”.
En consecuencia, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia tiene la misma categoría que los titulares del Ejecutivo y del Legislativo. Si no hubo una deferencia para ella en lo que respecta a los sitios, no tenía porqué corresponder con un acto de cortesía, aunque concedió el acto de civilidad de recibirlo con aplausos. Pero no había por qué ponerse de pie si llega un igual.
En su conferencia mañanera de ayer, López Obrador se refirió únicamente a las formas, no al fondo. Inclusive aprovechó para presumir que esta actitud de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia fue posible porque en la actual administración los otros poderes federales, el Legislativo y el Judicial, no está subordinados al Ejecutivo.
En defensa de la autonomía del Poder Judicial
Al contrario de la actitud del Ejecutivo federal de limitarse a juzgar las formas y adjudicarse el goce de libertades que están plenamente garantizadas por la Constitución, la Suprema Corte de Justicia destacó en un comunicado oficial acerca del acto de celebración en Querétaro los principios reivindicados por la ministra presidente, Norma Lucía Piña.
De entrada, en su mensaje oficial, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia, estableció que “la Constitución es un inmenso y muy poderoso manto protector de certeza, de confianza, de seguridad y, sobre todo, de unión entre las y los mexicanos”.
Recordó, dice el comunicado de la Suprema Corte, que la independencia judicial no es un privilegio, sino el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectivas las libertades y la igualdad.
“Una judicatura independiente es pilar de nuestra democracia. Es el legado que nos transmite nuestra ley fundamental. Tenemos la responsabilidad de preservarla y fortalecerla. De lo contrario, corremos el riesgo de mermar esa garantía en detrimento de las propias personas que nos demandan justicia”.
El texto de la Corte también destaca que “ante el presidente de la República, licenciado Andrés Manuel López Obrador; de los presidentes de la Cámaras de Diputados y de Senadores, diputado Santiago Creel Miranda y senador Alejandro Armenta Mier; del secretario de Gobernación, licenciado Adán Augusto López Hernández, y del gobernador constitucional del estado de Querétaro, licenciado Mauricio Kuri González, así como de los integrantes de los Poderes de la Unión y los tres órdenes de gobierno, la presidenta del Poder Judicial de la Federación invitó a trabajar “hombro con hombro, por el bien de nuestro país, para dar ejemplo de que, en la unidad nacional, somos dignos herederos de nuestra historia.
“Acompañada de los presidentes de la Primera y Segunda Sala de la SCJN, los ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo y Alberto Pérez Dayán, así como de las ministras Loretta Ortiz Ahlf y Ana Margarita Ríos Farjat, y de los consejeros de la Judicatura Federal, Lilia Mónica López Benítez, Eva Verónica de Gyvés Zárate, Bernardo Bátiz Vázquez y Sergio Javier Molina Martínez, recordó que las personas juzgadoras están sujetas al imperio de la ley, pero su deber no se limita a su aplicación, sino que deben interpretarla atendiendo a los valores y principios inmersos en ella.
“En este sentido, enfatizó que el compromiso con México es cumplir la Constitución y velar por su cumplimiento. Llamó a hacerlo posible y reiteró que, para ello, cuentan con el Poder Judicial de la Federación”.
Como se constata, una actitud muy diferente. Uno de los poderes se fue por la superficie, el otro está atento al cumplimiento de lo que ordenan las leyes.
Marcelo Ebard insiste en la necesidad del “piso parejo”.
Al tiempo que se reciben noticias de diversas partes de la República acerca de la intensificación de las actividades de los grupos de simpatizantes con su candidatura, el secretario de Relaciones Exteriores y “corcholata” presidencial, Marcelo Ebrard Casaubon, insistió en su demanda de condiciones igualitarias para decidir quién será el candidato de la llamada cuarta transformación para suceder al presidente López Obrador.
En entrevista concedida al diario La Crónica de Hoy, Ebrard postuló que “todos los aspirantes de Morena a la presidencia de la República se junten para convenir reglas claras, para que no haya condiciones para impugnar los procesos” y precisó que entiende por condiciones de juego limpio.
En lo que actualmente debe ser su especialidad, los temas internacionales, el canciller señaló que, en el tema del tráfico de armas, “nos enfrentamos al lobby más poderoso”, que financia a los más virulentos legisladores antimexicanos en Estados Unidos. También advierte que la OEA, tal y como está, no tiene viabilidad, porque está hecha para otra lógica, no la de la competencia económica con China.
En la entrevista firmada por Francisco Báez y Fran Ruiz, el aspirante presidencial explicó lo que, en su opinión, significa “piso parejo”.
Recordó que en carta dirigida al gerente de Morena, Mario Delgado, expuso tres puntos: Primero, realizar un debate público; segundo, una fecha límite para separarse de cargos públicos, y, tercero, que la encuesta tenga una sola pregunta, no cinco y que esté a cargo de una encuestadora independiente a satisfacción de todos, bajo supervisión independiente, y con una muestra suficiente, porque no puede ser de 1,200.
¿Con base en qué va a opinar el ciudadano si no sabe que proponen los precandidatos?, remató.