La zanahoria de López Obrador
¬ Francisco Reynoso martes 29, Nov 2022Triple Erre
Francisco Reynoso
En una mesa de cantina dos alegres borrachos discutían.
Era domingo 27 de noviembre. La tarde pardeaba. Serían más de las seis.
Ambos son o simulan ser militantes de Morena y apasionados seguidores del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Uno más borrachón que el otro —y ya se sabe que el vino saca cosas que el hombre se calla— reprochaba a su camarada que fueran tan indignos: “Cada vez que Andrés nos pone la zanahoria ahí vamos de hocico a tratar de morderla”.
Se acercó el mesero: “sirva ipidió el más briagadales. Y le subió el tono a sus reclamos.
—¿Cuánto costó esta pinche marcha? ¿Y para qué chingaos sirve?
—Lo que haya costado. Hay dinero para eso y más. A Andrés que chingaos le importa informar. Le vale madres las marchas de la oposición. Lo que le interesa es que los jodidos cada vez estén más encabronados con los ricos, que ya son muy pocos y que le mienten su madre a los de la clase media aspiracionista. A Andrés lo que le interesa es ganar él la Presidencia con su compadre Adán Augusto o, en último caso, con la Sheinbaum y seguir mandando. Y en eso se va a gastar lo que haga falta. Dinero le sobra. Lo saca de la 4T, de los 20 estados que gobiernan sus incondicionales y de muchos municipios ricotes.
Chocaron vasos. Se echaron a la boca sendos puños de cacahuates y el menos incróspido siguió con su rollo mareador.
—¿Para qué sirve la marcha?, preguntas. Pues para tener a todos México babeando.¿De qué se habló toda la semana? Ni siquiera los pinches ratones verdes le hicieron sombra a Andrés. Todos los periódicos que se declaran anti-López y le pegan un día sí y el otro también porque lo odian, fueron los más prolijos difundidores de la marcha. Y Andrés en la mañanera les jugó el dedo en la boca toda la semana previa. Es un chingón. Para distraer a la gente y que no ande pensando en pendejadas como la inseguridad, inflación, desaparecidos, escocidos y otras mamadas, no hay otro como Andrés Manuel.
Por enésima vez dijeron salud. El incróspido gritó al mesero: “¡eh guey..! trae igual y unas tortas; a mí, ya que estamos hablando de ya sabes quién, tráemela de queso de puerco…”.
Preparen armas, apunten…
¿Habrán tenido ánimo de participar en la marcha de apoyo a López Obrador los familiares del general del Ejército mexicano, coordinador de la Guardia Nacional en Zacatecas, José Silvestre Urzúa Padilla, asesinado por el crimen organizado en Pinos? Por supuesto que no. Como tampoco los familiares de los más de 130 mil muertos que contabiliza la cuatroté en sus primeros cuatro años de gobierno. Tampoco las familias de los mineros que no han sido rescatados, ni las de los niños que murieron de cáncer por falta de medicamentos. Tampoco tendrían ánimos otros millones de familias que vivían en la pobreza y ahora están en la miseria. Se habrán quedado en sus casas y si encendieron la radio, la televisión o leyeron algún periódico, cayeron en el garlito de López Obrador; también mordieron la zanahoria… Después del asesinato del general Urzúa Padilla en Pinos, el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega anunció la suspensión, hasta nueva orden, de los servicios religiosos en Pinos y Jerez; no quieren correr riesgos; según se comenta en los corrillos políticos, Pinos estaba controlado por un cártel y entró otro más violento y peligroso; el general iba a tratar de restablecer el orden pactado que existía y encontró la muerte… En Madrid, el coordinador de la bancada del PRD en San Lázaro, Luis Espinoza Cházaro, urgió a los partidos de la coalición Va Por México: PAN, PRI y PRD, a destapar a su candidato a la presidencia de la República, porque Morena y López Obrador lo hicieron hace muchos meses y la ventaja que han tomado es enorme; Espinoza Cházaro propuso que sea Ricardo Monreal Ávila o Santiago Creel Miranda.
La verdad es la verdad
y no admite otros datos