Las “corcholatas” y la marcha
¬ Augusto Corro martes 22, Nov 2022Punto por punto
Augusto Corro
Por supuesto, las “corcholatas” buscarán el lucimiento en la marcha y concentración política anunciada para el 27 de noviembre.
Fue el propio presidente López Obrador, quien convocó a esa magna manifestación que se presta a varias interpretaciones.
Una, para mostrar la fuerza política del mandatario tabasqueño y para festejar los logros de la Cuarta Transformación; así como para contrarrestar los efectos de la manifestación opositora del pasado 13 de noviembre.
Sin duda, los precandidatos morenistas presidenciales aprovecharán la marcha y concentración para promover sus precampañas presidenciales.
Asistirán al evento Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX); y los titulares de Relaciones Exteriores y de Gobernación, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, respectivamente.
La cuarta “corcholata”, el zacatecano Ricardo Monreal Ávila, coordinador morenista en el Senado, no asistirá a la marcha y concentración.
Primero dijo que sí acudiría a la reunión; pero días después declaró que no iría, porque tenía el compromiso de acudir a una reunión parlamentaria en España.
Inmediatamente surgieron las especulaciones sobre la presencia de Monreal Ávila en el mencionado evento; pues pierde una oportunidad importante para justificar sus discursos de unidad.
Quizás, Claudia Sheinbaum resulte la más beneficiada con esa reunión política, pues tendrá la oportunidad de conseguir votos en la clase media capitalina, quien ya le demostró su rechazó en las manifestaciones. De las cuatro “corcholatas”, las más conocidas son Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal; Adán Augusto, no tanto. La aspirante preferida a la contienda electoral presidencial, como se comenta en los círculos políticos, es la doctora Sheinbaum que en la CDMX no las tiene todas consigo.
En las elecciones intermedias se perdieron más de la mitad de las alcaldías que, seguramente, buscará recuperar Morena, en territorio gobernado por Claudia Sheinbaum; pero ella prefiere perseguir el voto en los estados, que atender los innumerables problemas de la capital, que no son pocos.
Marcelo Ebrard, a quien colocan en segundo lugar de las preferencias electorales, después de Sheinbaum, lleva el manejo de sus aspiraciones con tranquilidad y sentido político.
Al senador Monreal Ávila no le han reconocido sus méritos como militante morenista, pues no ha sentido el calor de su partido. Tan es así que se menciona como un posible candidato presidencial de la oposición.
Ahora, con su negativa de no acudir a la marcha del 27 de noviembre, por sus compromisos en España, podría interpretarse de diferentes maneras, entre ellos, el rompimiento con Morena.
Ya dijo que en diciembre decidirá si se va o permanece en Morena, luego del conflicto que sostiene con su compañera de partido y gobernadora de Campeche, Layda Sansores.
El legislador zacatecano anunció lo anterior con una sonrisa e interpretó la canción “Amarga Navidad” de José Alfredo Jiménez, con la siguiente letra: “Diciembre me gustó pa’ que te vayas… pero usted paga muy cruel… adiós mi Navidad… No quiero comenzar el Año Nuevo, con este… que hace tanto mal… y ya después, que pase mucho tiempo, que estés arrepentida… ya mejor no digo nada porque estoy muy contento”.
No es la primera vez que el líder del Senado tiene problemas con su partido. Ya en otra ocasión surgió una disputa por la candidatura al gobierno de la Ciudad de México. Aquella vez, tuvo Monreal Ávila un enfrentamiento con la doctora Sheinbaum. Peleaban la candidatura morenista al Gobierno de la CDMX. Perdió el zacatecano.
Hoy otra vez vuelven a competir por un puesto de representación popular en el que el senador demanda piso parejo.
En fin, el próximo domingo veremos desfilar a la clase política morenista, sin una de sus corcholatas, quizás la más inconforme.
¿Usted qué opina amable lector?