Ricardo Monreal logra acuerdos y reconocimiento, pero no en su partido
Miguel Ángel Rivera martes 4, Oct 2022Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Parece que, ahora sí, se concretó un acuerdo para prolongar la permanencia, por lo menos durante cuatro años más, del control militar sobre la Guardia Nacional, pero probablemente donde menor regocijo cauce es donde surgió la idea: en Palacio Nacional.
Esta presunción viene del hecho de que el principal protagonista del acuerdo que pronto será votado en el Senado de la República es el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y coordinador de la bancada de Morena en esa Cámara, el ex gobernador de Zacatecas, y precandidato presidencial, Ricardo Monreal Ávila.
El principal inquilino de Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha negado reiteradamente a incluir al senador zacatecano en la lista de sus “corcholatas”, de las cuales se supone que saldrá el candidato presidencial del partido oficial. Los nominados, ya se sabe, por orden de preferencias, según los enterados, son la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo; el secretario de Gobernación, paisano y “hermano” del primer mandatario, Adán Augusto López Hernández; y el titular de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon.
Monreal no sólo está fuera de la lista oficial de aspirantes, sino que está “congelado”. Es de sobra conocido que hace más de un año que no es recibido por el primer mandatario en Palacio Nacional, a donde sólo ingresan los consentidos.
No obstante esa marginación, Monreal se ha esmerado por sacar adelante todos los proyectos e iniciativas que tienen su origen en el Zócalo capitalino. Para ello, ha tenido que aplicar toda su capacidad de negociación con las otras fuerzas políticas, lo que ha significado modificar en algunas de sus partes las iniciativas originadas en Palacio Nacional.
Esa capacidad de llegar a acuerdos, en vez de sumarle créditos, le ha llegado a acarrear críticas dentro del oficialismo, pues no cumple con la exigencia presidencial de aprobar sus iniciativas “sin cambiarle ni una coma”, además de que el legislador zacatecano antepone sus conocimientos de Derecho y su respeto a las leyes, en particular la Constitución.
Este es el caso presente. Desde que se anunció una iniciativa presidencial para extender el periodo por el cual la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) debe tener el control de la Guardia Nacional, a pesar de que nació como una dependencia civil. Monreal advirtió que para dar fundamento legal a ese cambio no basta con adecuar leyes reglamentarias, sino que resulta obligada una reforma constitucional.
Esta recomendación no fue bien recibida en los altos círculos de la llamada Cuarta Transformación, sobre todo después de que Morena y sus rémoras lograron aprobar las reformas exigidas por el primer mandatario, como resulta obligado, sin cambiarle ni una coma.
De inmediato se produjo una reacción en cadena contra esa reforma que, de acuerdo con reconocidas constitucionalistas, deberá ser invalidada por la Suprema Corte.
Sacar las castañas con la mano del gato
En esta fase apareció un nuevo actor que no estaba en principio dentro del reparto o que, más bien, estaba en la lista de oposición: la bancada del PRI en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa de reforma constitucional, que toca sólo un artículo transitorio y que, por consiguiente, resulta menos conflictiva. En vez de entregar ad perpetuam el control de la Guardia Nacional a la Sedena, una diputada priista que tendrá como recompensa un cargo en el nuevo gobierno de Durango —supuestamente ganado por una coalición opositora— presentó una iniciativa para ampliar “sólo” cuatro años el mando militar en esa corporación policíaca que se presume es civil.
Con todo y el cambio de disfraz, la iniciativa no pasó en el Senado, donde faltaron a Morena y satélites (se dice que uno solo) los votos necesarios para que procediera la, digamos, “mini” reforma constitucional.
Aquí fue donde Monreal, sin atender a las críticas surgidas desde “su” partido mostró su sapiencia legislativa y logró forzar una votación para que la iniciativa se regresara a comisiones.
En este espacio es donde Monreal ha aplicado toda su capacidad de negociación y, al parecer, ya tiene lista una iniciativa que modifica en parte la propuesta del PRI-MOR, pero que también venció resistencias en otras bancadas del llamado Bloque Opositor como el PRD y sus temporales aliados de MC y hasta de los senadores independientes del llamado Grupo Plural, lo cual asegura que la reforma sea aprobada tal vez hoy mismo.
Es de recordar que el tiempo apremia, pues a partir de que se regresó la iniciativa a comisiones empezó a correr un plazo impostergable de diez días para volver a presentar el dictamen.
No falta mucho para comprobar si Monreal venció efectivamente resistencias. En tal caso, se ganó una condecoración, aunque probablemente no provenga de Palacio Nacional, pues eso sería tanto como reconocerle la calidad de aspirante a la candidatura presidencial y, si no, convertirlo en un marginado que, eventualmente, podría aprovechar en beneficio personal su capacidad de negociar con la oposición.
Por lo pronto, Ricardo Monreal reconoció que no se ha logrado por completo el consenso, “como era mi deseo, incluir a todos. Pero, nos movimos de nuestra posición original en la que sólo había una estrategia y una alternativa de aprobar, como venía la minuta de Cámara de Diputados”.
También reveló que presentaría el proyecto de reforma a los secretarios de Gobernación, Defensa y Marina.
“Esta minuta corregida y modificada en el quinto transitorio, la voy a comentar, yo soy muy transparente, la voy a comentar con las propias fuerzas armadas y con el secretario de Gobernación, porque finalmente es un ejercicio de colaboración de poderes”, dijo. Más tarde, en entrevista con Pepe Cárdenas confirmó haberse entrevistado con López Hernández para tal propósito.
Aclaró que “técnica y legislativamente, se trata de un nuevo dictamen, de una nueva redacción del artículo quinto transitorio” que resulta más atractivo, pues lo que “queremos es un equilibrio justo entre la sociedad civil, pero también las fuerzas armadas que cumplen una función y que en este momento es imposible sustituirlas y, no tenga facultad discrecional en su actuar”.
La única fracción parlamentaria que mantiene
su decidida oposición a la reforma es la del PAN
“Pedimos a todos los partidos que conforman la coalición legislativa Va por México, que cumplan su palabra y no permitamos que se siga militarizando nuestro país”, dice una declaración de la dirigencia nacional del PAN, fechada ayer en Cholula, Puebla.
El presidente nacional del partido azul, Marko Cortés Mendoza, aseguró que Acción Nacional no está de acuerdo en ampliar el periodo en que la Guardia Nacional (GN) pueda ser operada por militares, como lo propuso una diputada del PRI, porque implica modificar la Constitución.
“Lo digo con absoluta claridad, Acción Nacional no está de acuerdo en esa modificación porque lo que hace es seguir militarizando el país y no lo vamos a permitir. Por eso, los dirigentes nacionales, los coordinadores de los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados, firmamos una moratoria constitucional, la moratoria constitucional es para dejar intacta nuestra ley suprema”, detalló.
En conferencia de prensa, acompañado por los liderazgos del partido en Puebla, pidió a todos los partidos que conforman la coalición legislativa Va por México que cumplan su palabra y no se modifique la Constitución y no permitamos que se sigua militarizando nuestro país.
Cortés Mendoza explicó que en estos momentos vamos en contrasentido con el mandato constitucional al autorizar que los militares participen más años en la conducción en la Guardia Nacional. Dicho mandato establecía que el mando de la GN debía ser civil y pusieron un militar y que se debía formar una policía civil y lo que se están haciendo es formar una policía militar.
“Y si vamos contrasentido, no tiene razón el que se quiera ampliar el plazo. Por esa razón es que Acción Nacional, cumpliendo con el compromiso de cara a la sociedad de una moratoria constitucional, decimos no y esperamos que todos los partidos que forman parte de la coalición Va por México se mantengan en ese compromiso de no modificar la Constitución y de no permitir que siga la militarización de nuestro país”, añadió.