¿Quién podrá detener la violencia?
Ramón Zurita Sahagún viernes 12, Ago 2022De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cada día resulta más frecuente el corte de calles en las ciudades, mediante métodos violentos, que van desde el disparo de armas de fuego, el amago a los transeúntes y la quema de vehículos.
Eso era frecuente en la década pasada, cuando varias de las principales ciudades del país tuvieron una serie de eventos tan violentos que sus principales accesos fueron bloqueados, ante la pasividad de las autoridades.
Y como ahora son otros tiempos en los que dicen las autoridades federales las cosas son distintas, llama poderosamente la atención que se presenten estos incidentes y lo hagan. Preferentemente, en entidades y ciudades gobernadas por la oposición.
Jalisco y Guanajuato son los más recientes ejemplos de ello, pero anteriormente los sucesos ocurrían en Tamaulipas y hasta en territorios gobernados por el partido gobernante a nivel federal.
Son tiempos nuevos, con acontecimientos viejos que se repiten con gran constancia.
Y que las autoridades no han podido controlar o frenar, ni siquiera con el auxilio de las fuerzas armadas que ahora actúan en su papel de policías guardianes.
Mientras se discute el tema de la injerencia de las fuerzas armadas en papeles de policías y se sujeta a la Guardia Nacional a las órdenes del Ejército no se encuentran elementos que puedan ayudar a garantizar la seguridad y, principalmente, detener la ola expansiva de la violencia.
No importa el estado en que ocurran, a todos les llega su momento y casi de la misma forma, aparecen las fotos y videos de los integrantes de algunos de los cuerpos delincuenciales mostrando su poderío y haciendo gala de su armamento y de los vehículos con que cuentan.
Las alertas desde el extranjero se repiten para que los turistas no lleguen a esos sitios y el reguero de cadáveres se reproduce en las cada vez más repetidas masacres.
Algunas veces ha salido el Presidente a decir que dejaron de producirse las masacres, que eso ya no ocurre en México, pero rápidamente los delincuentes les muestran que son más comunes de lo que se piensa.
Los mensajes a los grupos violentos de la delincuencia organizada no han tenido efecto. Los abrazos, no balazos, las acusaciones con sus mamás y otras frases empleadas para desanimarlos de que continúen por el camino al margen de la ley no han servido de nada, mientras desaparece el asombro de los rostros de los habitantes pacíficos por la frecuencia con la que se repiten los bloqueos, crímenes y disputa por calles y ciudades.
Poco resultado hay y no se advierte otro tipo de política que pueda ser usada con éxito en la lucha contra la inseguridad y violencia.
En el pasado se intentó copiar los métodos colombianos para combatir a los cárteles y se trajo a un experto de las fuerzas armadas y no hubo éxito. Otro experimento se tuvo cuando se importó al ex alcalde Nueva York, Rudolph (Rudy) Giuliani y se pusieron en práctica los puntos recomendados para abatir la delincuencia y frenar la violencia. La táctica no funcionó y el ex alcalde de Nueva York se regresó en menos de un año y con su carga millonaria de dólares.
Esos mismos personajes que trajeron a México a Giuliani son los que gobiernan al país.
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A propósito del intento para remover a Alejandro Moreno Cárdenas (Alito) de la presidencia de la Comisión de Gobierno de la Cámara de Diputados, se procederá de la misma forma con Ignacio Mier Velazco, coordinador de la bancada de Morena y señalado como presunto lavador de dinero por 420 millones de pesos. Su socio Arturo Rueda se encuentra preso desde hace dos meses y hasta el propio gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa exige se proceda en contra de Mier… Finalmente, Jaime Bonilla Valdez regresa al Senado de la República y lo hace en un momento en que la bancada de Morena parece dividirse en dos grupos. Se habla de que el ex gobernador podría ser el tercero en discordia para presidir la mesa directiva a partir del primero de septiembre… Plácidamente Ignacio Ovalle Fernández degustaba un delicioso platillo en San Ángel Inn, mientras se investiga el fraude en Segalmex que dirigía hasta hace unos meses. Por lo pronto René Gavira, subdirector de Ovalle, se encuentra procesado por el uso ilegal de recursos públicos, por 100 millones de pesos, mientras “Nacho” Ovalle disfruta de los privilegios de la buena mesa.