Indiferencia criminal en la 4T
¬ Francisco Reynoso miércoles 11, May 2022Triple Erre
Francisco Reynoso
Con el mismo egoísmo criminal con el que López Obrador destruye parte de la selva maya, el más malito de sus pupilos: David Monreal, permite que el fuego arrase una extensa zona del semidesierto de Zacatecas.
Está plenamente comprobado en los hechos que la 4T es enemiga del medio ambiente, de los recursos naturales y de la riquísima biodiversidad que hasta ahora puede presumir México.
En Zacatecas, hace más de un mes estalló un incendio en los límites de los municipios mineros de Mazapil y Concepción del Oro. El lunes pasado, habitantes de los dos lugares bloquearon la carretera a Coahuila en demanda de apoyo del gobierno federal y del estatal porque las llamas han causado daños inmensos en alrededor de 550 hectáreas.
Los lugareños consideran indispensable que el incendio se combata por aire, con uno o varios helicópteros. A ras de tierra, las brigadas de Protección Civil de los dos municipios, y de otros cuatro que mandaron voluntarios, han tenido resultados muy pobres.
AMLO secuestró impuestos mineros
La petición de ayuda aérea encontró oídos sordos en el Ejecutivo estatal. David Monreal mandó decir a los ciudadanos que se rostizan por el calor del fuego y de la temperatura: “No están solos”. Y mandó 20 elementos de Protección Civil Estatal con su jefe Jeú Márquez al frente. De la petición del helicóptero, nada.
Los alcaldes de Mazapil y Concha del Oro, Mario Macías y José Luis Martínez, gestionaron con las poderosas empresas mineras de la zona: Peñoles y Peñasquito, ésta la más grande productora de oro de América Latina, la contratación de un helicóptero. Pero llegaría hasta la semana próxima.
Antes de que López Obrador secuestrara el impuesto minero, los municipios como Mazapil y Concha del Oro recibían cuantiosos recursos para obras sociales. Ahora no tienen ni para comprar pipas de agua de 500 pesos.
Hábitat del águila real
El semidesierto de Zacatecas abarca una superficie de 2.5 millones de hectáreas. Es el más extenso e inexplorado de Norteamérica. Alberga 60% de la superficie árida de México. Contiene riquezas naturales enormes, además de los minerales que los consorcios internacionales saquean impunemente. Ahí se localiza la mayor cantidad de ejemplares del águila real, la especie emblemática del México.
Viven también en el semidesierto de Zacatecas otras especies, como el águila real, en peligro de extinción, como el halcón peregrino, murciélago de cabeza plana, oso negro, perrito de la pradera y mariposa monarca.
En 2015, el presidente Enrique Peña Nieto presentó un proyecto de decreto para declarar zona natural protegida a los 2.5 millones de hectáreas del semidesierto.
El entonces gobernador Miguel Alonso y Alejandro del Mazo, comisionado de Áreas Naturales Protegidas lo discutieron con los empresarios mineros y las autoridades de los municipios involucrados. Hubo una gran presión desde Canadá para que el decreto no prosperara. Y al final de cuentas no prosperó.
Y ahí sigue el semidesierto, ofreciendo sus riquezas a las mineras Peñoles, Peñasquito y a las del grupo Frisco de Carlos Slim.
De 2015 a 2019, las minas de Zacatecas produjeron 121 mil toneladas de oro, con valor de 20 mil millones de pesos. Y 13 millones de toneladas de plata con valor de 19 mil millones de pesos.
Hasta la llegada de López Obrador al poder, el impuesto minero que pagan las empresas de acuerdo a sus volúmenes de extracción y ventas, se repartían a los municipios. Una parte mínima era retenida por la federación y otra por los estados.
En 2019, recién instalado en Palacio Nacional, López Obrador decidió que 100% del impuesto minera quedara en la Federación para salvarlo de la corrupción del neoliberalismo.
Municipios como Mazapil y Concepción del Oro quedaron en la miseria.
Y abandonados de la 4T y del gobierno del estado que, como los changuitos, los ven, no los oyen, no les hablan.
Más miedo a la delincuencia
Los ciudadanos de Mazapil y Concha del Oro que bloquearon la carretera dijeron: “Debemos presionar para que nos hagan caso las autoridades estatales y federales. El viejito (López Obrador) dice que el pueblo manda; es el que pone y el que quita a sus gobernantes”.
De la nueva gobernanza de David Monreal dijeron: “No voltea a vernos. La respuesta y ayuda que nos ha mandado es insignificante contra el tamaño del siniestro. Con Monreal todo es inútil. Estamos muy mal”.
El bloqueo duró alrededor de 12 horas. Inició a las 8 de la mañana y se levantó a las 8 de la noche. Los ciudadanos decidieron retirarse por cansancio. Y por decepción, ya que ninguna autoridad llegó a negociar con ellos. Los dejaron que hicieran lo que quisieran. No los pelaron.
Y se levantaron porque después de las 8 de la noche, la carretera se vuelve muy peligrosa por el ir y venir de los grupos de sicarios de las bandas del crimen organizado.
Así que la gente volvió a sus casas. Le tuvieron más miedo a los matones de los cárteles que al fuego.