¿La libertad de expresión, en riesgo?
¬ Luis Ángel García miércoles 4, May 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
En el primer trimestre de este año fueron asesinados seis periodistas o gente ligada a la comunicación digital. Por la presión mediática, como ocurre en estos casos, la mayoría de los eventos fueron resueltos y consignados los presuntos responsables, al menos los autores materiales. Diversas organizaciones periodísticas nacionales y extranjeras se pronunciaron y condenaron los sucesos. Regresó al imaginario colectivo que la actividad de informar es la más peligrosa del mundo.
Se ha dicho que México es el país más inseguro para ejercer el periodismo. Las Naciones Unidas lo colocan a la par de países en conflicto como Siria, Afganistán y ahora Ucrania. Las agresiones a trabajadores de la comunicación, independientemente del medio que representan, y a personas defensoras de los derechos humanos se han incrementado y la ONU atribuye la violencia contra reporteros y opinadores al crimen organizado, pero en connivencia con agentes del Estado mismo, además de que en algunos casos, la autoría intelectual de esos homicidios es de autoridades estatales o municipales.
El pasado 3 de mayo, instaurado por la UNESCO, se celebró el Día Mundial de la Libertad de Prensa, fecha que sirve para defender a los medios de comunicación de los ataques sobre su independencia, además de rendir homenaje a los periodistas muertos en el desempeño de sus funciones. En México, tristemente, debemos muchos tributos. La violencia que genera la delincuencia organizada y la provocada por el propio gobierno han creado muchas zonas de silencio. Se empieza a fomentar la autocensura y en muchos medios, sobre todo fronterizos, se ha dejado de publicar información policiaca o tratado temas ligados al narcotráfico.
Por otra parte, el gobierno federal ha emprendido, desde hace tres años, una campaña de estigmatización, de desprestigio, de linchamiento político de los periodistas que no comulgan con el proyecto de la 4T. Desde Palacio Nacional y replicado por las huestes y voceros de Morena se ha buscado descalificar las publicaciones que critican, con datos duros y pruebas, las acciones o inacciones de gobierno, los actos de corrupción de la gente cercana al presidente y la falta de resultados de esta administración, que ofreció mucho y ha cumplido muy poco.
Ante la ausencia de un plan sexenal para afrontar los problemas sanitarios de la pandemia, la recesión económica persistente, la inflación galopante, la violencia criminal y política, la inseguridad y los 118 mil homicidios dolosos que ha dejado la delincuencia organizada, diversos comunicadores y opinadores han exhibido esas precariedades en sus medios, por lo que, desde la cúpula del poder se les ha señalado como detractores del gobierno. Convertidos en modernos Torquemada, los voceros de la 4T y la Presidencia misma mantienen una hoguera, al estilo de la Santa Inquisición, para quemar y pretender purificar cotidianamente a los periodistas insurrectos que no se someten a los designios de ese poder exhibido. Con insultos, descalificaciones y mentiras quieren entregar a la turba a los informadores críticos, con el deseo ferviente de que el pueblo exija su encarcelamiento o desaparición.
Sólo por no dejar: Es común que, en las campañas, los contendientes lancen acusaciones para desprestigiar sin sustento. En Tamaulipas, el abanderado de la coalición PRI-PAN-PRD, César Verástegui, “El Truko”, y el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, alimentan una campaña de desprestigio en contra de Américo Villarreal Anaya, acusándolo de tener nexos con los hermanos Sergio y Julio César Carmona Angulo, presuntamente ligados al crimen organizado. Sin embargo, una investigación periodística devela que el actual gobierno estatal ha dado contratos millonarios a las empresas de Sergio Carmona. El tiro por la culata. Hay que recordar que César Verástegui era el secretario de Gobierno cuando se asignaron negocios que ahora pretenden ocultar. Por lo pronto, Américo Villarreal se mantiene al frente en las encuestas.