Burocracia, ¿mimada?
Luis Muñoz viernes 13, May 2011Segunda vuelta
Luis Muñoz
Joel Ayala, presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, dijo ayer que el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, ha mostrado la más amplia disposición al diálogo, orientado a obtener un incremento para los más de un millón 200 mil burócratas de 86 sindicatos afiliados a dicha central.
Se entiende que así sea, sobre todo cuando el funcionario del gobierno federal es considerado como uno de los principales aspirantes a la Presidencia de la República por el Partido Acción Nacional.
Ser accesible o sensible a las demandas de la clase trabajadora tendrá, sin duda, un efecto positivo en las urnas, lo que no sucedería si muestra una actitud contraria al beneficio común de una clase laboral golpeada por la crisis que aún no termina.
Antes de irse, si es que resulta el ungido, Cordero quiere dejar un “buen sabor de boca”, además de dejar en claro que si hubo alguien que contribuyó a mejorar los ingresos de los trabajadores fue él.
Para el caso se instaló una mesa de negociaciones con el gobierno federal para determinar dicho aumento que aún no se sabe de cuánto será.
Recordemos que en una de las últimas revisiones, el gobierno federal y la FSTSE acordaron un incremento de 4.9%, ponderado para los servidores públicos administrativos y de servicios generales.
¿Será esta ocasión un aumento igual a ese 4.9%?
A juzgar por la buena disposición de Hacienda, que hoy se muestra “sensible” a los requerimientos de los trabajadores, y lo importante que será contar con el respaldo de la burocracia nacional, creemos que puede ser mayor.
Joel Ayala confirmó que será la próxima semana, a más tardar el 20 de mayo, cuando concluyan las pláticas y aunque no habló sobre el monto del incremento, dijo que será “muy benéfico” para los más de un millón 200 mil trabajadores.
Sin embargo, aclaró que los porcentajes no son lo más importante en esta revisión salarial. El objetivo central será que los empleados de la federación vean incrementados sus ingresos.
Se trata de encontrar una estrategia que nos permita resarcir, a través de un aumento salarial importante, el poder adquisitivo de los trabajadores al servicio del Estado.
La FSTSE tiene la representación de 86 sindicatos ante el gobierno federal y la negociación es diferente a la que hace el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Y las negociaciones con la Secretaría de Hacienda, por lo menos hasta ahora, tienen como base el esquema del tabulador, el cual ha dado mejores resultados, que ir por porcentajes, asegura el dirigente de la FSTSE.
Asegura que en la práctica, negociar con base a porcentajes no les permite alcanzar beneficios reales, sobre todo cuando están inmersos en una lucha contra los incrementos en los renglones de las necesidades que permiten vivir al trabajador y a su familia.
Desde sus orígenes, la FSTSE ha tenido que enfrentar multitud de luchas para alcanzar lo que ahora disfrutan los trabajadores. Beneficios que otras organizaciones no tienen.
Pocos saben que los primeros secretarios generales fueron Roberto Aguilera y Joaquín Barrios, quienes procedían del Sindicato de la Industria Militar. Además, en sus inicios, una vivienda de una vecindad de las calles de Arcos de Belén, de dos puertas, una grande y otra pequeña, era la sede de la “Alianza de Organizaciones de Trabajadores al Servicio del Estado”. La
pieza grande era el salón de asambleas, con bancas de madera sin pintar y duras como piedra; la pieza chica era la oficina del Comité Nacional.
SUS LUCHAS SINDICALES
Fue en 1939 cuando por primera ocasión, a todo el personal de gobierno federal le fue pagada con un día de anticipación su quincena. La recepción anticipada causó buena impresión a los servidores públicos. La Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado pidió en un mitin en las escaleras de la Cámara de Diputados, ese año, la intervención de los trabajadores en la elaboración de los presupuestos anuales de las diferentes dependencias.
Como dato, diremos que en 1939 se logró que un miembro de la FSTSE figurara oficialmente como candidato a diputado por el Partido de la Revolución Mexicana. El primer diputado de extracción FSTSE fue Alfonso Peña Palafox.
ALGUNAS DE SUS CONQUISTAS
En 1950, a petición de las organizaciones sindicales y durante el gobierno de Miguel Alemán Valdés, se establecieron en distintas secretarías de Estado tiendas sindicales que más tarde fueron administradas por el gobierno federal para vender a los trabajadores, con precios inferiores a los del mercado, artículos de primera necesidad.
Se construyeron guarderías para dotar a cada una de las dependencias gubernamentales, de un local donde atender a los hijos de los trabajadores, desde su nacimiento hasta la edad escolar.
Diez años después, en 1960, se adiciona al artículo 123 constitucional la creación del apartado “B”, donde se plasman las conquistas de los trabajadores al servicio del Estado. Se elevan al rango de garantías sociales y constitucionales los derechos laborales de los trabajadores del Estado. Así fue como se establecieron las bases que rigen entre los poderes de la Unión, los gobiernos del Distrito y Territorios Federales y sus trabajadores.
NO QUITA EL DEDO DEL RENGLÓN
Mientras que el gobierno federal beneficia a unos, a otros les regatea recursos. Decimos esto porque de acuerdo a lo señalado por la diputada federal del PRI, Maricela Serrano Hernández, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión dio entrada a sendos puntos de acuerdo, a fin de que el gobierno de la República libere los recursos autorizados para apoyos a proyectos de vivienda de familias de escasos recursos; la construcción de tramos carreteros en siete entidades; financiar planes de empleo temporal en zonas agrícolas y la agilización de la construcción del distribuidor vial en el municipio de Ixtapaluca, Estado de México.
La retención de los recursos por parte de las secretarías de Desarrollo Social, de Comunicaciones y Transportes y de Hacienda y Crédito Público, correspondientes al ejercicio fiscal 2010 y 2011, provocó la movilización de cerca de 20 mil personas afectadas de varios municipios mexiquenses, de Zacatecas y delegaciones del Distrito Federal, quienes determinaron mantener, desde ayer, un plantón frente a la Secretaría de Gobernación.
A esto, a los plantones, es a lo que obligan las autoridades. Su indiferencia no les deja otro camino a las organizaciones que recurrir a medidas de esta naturaleza para que ser tomados en cuenta y, a veces, ni así. Cuándo se trata de golpear al adversario político, lo más fácil es negarle los recursos ya negociados.
Cabe citar que la protesta generó la intervención de una comisión legislativa nombrada por la mesa directiva de la Comisión Permanente, misma que estuvo integrada por los senadores Cleominio Soreda Novelo y Miguel Mejía Haro, así como por el diputado Gerardo de los Cobos, quienes de inmediato reportaron la petición de los puntos de acuerdo para luego ser leída durante la sesión de este miércoles en la sede del Senado de la República.
Maricela Serrano Hernández, quien encabezó la movilización de protesta como dirigente de la organización Antorcha Campesina -AC-, a la que se encuentran afiliados las familias afectadas por la retención de los recursos públicos, dijo a la comisión legislativa que el gobierno de la República “lamentablemente se ha empeñado en hostilizar por la vía presupuestal a organizaciones que, como AC, no le son afines en sus proyectos políticos y sociales.
Se refirió a los planes amañados de operadores panistas en el municipio de Tlanchinol, Hidalgo, que desde hace un año retienen el presupuesto para proyectos de servicios públicos y apoyos sociales, lo que ha generado al mismo tiempo por las protestas, una persecución sistemática a los habitantes de ese municipio.
MARISOL PIDE ASILO
A finales del año pasado la prensa local (de Chihuahua) y nacional informaban ampliamente de un suceso poco común: el arribo de una mujer (muy joven) a la jefatura de la policía de su localidad, cargo que dejó al poco tiempo por amenazas de muerte.
En su momento, se le satanizó porque ni “adiós dijo”. De la noche a la mañana, simplemente se ausentó de su trabajo y lo demás fueron especulación tras especulación.
Nos referimos nada menos que a Marisol Valles, de 20 años de edad (ahora ya de 21), quien literalmente “sorprendió al mundo” al asumir en octubre de 2010 el cargo de jefa de policía del municipio de Praxedis G. Guerrero, Chihuahua, uno de los sitios más violentos de ese estado, después que, tras el asesinato de su predecesor, nadie aceptara el puesto.
No pasaron ni cinco meses cuando se volvió a tener noticias de ella: Valles salió de la localidad para refugiarse en Estados Unidos, donde solicitó asilo político. ¿La razón? Amenazas de muerte para ella y su familia.
En una entrevista con la cadena estadounidense ABC News, la joven funcionaria, que dejó de serlo por voluntad propia, reconoció que aún tiene miedo, y que al aceptar el cargo nunca imaginó que las cosas se pondrían “así de feas”.
Comentó que la amenazaron a ella y a su bebé. Después de eso, dijo la estudiante de criminología, “ya no podía dormir” e iba a trabajar con miedo, mucho miedo. ¿Y quién no?