Nueva oposición
Freddy Sánchez martes 7, Dic 2021Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Cualquier parecido es mera coincidencia, si así se quiere ver, pero de que el bloque y el frente opositor se parecen, ni duda cabe.
Y está bien porque no es pecado adoptar toda clase de estrategias en la lucha por el poder en México, en especial en las actuales circunstancias.
En de mencionar por ello que en opinión de no pocos opositores y críticos del gobierno en turno, la oposición sigue careciendo de solidez para garantizar la salida del poder presidencial de cualquiera a quien decida apoyar el presidente López obrador.
Tal pareciera entonces que los años de poca o nula influencia social de Andrés Manuel se hubieran transformado en una extraordinaria potencia, difícilmente superable en las próximas elecciones.
Así que la popularidad presidencial (cercana al setenta por ciento de aprobación según ciertas encuestas de opinión) le dan a Morena una supremacía electoral sustentada en la influencia social del jefe del ejecutivo.
Y es que sin importar lo bien o mal que haya actuado el partido que él mismo creó y el gobierno al que dirige ( por momentos sumamente criticados por su insatisfactorio desempeño) lo que el jefe del Ejecutivo hace o dice sigue contando con amplia simpatía y aceptación entre millones de sus adeptos.
Serán los programas sociales, sus incendiarias críticas a los ricos o reiteradamente acusados de corruptos o el no dejar de insistir en que los que desaprueban su gobierno o lo critican son amantes de los privilegios que ya no tienen, pero lo cierto es que el primer mandatario conserva intacta su capacidad de influir en buena parte del electorado nacional para no dejar de confiar en los elegidos de su gobierno para ocupar cualquier cargo oficial.
Críticas van y vienen contra unos u otros, sin mayor daño para ninguno a no ser que el presidente “les corte la cabeza”. De tal suerte que el carisma presidencial con sus seguidores le sigue ofreciendo vigor al partido gobernante, en tanto que quienes se encuentran en la oposición parece que han caído en la cuenta de que no están aprovechando las opiniones en contra del gobierno entre los habitantes del país que hacen sentir su insatisfacción y no desean la continuación de Morena otros seis años en la presidencia.
De ahí entonces el surgimiento de otro movimiento opositor (aparentemente en apoyo al existente bloque y no para dividirlo), aunque en apariencia con la misma limitante: ningún posible candidato sobresaliente que realmente ponga “contra la pared” a los prospectos de Morena para la primera magistratura. En ese sentido, es de hacer notar que por ahora el crecimiento de la oposición hacia el Movimiento Renovación Nacional se debe mucho más a la molestia con las tareas del gobierno federal por parte de quienes no votaron por Andrés Manuel y algunos que sí lo hicieron y en la actualidad aparentemente han cambiado su intención electoral por distintas causas de decepción y descontento debido a los perjuicios en su contra por controvertidos actos institucionales.
Lo que justamente da lugar a que un partido que gobierna pierda estabilidad y se exponga en una elección a quedar fuera del poder, lo que le ocurrió al PRI y en PAN, antes de abandonar la Presidencia, y al PRD, en lo que concierne a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Con una diferencia, por supuesto. Morena con Andrés Manuel hizo posible la conjunción necesaria para el triunfo presidencial de la 4T, ya que su candidato presidencial largamente repudiado y no favorecido por una mayoría electoral insatisfecha con gobiernos anteriores, estaba a la vista y era el único ajeno a lo que en los tres recientes periodos presidenciales se había tenido con deplorables resultados en diversos rubros.
O sea, que Andrés Manuel ganó porque no tuvo a nadie enfrente que le quitara la posibilidad de acaparar el espaldarazo de los insatisfechos con administraciones pasadas. Eso que justamente le falta a los adversarios de la 4T con un candidato fuerte y una convincente y nueva oposición.