La vida
Alberto Vieyra G. martes 14, Sep 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Para Dios la vida es sagrada, ¿qué tanto los seres humanos amamos la vida? (…)
La semana pasada pasará a la historia en México en la que la Suprema Corte de Justicia de la Nación otorgó a las mujeres mexicanas una licencia para matar a seres indefensos, al dictaminar la despenalización del aborto.
El hecho histórico es ciertamente un gran triunfo para los movimientos feministas que cada día ganan más y más terreno en materia de igualdad de género. El controvertido asunto ha dejado a los grupos conservadores con un nudo en la garganta y a algunos politicastros lo saborean como parte de sus políticas populistas de paridad de género. El asunto del aborto en México dará mucho de qué hablar, sobre todo cuando en Estados Unidos la tendencia va hacia el endurecimiento de leyes contra el aborto, como ocurre en Texas, donde hasta el presidente norteamericano, Joseph Biden ha amenazado con demandar ante la Corte Suprema el caso Texas por su exagerada tendencia hacia la liberación femenina que amenaza con un mundo de divorciados y el desastre de la familia.
Pero, a todo esto: ¿cómo ve Jehová Dios la vida humana, incluyendo la de un ser que todavía no ha nacido? La Biblia que contiene todos los principios y valores universales, no menciona el término aborto para referirse a la expulsión provocada de un feto humano.
“La vida es un regalo de Dios. De hecho, toda forma de vida es muy valiosa para Dios y esto incluye la vida de un niño que está en la matriz de su madre. Así que, cuando alguien mata a propósito a un niño que no ha nacido, está cometiendo un asesinato”.
Es extensa la tesis de Dios sobre la vida y lo que hoy conocemos como aborto. Incluso, para el supremo arquitecto del universo, sin mencionar que la pena de muerte advertía que a todo aquel que violentará a un niño, merecía que se le pusiera en el cuello la piedra del molino y se le pusiera en el mar.
La despenalización del aborto, a cargo de la Suprema Corte de Justicia de México, es ciertamente una victoria para las mujeres, pero quien incurra en abortos, seguramente que no tendrá el mismo tratamiento divino que le ha dado la Corte.
Con unos 100 millones de católicos, México es el país predominantemente católico más grande después de Brasil. La Iglesia católica se opone a todas las formas de procedimientos de aborto.
El asunto del aborto en México tiene tintes meramente político-electorales. Los partidos políticos con ideología liberal han ganado terreno con esas propuestas y prácticas que vomita el Creador porque el asunto de la vida es sagrado para el Dios verdadero.
Así, México sigue los pasos de Argentina gobernada también por el populismo comunista que en México encabeza Andrés Manuel López Obrador, quien por cierto se ha revelado como uno de los gobernantes más insensibles para poner un alto a los feminicidios en México donde en promedio se registran doce cada 24 horas para ubicar al país como una nación bárbara.
Con el veredicto de la Corte, los juzgados en México ya no podrán ventilar asuntos sobre el aborto, pero ahora las mujeres que lo practiquen tendrán que cargar con un asunto que se llama conciencia o inconciencia y que tiene que ver con las cuestiones espirituales de Dios.