“Pa’ tontejo no se estudia”
Armando Ríos Ruiz viernes 20, Ago 2021Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
“Pa’ tontejo no se estudia. Se nace maistro”, solía decir mi suegro, ingenioso hasta la pared de enfrente. La frase le queda pintada a muchos legisladores de Morena que se colaron a las cámaras porque en 2018, una gran cantidad de mexicanos votó por la inercia lopezobradorista, que arrastró a millones contra el rechazo a los ex presidentes, educados en la costumbre del saqueo sin misericordia, de las arcas nacionales.
Convencidos de que Dios al fin se había apiadado de México mandándoles el remedio contra la corrupción, que tanto nos ha lacerado, se votó a ciegas en todos los espacios que en la boleta contenían el nombre de Morena, sin reflexionar a quién favorecían o sin conocer un ápice por quién sufragaban. La realidad nos alcanzó con la mentira más grande en la historia política. Hoy, la corrupción no sólo no ha desaparecido, aunque se repita lo contrario. Ha aumentado de manera escandalosa.
No es nuevo en los morenistas, pero todo viene a cuento, por la postura de los diputados que últimamente se han colocado en la picota del ridículo, con las propuestas más descabelladas de que han hecho alarde.
Por conmemorarse los 500 años de “resistencia” de Tenochtitlán, Rubén Ríos Uribe, del Congreso de Veracruz, tuvo un destello de luz que lo convirtió en iluminado. Propuso invadir España y convertir en Monarca al presidente Andrés Manuel López Obrador. ¡Así de fácil! El monarca mexicano ya vive en su Palacio Nacional y seguramente se regodea por habitar el mismo espacio que ocupó el emperador Maximiliano, traído de allende las fronteras por un puñado de traidores.
Está asustado por la realidad. Se alarmó de que en pleno siglo 20, España tenga rey. Doble contra sencillo de que ignora que también tienen rey países como El Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Bélgica, Noruega. En suma, son 44 estados en el globo, que cuentan con monarquías.
Otro iluminado morenista, el diputado Eleazar Rubio Aldarán, propuso que los periodistas no realicen investigaciones y que sólo se limiten a informar los hallazgos de autoridades ministeriales. Dijo además, que la labor de los comunicadores es sólo de informar, no hacer investigaciones sobre lo que hace la representación social.
Esto quiere decir que los periodistas deben sentarse a esperar lo que la autoridad quiera decirles. Por cierto, las más de las veces mentirosa, principalmente cuando no encuentra el hilo de los asuntos que les compete. Los comunicadores deben conformarse con eso e irse a escribir cómodamente lo que convenga a los implicados en la generación de noticias.
Quiere decir que los periodistas deben permanecer pendientes de las mañaneras, por ejemplo y creer la sarta de mentiras que diariamente se dicen ahí. Es decir, deben aceptar que los representantes de las diferentes autoridades digan lo que deseen y les conviene. Deben creer lo que dice el hoy conocido como “El Doctor Muerte”, Hugo López-Gatel, respecto a la pandemia.
Hasta redactó cómo debe quedar un artículo del Código Penal para castigar a la prensa. ¿Por qué no discurre otro para sancionar a los presidentes mentirosos que se dedican a fustigar a todos los que no piensan como él? Claro. La imaginación no da para tanto.
Todo lo que se ha publicado hoy, de los actos de corrupción en que han incurrido los funcionarios públicos, ha sido producto de la investigación denodada de los periodistas. ¿Quién hubiera conocido las riquezas acumuladas con sueldos regulares, de la ex secretaria de la Función Pública y de su esposo John Ackerman? ¿Los hechos de la familia real, que recibe dinero que se llaman “aportaciones” y vende al gobierno lo que le place?
Debería sellar su cerebro para evitar fugas. O dedicarse a legislar por el bien de sus representados y en forma general, por aportar ideas que redunden en el progreso de México. No a tratar de endulzar el oído de su patrón.