Huele a gas…
Alberto Vieyra G. viernes 6, Ago 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El gobierno de la República acaba de echarse encima un alacrán, pues la medida de regular el precio del gas LP en México solo provocará que los comisionistas y los grandes monopolios, que por cierto no son más de una docena, propiciarán un tenebroso mercado negro en el que los pobres serán los grandes perdedores. Los gaseros están bravos y en pie de guerra.
¿Cómo se echará ese trompo a la uña el gobierno amlista que está decidido a no dar marcha atrás en la medida de regular el precio de gas?
La Comisión Federal de Competencia Económica lleva más de 4 años trabajando en un estudio para meter al aro a las mafias gaseras, pero lo que se sabe es que no le pudo encontrar la cuadratura al círculo y ahora, el gobierno de AMLO ha tomado una decisión terriblemente equivocada, que trastoca las leyes de la libre competencia económica y que va contra los precios internacionales del petróleo y sus derivados, pues el regular los precios del energético ha dejado al descubierto que los particulares son los que controlan el gas LP y natural en un 70% y el gobierno mexicano no produce más de 20% y tiene que importar otro 10%, lo cual hace imposible que la naciente empresa del Estado mexicano Gas Bienestar tenga la capacidad para instalar la infraestructura a nivel nacional para poder garantizar el abasto del energético y también ha salido a flote la gran mafia de los comisionistas y huachicoleros que no solamente encarecen el gas, sino que ordeñan lo cilindros hasta con 10 litros o más.
Pareciera que AMLO quiere pasar a la historia como un Lázaro Cárdenas con la expropiación de esa industria, pero ocurre que del gas no es propietario el Estado mexicano y lo único que podría expropiar serían las empresas gaseras para apropiarse de esa infraestructura y poder abastecer el mercado nacional.
La indignación de los gaseros no se dejó esperar y pa´pronto se declararon en paro, al tiempo que como en cascada han recurrido a los amparos para dejar sin efecto la medida presidencial.
Por lo pronto, la titular de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, salió muy oronda a asegurar que “está garantizado el abasto de gas LP”, cuyos precios fueron fijados por la Comisión Reguladora de Energía de acuerdo a las zonas económicas del país. ¿Deveras, deverás, no lo podría jurar y perjurar porque este asunto del gas huele mal?
Vale la pena que usted tome nota de algunos ejemplos sobre los precios fijados para las diferentes zonas económicas de México:
En la capital del país, Edomex, Hidalgo, el precio por litro será desde los 11,15 pesos hasta los 12.56 pesos por litro y a 22.13, el kilogramo.
En Tijuana, estamos hablando que el litro costará con esta regulación en 10.56 centavos mínimo por litro y máximo 11.17 y por kilogramo, a 19.56 centavos.
Usted se preguntará: ¿Por qué, si en la franja fronteriza el salario mínimo es de 213 pesos, por qué el gas es más barato? La respuesta es muy lógica. Si el gas se importa de Texas, Estados Unidos la lógica es que nomás hay que cruzar la frontera y punto.
Pero la cuestión es que AMLO se enfrentará a otro problema todavía más cataclismo: La inflación que a consecuencia de la pandemia ha provocado altos costos en los insumos básicos, impedirá que la filial de Pemex, Gas Bienestar mantenga esos precios, a menos que el gobierno de AMLO destine un alto subsidio para que pueda cumplir su promesa electorera de que no subirían los precios del gas, la luz, el diésel y demás energéticos.
Lo malo para los sencillos habitantes es que la inflación, es decir, el aumento en los precios y la de depreciación de nuestro pesito, se convertirá en puñaladas traperas para nuestros bolsillos. ¡Dios nos libre entrar a una crisis inflacionaria como la que vive Venezuela, Cuba y otras naciones en las que impera el comunismo!