¿Siguen las expropiaciones?
¬ Mauro Benites G. lunes 17, May 2021Municiones
Mauro Benites G.
La campaña electoral que vivimos, con sus acusaciones y delitos, nos ha distraído de otros problemas verdaderamente importantes y delicados que tienen importancia por las consecuencias nefastas que traerían para nuestro país, si llegaran a realizarse; una de ellas es el proyecto anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador de llevar a cabo “expropiaciones” de grandes extensiones de tierras laborables en el campo. Olvidándose que en nuestra constitución en el artículo 27, legaliza sus derechos para los propietarios y poseedores de estas tierras. Y olvidándose que en nuestro país hubo una reforma agraria realizada por el presidente General Lázaro Cárdenas Del Río, está con muchos defectos, sí, pero consagrada en nuestra carta magna. Las únicas reformas agrarias que han tenido éxito en el mundo han sido las realizadas en Japón por el general MacArthur; y en España, por el dictador Franco, y se basaron en un hecho-clave fundamental, sine qua non: te entrego a ti y a tu familia esta tierra que vas a pagar con los productos que de ella obtengas, en dinero o en especie. Serás su legítimo propietario cuando termines de pagarlas. Eso hizo MacArthur en el que fue el Imperio del Sol Naciente; en España, sobre todo en Extremadura, se agregaron grandes obras de riego que convirtieron lo que fue “la Siberia española” en un vergel. Estas “expropiaciones” ya se intentaron en Venezuela, Nicaragua y sobre todo en Bolivia, siendo un total fracaso. No regalar la tierra es el principio fundamental; no convertir al campesino en ganado electoral, dar el mínimo de justicia y responsabilidad social.
En el mismo sentido político pseudosocialista quedó Cuba, con la acción de Fidel Castro uno se siente poco inclinado al optimismo si recuerda el circo romano que montó el barbón en los inicios de su poder, hace muchos años. Los juicios contra varios “enemigos del pueblo” se realizaron, por si alguien lo olvidó o las nuevas generaciones lo ignoran, en un estadio de beisbol y con la televisión llevando insultos y acusaciones de “testigos”, cuya falsedad salía, como un líquido viscoso de las pantallas, especialmente de quienes lo habían acompañado en la aventura de Sierra Maestra. Pero las circunstancias han cambiado: el régimen cubano ha fracasado, está en la indigencia por la irreversible caída y desaparición del comunismo, donde Fidel Castro fue a buscar protección a la antigua URSS, a 12 mil kilómetros de distancia de su finca llamada Cuba, siendo que Estados Unidos está a noventa millas de su territorio. Eso se llama anti-economía, anti-sentido común. Fidel Castro, a través de Raúl, tuvo que abrir su finca al turismo y a la inversión extranjera, y no va a poder hacerlo si no va a liberar a cientos de prisioneros políticos que tiene. Hace tiempo, Fidel pudo montar un proceso, al estilo de los tristemente célebres de Moscú, mediante el cual se deshizo del general Ochoa, que pudo ser un rival, laureado en África, acusándole a él y sus compañeros de asesinato, porque fueron víctimas del narcotráfico, sucio negocio, el más sucio del mundo, que controlan los cercanos e incondicionales de los hermanos Castro, especialmente Raúl, que es peor que Fidel, si eso es decir algo. Como usted verá amable lector las “expropiaciones” pseudo-socialistas además de ser crueles y arbitrarias son un rotundo fracaso económico.