Los indocumentados
Luis Muñoz viernes 15, Abr 2011Segunda vuelta
Luis Muñoz
Por desgracia, lo que ocurre con los indocumentados es una idea que se ha generalizado en amplios sectores y va en el mismo sentido: cifras históricas de deportaciones y abusos; aunque hay quienes señalan que la población de ilegales se ha mantenido “estable”, terminan por aceptar que es todo un récord el número de expulsados por la administración de Barack Obama
Algo que no puede pasar desapercibido es el proyecto del arquitecto Ronald Rael, quien pretende convertir el infame muro fronterizo en una infraestructura que conecte y mejore las vidas de ambos lados de la frontera, en beneficio de millones de indocumentados.
Se sabe que hay más de 50 millones de hispanos en Estados Unidos, que se han consolidado como la minoría más grande, con un porcentaje de 16.3, en contraste con los afroamericanos que constituyen 12.6 y los asiáticos que alcanzaron 4.8% de la población total del país.
Aunque la inmigración es inherente al ser humano, en la vida moderna se ha reglamentado haciéndole cada vez más difícil, dejando a numerosas personas fuera de la ley, lo cual hace necesario un cambio en las leyes migratorias. Sin embargo, el camino hacia una reforma no ha sido fácil a pesar del empeño de los gobiernos de Estados Unidos y México.
Tanto así que medios estadunidenses han destacado que el clamor por la reforma del disfuncional sistema migratorio estadunidense se quedó sin oídos en el Congreso, cuyos miembros andan enfrascados en el debate presupuestario. Ante la falta de atención que los legisladores le ponen al tema, que es por demás un asunto económico, pareciera que la única salida es esperar hasta que la tormenta financiera pase y una nueva ola de esperanza reviva el asunto. O, al menos, eso es lo que la administración de Obama ha hecho creer: que lograr cambios positivos en el sistema de inmigración es imposible sin una acción legislativa. Sin embargo, eso no es del todo cierto. En sus dos años de gobierno, el Ejecutivo ha adoptado un estilo excesivamente legalista que ha resultado en una cifra histórica de deportaciones y abusos, algo muy distinto a lo prometido durante su campaña en el 2008.
Por eso, no sorprende que la evaluación del segundo año del desempeño del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) bajo la tutela del presidente Obama, sea decepcionante.
El reporte de progreso del DHS, publicado por el Centro de Políticas de Inmigración, encontró serios conflictos y contradicciones en las prioridades de las tres agencias que manejan asuntos de inmigración en el país (USCIS, CPB e ICE) y que están bajo supervisión del DHS. La falta de una visión unificada hace prácticamente imposible que se materialice la visión original del presidente de asegurar un sistema justo para los inmigrantes.
La lucha por una reforma migratoria profunda, que conlleve a un sistema más claro y funcional, no debe cesar. Pero mientras republicanos y algunos demócratas obstruyen el camino a una nueva ley, Obama puede ordenar cambios dentro de DHS que conlleven a un trato más justo a los inmigrantes que sienten precedentes para la reforma que él tanto dice apoyar – como evitar deportaciones de personas que no han cometido ofensas serias y de estudiantes que calificarían para residencia permanente bajo el DREAM Act y facilitar el proceso de obtención de visas de asilo y refugio.
La premisa del sector antiinmigrante que predomina en algunos sectores del país es que fastidiando a los indocumentados, con medidas que les cercene el oxígeno para el diario vivir, eventualmente hará que preparen maletas y se vayan de regreso a sus lugares de origen con sus vidas hechas trizas y sus ilusiones muertas. Adiós, “sueño americano”.
No obstante, hay esperanzas de que todo se resuelva favorablemente, por ello el Instituto de Políticas de Migración en el reporte Obstáculos y Oportunidades para la Cooperación Regional: El caso Estados Unidos-México, destaca que “México y Estados Unidos deben avanzar en forma gradual para alcanzar una reforma migratoria integral.
Señala el estudio que la idea de la “enchilada completa” en materia migratoria se descarriló a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EU.
Para el instituto no hay duda de que para el presidente Obama, como en su momento George Bush, apoya una reforma migratoria con control fronterizo, plan de legalización y reformas al sistema de visas. “Pero ninguno ha regresado a la idea de la enchilada completa que incluyó a México como parte de una conversación para la reforma migratoria o para el uso de herramientas bilaterales para controlar el flujo” de migrantes.
¿Qué sugiere el informe?
Principios para impulsar la cooperación bilateral en la gestión fronteriza, la regulación de los intermediarios que enlazan a trabajadores con empleadores, los criterios de selección y credenciales del trabajador, así como la creación de trabajos en las comunidades de origen.
Aunque el complejo debate migratorio puede hacer “poco realista una ‘enchilada completa’, los legisladores deberían considerar pasos graduales en cada área para mejorar los resultados migratorios”.
Ha trascendido que el gobernador de Maryland, Martin O’Malley, promulgará una ley aprobada la víspera por la legislatura estatal que permite que los estudiantes indocumentados paguen las mismas tarifas universitarias que pagan los residentes legales.
La medida fue aprobada en el Senado estatal y en la Cámara de Delegados. Se espera que el gobernador demócrata promulgue la ley la próxima semana (a más tardar el 25 de abril).
Los estudiantes indocumentados de Maryland pagaban más de 24 mil dólares por las matrículas universitarias, el triple de lo que pagan los residentes legales.
En tanto, un programa que busca identificar a los indocumentados en las prisiones se está extendiendo al occidente de Maryland.
La agencia federal de Inmigración y Control de Aduanas anunció que ha lanzado el programa Secure Communities en los condados de Allegany, Garrett y Washington, para determinar si están ilegalmente en el país.
Por otra parte, la legisladora estatal de Florida, Anitere Flores, negó en forma categórica que una ley migratoria que patrocina se parezca a la de Arizona y aseguró que es la primera que responsabiliza al empleador.
La medida ha levantado una ola de críticas contra la legisladora, al señalar que no se explica cómo siendo latina ha apoyado esas leyes.
En enero, durante la Cumbre de Davos, el presidente Felipe Calderón y el ex mandatario de Estados Unidos, Bill Clinton, reconocieron la pertinencia de lograr una reforma migratoria en Estados Unidos “que permita sacar de la clandestinidad a los trabajadores que tanto contribuyen a la economía de ambos países”.
UN MURO ECOLÓGICO
Interesante la propuesta que hace un arquitecto de la Universidad de California en Berkeley, de convertir el infame muro fronterizo en una infraestructura que conecte y mejore las vidas de ambos lados de la frontera.
Mediante este proyecto, el profesionista Ronald Rael pretende reducir el cruce ilegal de indocumentados, y transformar la malla metálica para beneficio económico, ecológico y social.
El proyecto arquitectónico, llamado Border Wall as Infrastructure, propone la instalación de paneles solares, una planta tratadora de aguas negras, captación de agua de lluvia para hacerla potable, cancha de voleibol binacional, columpios, paseo ciclista, área para convivio de ambos lados y hasta un confesionario.
Dice que “la idea es llamar la atención y hacer de este muro estúpido una infraestructura inteligente”.
Durante los últimos diez años, según comentó, le ha tocado visitar en varias ocasiones la frontera de Estados Unidos con México para darse cuenta de la problemática fronteriza.
“La intención del proyecto es que la gente aprenda, porque hay muchos que no se dan cuenta de la situación, que entienda y se traiga luz a este asunto”, mencionó en entrevista para el diario “La Opinión”.
Añadió que como parte de una competencia de infraestructura, en octubre de 2010, presentó su proyecto a legisladores y funcionarios en Washington para tratar de convencerlos sobre la necesidad de aprovechar la frontera para hacer obras que generen empleos, sean amigables con el medio ambiente y con la sociedad.