Egidio no puede
Ramón Zurita Sahagún viernes 15, Abr 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Sin duda, la falta de oficio político y el aislamiento en que desenvuelve Egidio Torre Cantú, son dos factores que impactarán fuertemente en la administración sexenal recién iniciada en Tamaulipas.
Egidio fue improvisado como candidato, ante el artero crimen de su hermano Rodolfo, para no perder el posicionamiento que traía el sacrificado y ante la imposibilidad de nominar otro abanderado por parte del Revolucionario Institucional.
Fue el propio gobernador Eugenio Hernández Flores el encargado de promover la candidatura del hermano mayor del asesinado, argumentando que de esa forma, ningún político podría ser vinculado o sujeto de sospecha por el crimen, algo de primordial importancia ante la cercanía de los comicios.
En esto influyó también lo corto de los tiempos electorales, ya que la elección se realizaría dos semanas después del asesinato de Rodolfo y mediáticamente resultaba favorable el que el candidato proviniera de la misma familia, como un mensaje a los asesinos de que las autoridades no se dejaban amedrentar por la delincuencia.
La maniobra de Eugenio resultó atractiva y favorable y permitió erradicar sospechas que se mantienen todavía sobre los sucesos del 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas y a que personajes benefició el asesinato del entonces candidato presidencial del PRI.
A favor de Egidio operó también el hecho de que había sido alcalde suplente de Ciudad Victoria, cubriendo, precisamente la ausencia de Eugenio Hernández Flores, quien había sido nominado candidato al gobierno estatal, seis años atrás.
Los pocos días de campaña de Egidio redundaron en una votación copiosa y el PRI arrasó en esa entidad.
El gobernador electo fue aleccionado por su principal promotor y de ser un próspero constructor pasó a la vida política, la que pronto lo absorbió.
Por eso, era frecuente encontrarse con Egidio en los principales comederos políticos, siempre rodeado de personajes del medio, periodistas, empresarios, industriales y relacionistas públicos, entre otros.
Todos se acercaban a él y Egidio se dejaba querer y orientar en los temas que desconocía.
Eso quedó ya en el pasado. Hoy Egidio es uno más de los personajes que se dejan engullir por el medio en que se desenvuelve.
Se convirtió en un gobernante áspero, soberbio, prepotente y desconcertante para quienes lo conocen.
El descubrimiento de casi 150 (hasta el momento) cadáveres en fosas clandestinas y el desconocimiento de lo que ahí sucedió y la inseguridad prevaleciente en la mayor parte del territorio tamaulipeco, son dos problemas con los que no ha podido lidiar.
La falta de preparación política y la improvisación en varias áreas son signos de que Egidio no aprendió y, para colmo de males, sufre de mareo, producido por el ladrillo en que se encuentra montado.
El pasmo invade al gobernante que no sabe qué hacer, ni cómo reaccionar ante lo espantoso del problema de violencia en la entidad que pretende gobernar.
RÍOS PITER, COORDINADOR
Siempre sí resultó ser Armando Ríos Piter el seleccionado como nuevo coordinador de la bancada perredista en la Cámara de Diputados.
El diputado federal guerrerense que buscó la candidatura al gobierno de Guerrero y la dirigencia nacional perredista, pudo al fin consolidar una de sus búsquedas y sustituye en el cargo a Alejandro Encinas Rodríguez.
La bancada perredista fue convocada para elegir al sucesor de Encinas, quien se fue como candidato de la alianza de la izquierda (PT-PRD-Convergencia) al gobierno del Estado de México, por lo que dejó acéfala la coordinación de los diputados.
Pero no solamente se eligió al coordinador de la bancada, también al vicecoordinador, ya que Guadalupe Acosta Naranjo también solicitó licencia para separarse del cargo y competir por la candidatura de esa misma alianza de la izquierda por el gobierno de Nayarit.
En su lugar fue designado el diputado federal por Guerrero, Ilich Lozano.
Los nombramientos no gustaron a los integrantes de Izquierda Democrática Nacional, ya que buscaban que algunos de sus integrantes participaran en los principales cargos de la coordinación.
Y es que Agustín Guerrero, Leticia Quesada y otros diputados del sol azteca tenían la intención de quedarse como coordinadores de la bancada ante la ausencia de Encina Rodríguez y la imposibilidad de que Jesús Zambrano compitiera por el mismo, luego de que fue electo presidente nacional del partido.
Por el arribo de Ríos Piter a la coordinación de los diputados perredistas, el logro se le adjudica al jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien se asume como el tutor del joven diputado guerrerense.
ENREDOS LEGISLATIVOS
Los diputados comienzan a enredarse en sus dichos y contradicciones, ante la cercanía del fin del período ordinario de sesiones.
La Ley Federal del Trabajo y su reforma se convirtieron en la manzana de la discordia, luego de que los priístas propusieran las modificaciones y luego echaran reversa.
Josefina Vázquez Mota, coordinadora de la bancada panista en la LXI Legislatura propuso a los del PRI sacar la reforma en este mismo período, pero su homólogo priísta, Francisco Rojas Gutiérrez, se negó a ello, luego de señalar que ellos pretenden la organización de foros para la discusión del tema, los que están convocados para el mes de mayo.
Y es que la propuesta presentada por los panistas hace un año (muy similar a la de los priístas) fue rechazada en aquella ocasión, por la falta de consensos y ahora son los tricolores los que se retractan.
Lo que sí fue una ceremonia lucida, fue la sesión solemne de los diputados a favor del IPN y en la que Yoloxóchitl Bustamante, la directora del Politécnico hizo uso de la tribuna, con una buena oratoria y recordando la participación que ha tenido esa institución en la formación del México moderno.