Ave de las tempestades
¬ Augusto Corro miércoles 28, Abr 2021Punto por punto
Augusto Corro
El veterano diputado morenista, Porfirio Muñoz Ledo, volvió a lucirse como el “Ave de las Tempestades” en el escenario político. Esta vez representó el papel de inconforme ante la ampliación del periodo de Arturo Zaldívar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Hecho que consideró como una acción autoritaria en contra del orden democrático del país.
“Me opongo con toda la fuerza y convicción de mi ser, con todo el esfuerzo memorioso, que hemos hecho desde 1988 para instaurar en el país un orden democrático y no de una República autoritaria a este insensato proyecto de violar la Constitución Política”, dijo el legislador desde la tribuna de San Lázaro.
Recalcó que los legisladores que votaron por ampliar el periodo del actual presidente de la SCJN cometieron perjurio. La semana pasada Muñoz Ledo subió a la tribuna para manifestar su inconformidad contra la llamada “ley Zaldívar”. Por supuesto, el discurso fue aplaudido por la oposición legislativa integrada por panistas, priistas, emecistas y perredistas.
El morenista rebelde cumplió a la perfección su deseo de impugnar las decisiones de la dirigencia de su partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en un capítulo más de la lucha interna que no parece tener fin. Los discursos de Muñoz Ledo cada vez son más incendiarios y no dejan títere con cabeza, como se dice coloquialmente.
Ya en otra ocasión se pensó que el controvertido legislador estaba en condiciones de abandonar su partido. Fue en aquellos días cuando, según él, le arrebataron la dirigencia de Morena. Como se informó en su oportunidad, el legislador disputó el liderazgo a Mario Delgado, a través de encuestas al estilo morenista.
Ganó Delgado, pero se llevó una serie de acusaciones por parte de Muñoz Ledo y ahí quedó la situación. Ambos contendientes se dieron hasta con la cubeta. El legislador nada pudo hacer ante el triunfo lleno de opacidad de Delgado. La imagen de Morena empezó a abollarse. El diputado rebelde dejó la venganza para mejores tiempos, mismos que llegaron la semana pasada.
Luego de su discurso, en los círculos se apostó por la salida de Muñoz Ledo de su partido. El mismo se quejó en otras ocasiones de lo que ocurría en esa organización política. “Morena se me sale del corazón”, llegó a declarar en una ocasión. La situación no pasó a mayores y siguió como militante morenista. Hoy vuelve a plantear la pregunta al rebelde diputado: ¿se queda o se va de Morena?
Ya lo sabremos. En el presente, Muñoz Ledo se sumó ya a la larga lista de quienes protestan contra las políticas del presidente López Obrador. La carrera política del citado legislador se inició formalmente en 1952, cuando se hizo militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Fue secretario del Trabajo con el presidente Luis Echeverría y de Educación, con José López Portillo.
Siempre se distinguió por su activismo político. Fue presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido de la Revolución Democrática. Con López Obrador fundó la organización Morena. Lleva más de cincuenta años en la política. Conoce bien los diferentes caminos escabrosos de la grilla a la mexicana. Sabe cuándo apretar y cuándo aflojar para conseguir lo que persigue. ¿Muñoz Ledo se cree merecedor de un cargo más importante en el gobierno de López Obrador? ¿Algo de mayor relevancia?
Forjado en la grilla, Muñoz Ledo sabe las reglas de la disciplina. Viene de partidos donde funcionaban las camarillas. ¿Pensó que en Morena las cosas iban a ser diferentes? Pues se equivocó. En el partido guinda las imposiciones también son el pan de cada día. ¿A qué le apostó Muñoz Ledo? ¿Usted qué opina amable lector?