Fake news, nuevo estilo de gobernar
¬ Luis Ángel García lunes 26, Abr 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Desde 2016, las fake news se han convertido no sólo en una estrategia de propaganda negra, sino un estilo personal de gobernar. Donald Trump puso en práctica esta fórmula en 2016 para desacreditar en una contienda electoral y luego la impuso como política de gobierno en los Estados Unidos. Fue tan exitosa que rápidamente la aplicaron en Brasil, Argentina y México. El uso de las noticias falsas le funcionó al republicano y un estudio de Politifact demostró que el 70 por ciento de las declaraciones del empresario neoyorquino eran exageradamente falsas, falsas o medias verdades. El arribo del populismo en América Latina también recurrió a las falacias para asumir el poder.
Siempre existió la información engañosa, pero con el surgimiento del internet y las redes sociales se incrementó su divulgación, lo que provoca una terrible y dañina desinformación.
Este vicioso proceso de comunicación se conoce como posverdad que es cuando “los hechos objetivos son menos importantes a la hora de modelar la opinión pública que las apelaciones a la emoción o a las creencias personales. La comunicación política sabe desde siempre que entre racionalidad y emoción predomina la emoción y que la manipulación, las medias verdades o directamente las mentiras estratégicas hacen su juego para construir una base electoral o, peor aún, consolidar una idea política”.
El intercambio de mensajes en la red permite que los usuarios sean, además de consumidores, productores de contenidos falsos, validando las noticias sólo por su nivel de difusión. Las noticias engañosas generan confusión entre los lectores y fomentan la cultura de la desinformación que atenta contra la democracia. La intención de difundir noticias falsas es viralizar la información descontextualizada, errónea o falsa para confundir a la opinión pública con el propósito de desacreditar.
El relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Edison Lanza, señaló que la desinformación y la propaganda afectan intensamente la democracia, erosionan la credibilidad de los medios, interfieren con el derecho de las personas a recibir información y pueden aumentar la hostilidad y odio en contra de grupos vulnerables de la sociedad.
Nadie como Trump para manipular, sus noticias falsas no las pudo desmentir oportunamente Hilary Clinton y por eso perdió. En el gobierno, hizo de las fake news la base de su comunicación política. Ejemplo que se siguió al menos en tres naciones latinas.
En el caso mexicano la utilización de las noticias falsas se da desde 2012, en la campaña de Enrique Peña Nieto cuando contrató una empresa y utilizó bots y trolls para desprestigiar. Práctica que no fue privativa de un candidato y que hasta la fecha se realiza en la política y el gobierno.
El Presidente es un claro ejemplo de ello. Luis Estrada, director de la consultora SPIN, dice que con 867 días de gobierno -con corte al 15 de abril-, 587 conferencias de prensa con una duración promedio de 108 minutos diarios, el inquilino de Palacio Nacional ha hecho 50 mil 324 afirmaciones no verdaderas. Las palabras que más repite son conservadores (1,609) y fraude (610).
El modelo populista requiere de muchos argumentos engañosos, falacias, datos falsos o erróneos para justificar su inacción a fallas en las políticas públicas. Se trata de imponer un proyecto político donde se eche la culpa al pasado, a los conservadores, a los neoliberales de lo que no se puede resolver a más de dos años de gobierno. Se oculta la verdad sobre el mal gobierno y el objetivo real de trascender sexenalmente a costo del mal manejo de la economía y de la soberbia con que se enfrentó la peor crisis sanitaria en un siglo. Se trata de no mirar el decrecimiento económico y la pérdida de millones de empleos para sostener los programas sociales con fines clientelares que garanticen el voto de ancianos y ninis en las próximas elecciones para garantizar el control del Congreso. Se busca polarizar, dividir, descalificar y amenazar.
Las noticias engañosas como instrumento y forma de gobierno.